Rafael Montes será presidente de FCC hasta junio de 2008. Después, todo el poder para Baldomero Falcones

Curiosa, hasta rozar lo pintoresco, solución la que Esther Koplowitz ha encontrado para solventar de un plumazo el relevo gerencial provocado en FCC por la salida de Marcelino Oreja. En la reunión del Consejo de Administración prevista para el próximo 20 de diciembre, la sociedad procederá a nombrar presidente de la misma a Rafael Montes, actual consejero delegado, en sustitución de Oreja. En la misma reunión, Baldomero Falcones Jaquotot será nombrado vicepresidente y consejero delegado.

La presidencia de Montes será, sin embargo, de una brevedad inusitada, puesto que en la Junta General ordinaria de la sociedad a celebrar a finales de junio, el hombre responsable en gran medida de lo que hoy es FCC cederá los trastos a Falcones, que a partir de entonces gozará de todo el poder como presidente ejecutivo de la cuarta constructora española.

Todo parece indicar que Esther Koplowitz, que ha sido la que semanas atrás se acercó personalmente a Falcones y le convenció, no sin severa resistencia, para que aceptara el cargo, quiere premiar la labor de tantos años de Montes como auténtico alma mater de FCC con un nombramiento casi testimonial como presidente durante seis meses, un reconocimiento que le permitirá presidir la Junta y presentar los resultados de 2007, pero se que antoja a todas luces insuficiente para los merecimientos acumulados por el citado a lo largo de casi 40 años.

La conmoción era ayer perceptible tanto en FCC como en la firma de capital riesgo Mágnum Industrial Partners, de la que Falcones era, es todavía puesto que su nombramiento en FCC no es firme, socio fundador junto a Ángel Corcóstegui, Enrique Leyva y Joao Talone. Los tres se enteraron de su fichaje por FCC ayer por la mañana, después de echarse a la cara la primera del diario Expansión. La misma sorpresa reinaba en las filas de la constructora.

Portland Valderrivas, la niña mimada de Montes

El cortísimo reinado de Rafael Montes lleva, sin embargo, premio de consolación incorporado, puesto que después de la junta de junio pasará muy probablemente a ocupar la presidencia de la Fundación FCC. Nadie entiende bien, sin embargo, por qué Esther Koplowitz, que ha mantenido a Marcelino Oreja como presidente no ejecutivo de la sociedad durante años, no ha repetido el mismo esquema con Montes, que ha acumulado méritos sobrados para ello.

La última operación dirigida por Montes ha sido la compra de la catalana Uniland, que, tras la OPA sobre Cementos Lemona, ha convertido a FCC, tras invertir cerca de 5.000 millones de euros, en la mayor cementera española a través de Portland Valderrivas, por delante de la mexicana Cemex.

Y no es que Koplowitz no haya acertado con la elección de Falcones, un hombre de gran prestigio profesional, como primer ejecutivo con plenos poderes de la sociedad. Ex director general del Santander Central Hispano (SCH) y miembro de su comisión directiva, y ex presidente de Mastercard Internacional, entre otros cargos, Falcones reúne el perfil adecuado para los nuevos retos que tendrá que afrontar la sociedad, quizá menos ligados a la actividad tradicional del grupo y más a los aspectos financieros del mismo.