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Abelló se convierte en un 'fondo buitre': apuesta por los maltrechos Northern Rock y Sovereign
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Abelló se convierte en un 'fondo buitre': apuesta por los maltrechos Northern Rock y Sovereign

Juan Abelló se ha apuntado a una de las estrategias de mayor riesgo que existen en busca de la rentabilidad que el mercado ha negado al

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Abelló se convierte en un 'fondo buitre': apuesta por los maltrechos Northern Rock y Sovereign

Juan Abelló se ha apuntado a una de las estrategias de mayor riesgo que existen en busca de la rentabilidad que el mercado ha negado al grueso de las sicavs en el tercer trimestre. El conocido inversor se ha lanzado a tomar participaciones en empresas en dificultades o con fuertes pérdidas en bolsa, en el más puro estilo de los conocidos 'fondos buitre' (vulture funds).

Estos fondos se denominan así porque buscan gangas a precio de saldo entre las empresas perjudicadas por una crisis. El potencial de ganancia es enorme, pero a cambio de asumir un riesgo también muy alto. Las dos principales apuestas de este tipo de Abelló son el británico Northern Rock y Sovereign, la pata norteamericana del Santander. Eso sí, las apuestas son modestas: en el primero ha invertido 514.000 euros y en el segundo, 1,25 millones de euros, frente a un patrimonio total de 144,65 millones de euros en su sicav Arbarin (Abelló tiene otra sociedad, Naira, con 43,4 millones, pero totalmente invertida en fondos).

El banco británico ha sido la principal víctima hasta ahora de la crisis subprime en el mundo, hasta el punto de que en septiembre tuvo que ser rescatado por el Banco de Inglaterra con un préstamo de cerca de 30.000 millones de libras. Actualmente se encuentra en proceso de venta, aunque hay voces en Inglaterra que piensan que la mejor solución sería su nacionalización. En todo caso, Abelló apuesta porque su desplome en bolsa ha concluido y que, a partir de ahora, no puede sino ganar con la venta o nacionalización del banco.

Sovereign: a la espera del rescate de Botín

El caso de Sovereign tiene todavía más miga. Como es sabido, esta entidad es una de las pocas apuestas fallidas de Emilio Botín: acumula cuantiosas pérdidas en su 25% del capital, hasta el punto de plantearse provisionar 1.400 millones de euros para cubrirlas. La caída en bolsa del banco norteamericano, en torno al 54% en lo que va de año, ha dejado su valoración muy baja, lo que le convierte en una oportunidad de compra.

Pero la confianza de Abelló y otros inversores no viene sólo de cuestiones de valoración. Mucha gente está convencida de que Botín no va a permitir una mancha en su brillante expediente, sino que va a acometer una operación corporativa para salvar el naufragio: una OPA, una fusión con otro banco o la venta del Sovereign a un tercero a un precio razonable (que en términos del Santander significa "caro").

Claro que algunos se han pasado de listos con estas expectativas: el grueso del agujero de Gaesco -40,6 millones de euros reconocidos aunque puede ser mucho mayor- corresponde a opciones sobre Sovereign con un precio inicial de 22 dólares y pacto de recompra a 33. Ayer, el valor andaba por 11,5 dólares en la Bolsa de Nueva York.

En todo caso, Abelló no es ningún pionero. Esta estrategia de entrar en empresas en crisis (distressed) o que han sufrido severas caídas en bolsa tiene como principal exponente a Javier Tallada, que ha conseguido ingentes ganancias con su entrada en Puleva y Radiotrónica (la antigua Avanzit). No obstante, su nueva incursión en Avanzit el año pasado está dando un resultado mucho peor. Exactamente igual que el desembarco de Leopoldo Fernández Pujals en Jazztel, que cosechó unas grandes ganancias iniciales que prácticamente se han evaporado a día de hoy.

Juan Abelló se ha apuntado a una de las estrategias de mayor riesgo que existen en busca de la rentabilidad que el mercado ha negado al grueso de las sicavs en el tercer trimestre. El conocido inversor se ha lanzado a tomar participaciones en empresas en dificultades o con fuertes pérdidas en bolsa, en el más puro estilo de los conocidos 'fondos buitre' (vulture funds).

Juan Abelló Sicav