Los 'fondepósitos' y los estructurados, las mejores alternativas para el dinero que huye de la crisis

Con la que está cayendo en el mercado, muchísimos inversores están saliendo a toda prisa de la bolsa y de los fondos que invierten en renta variable buscando el refugio de activos seguros (algo que los expertos desaconsejan pero que es inevitable). Pero la inmensa mayoría de las entidades financieras sólo les ofrecen como alternativa depósitos más o menos complejos, que ahora ofrecen condiciones bastante atractivas. La razón es la falta de liquidez en el mercado interbancario y en las emisiones de deuda, que obliga a la banca a captar pasivo de sus clientes.

El problema es que salir de fondos y entrar en depósitos tiene un coste fiscal muy alto. El inversor tiene que pagar el 18% de la plusvalía que todavía conserven sus fondos -que puede ser muy alta si los tiene hace varios años-; y no cuando haga la declaración en junio de 2009, sino ya mismo porque la venta de fondos tiene retención fiscal. Además, muchos de estos depósitos son "anzuelos" que ofrecen una rentabilidad muy alta pero que sólo dura unos pocos meses, o bien tienen un plazo muy largo en el que no se puede sacar el dinero.

¿Qué puede hacer entonces un inversor? José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, ofrece dos alternativas: para los que están invertidos en fondos, los nuevos 'fondepósitos'; y para los que tienen liquidez, los productos estructurados.

Los fondepósitos son una nueva figura que ha creado el nuevo reglamento de inversión colectiva, que consiste simplemente en un fondo que invierte en depósitos bancarios. Sus ventajas, según Tressis, son que evitan pagar el peaje fiscal al tratarse de fondos de inversión y que seleccionan los mejores depósitos en cada momento. "Si el ahorrador quiere sacar rentabilidad de verdad con los depósitos, tiene que ir moviendo su dinero constantemente de un banco a otro; con estos fondos, alguien lo hace por ti", explica María Folqué, directora de asesoramiento de la citada firma.

Eso sí, no todo es maravilloso: a cambio de estas ventajas, estos productos cobran una comisión que no tiene la inversión directa en depósitos. Varias entidades financieras han lanzado ya fondepósitos, aunque no están haciendo mucho marketing porque la prioridad en estos momentos es captar pasivo; de hecho, los depósitos crecieron el 42% hasta octubre.

Los autocancelables se ponen de moda

En cuanto a los inversores que cuentan con liquidez, Maté considera que hay alternativas mucho mejores que los depósitos. Se refiere a los productos estructurados, que también garantizan el dinero y ofrecen una rentabilidad ligada a un índice o un valor que puede ser muy superior a la de los productos bancarios.

Entre los estructurados, destacan los autocancelables, un producto que paga un cupón determinado si un valor o índice sube en un año, y entonces se cancela. Si el valor no ha subido, el producto se prolonga otro año, a cuyo vencimiento pagará el doble del cupón .

Un ejemplo real es un estructurado ligado a tres valores de energía renovable: si los tres están por encima del 90% de su cotización actual dentro de seis meses, paga un 6% TAE y se cancela. Si no se cumple la condición, se alarga el plazo y la rentabilidad sube al 12%.

"El inversor puede elegir entre obtener una rentabilidad segura -pero reducida- o intentar captar un rendimiento mucho mayor que no está asegurado, aunque con la tranquilidad de que nunca van a perder", concluye Maté.

No todo está perdido en bolsa