Ortiz, Gómez y Yanci estrenan ProA Capital con un primer fondo de 250 millones de euros

Tres apellidos conocidos del capital riesgo español estrenan criatura. Fernando Ortiz, Santiago Gómez y Alberto Yanci son los socios fundadores de ProA Capital, la nueva firma de private equity que tras nueve meses de gestación presenta en sociedad a su primer fondo de 250 millones de euros. Y junto a ellos, un equipo joven compuesto por cuatro directores (Carlos Gordillo, Gustavo Berroeta, Fernando Elio y David Martín) que irrumpe en el mercado con el quinto mayor fondo de la industria nacional.

Respondiendo al pasado profesional de sus impulsores, ProA Capital ha decidido hacerse un hueco en el segmento de mid market, donde Fernando Ortiz, Santiago Gómez y Alberto Yanci acumulan años y operaciones de experiencia en el sector (tras su paso por N+1 y Mercapital) para convencer a inversores extranjeros y nacionales de las bondades de su proyecto. Además, de acuerdo con su análisis del mercado, es en este segmento donde se presentan las mejores condiciones para poder hacerse un hueco.

ProA Capital ha optado por focalizarse en un segmento donde no competirá con fondos del tamaño de Magnum, Mercapital, Ibersuizas y N+1, sin contar a las firmas internacionales que operan en España. Su radio de acción alcanzará el terreno donde se mueven otros históricos del capital riesgo como Corpfin, Impala, Nazca o MCH. "Por la parte de arriba hay menos mercado y más competidores", explica Ortiz a este diario. "Sin embargo, el campo de mid cap es un segmento menos tocado, donde además se han hecho muy pocas locuras".

Como reglas generales, ProA Capital se ha marcado participar en operaciones que oscilen entre los 25 y 200 millones, siempre adquiriendo participaciones mayoritarias y centrándose en el mercado español (excepcionalmente Portugal). Este marco implica que la vida útil del fondo quedará reducida a un máximo de doce operaciones, con aportaciones de fondos propios en cada inversión de entre 10 y 50 millones, al margen de que alguno de los inversores pueda coinvertir en alguna operación de mayor envergadura.

La radiografía del fondo refleja el carácter internacional del trabajo de fundrising, ya que el 82% del dinero procede del extranjero (72% Europa / 10% EEUU / 18% España). Este porcentaje se corresponde casi con la participación de los inversores institucionales, que copan el 87% del fondo (con suscripciones que oscilan entre los 25 y 30 millones), mientras que el otro 13% procede de family offices, entre ellos algunos españoles, con importes inferiores a 5 millones.

Entre el conjunto de inversores, hay nombres conocidos para todos los gustos. Por el lado internacional, destacan los mayores fondos de pensiones de Suecia y Dinamarca, así como la oficina de inversión de Edmond de Rothschild o el brazo alternativo de la reaseguradora Swiss Re. Por el bando español, participan tanto institucionales, caso de BBVA o Arcalia, como primeras fortunas del país, de la talla de Omega Capital (Alicia Koplowitz). Además, el equipo fundador aporta, de manera prorrateada, un 1,5% del fondo.

Desgraciadamente, durante el proceso de levantamiento del fondo, uno de los socios fundadores de Proa Capital, Iñigo Zurita, también procedente de N+1, falleció en un trágico accidente las pasadas navidades. A pesar del infortunio, el nuevo proyecto profesional no se vino abajo y sólo tres meses después ha concluido su puesta de largo. A partir de ahora, con 250 millones listos para entrar en acción, el mercado escrutará con lupa la irrupción del nuevo player. La competencia aprieta.