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Bankinter, la última víctima de una crisis bancaria global que empieza a tomar tintes peligrosos
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Bankinter, la última víctima de una crisis bancaria global que empieza a tomar tintes peligrosos

La crisis bancaria que asola los mercados mundiales, lejos de remitir, cada vez se agrava más. La última víctima ha sido Bankinter, que el viernes pasado

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Bankinter, la última víctima de una crisis bancaria global que empieza a tomar tintes peligrosos

La crisis bancaria que asola los mercados mundiales, lejos de remitir, cada vez se agrava más. La última víctima ha sido Bankinter, que el viernes pasado se vio obligado a aplazar indefinidamente una emisión de cédulas hipotecarias por 500 millones de euros ante el temor generalizado a posibles suspensiones de pagos en el sector, según la agencia Bloomberg. Las entidades se están quedando sin fuentes de financiación y los tipos de interés empiezan a descontar una recesión en EEUU.

Bankinter no ha podido sobreponerse a las escenas de pánico que se vivieron la semana pasada y que obligaron al mercado de cédulas europeo a cerrar sus puertas durante tres días. La demanda de estos títulos de deuda se ha secado, pero las entidades financieras continúan convirtiendo sus préstamos en bonos respaldados por hipoteca para seguir utilizandolos en el mercado interbancario como garantía. Algo habitual, por otra parte, en los últimos años.

La situación es especialmente preocupante porque las cédulas hipotecarias son los bonos más seguros después de los del Estado, puesto que el propio banco que las emite es responsable de los pagos, a diferencia de las titulizaciones de crédito. Por ello, suelen tener las más altas calificaciones crediticias. Las cédulas no se vieron afectadas por la tormenta de agosto.

Detrás está el espectacular aumento de los diferenciales de las cédulas y otros instrumentos de deuda privada respecto a los bonos del Estado, un aumento que no se produjo ni siquiera en lo más duro de la caída de agosto. El euribor a tres meses ha experimentado la mayor subida desde agosto, hasta el 4,6975% (con un impresionante diferencial entre las posiciones de compra al 4,65% y las de venta al 4,75%). Esta escalada del euribor a tres meses le ha situado claramente por encima del Bund alemán a 2 años (3,64%) y a 10 (4,04%), lo cual teóricamente descuenta ralentización de la economía y bajadas de tipos.

El tipo equivalente en EEUU a tres meses también se ha disparado del 4,87% al 5,04% en semana y media. "Los mercados entraron virtualmente en pánico la semana pasada y están descontando una recesión en EEUU", declara el economista de JP Morgan Jan Loys al Financial Times.

Miedo a unas pérdidas gigantescas

El mercado empieza a tener la certeza de que las pérdidas de los bancos en la crisis van a ser notablemente superiores a los 50.000 millones de dólares estimados por el Gobierno de EEUU; de momento, vamos por 66.000 y los bancos de inversión estiman que pueden alcanzar entre 200.000 y 500.000 millones sólo en activos subprime. Ayer mismo, el británico HSBC tuvo que dotar un fondo con 45.000 millones de euros para rescatar a sus vehículos estructurados (SIV)

Con este panorama, los bancos no se fían unos de otros y están acumulando caja para hacer frente a ese probable aumento de las pérdidas, en especial si al final tienen que comerse los SIVs en su balance. Los fondos monetarios, uno de los principales financiadores de estos vehículos, han abandonado estas inversiones por temor a reembolsos masivos de los partícipes. "Nadie quiere prestar ni siquiera a corto plazo", asegura un operador del interbancario. "La liquidez es el rey ahora mismo; el que no la tenga y necesite acceder a los mercados de capitales va a tener que pagar mucho en este entorno", según Lehman Brothers.

Los bancos centrales, al rescate

La crisis bancaria que asola los mercados mundiales, lejos de remitir, cada vez se agrava más. La última víctima ha sido Bankinter, que el viernes pasado se vio obligado a aplazar indefinidamente una emisión de cédulas hipotecarias por 500 millones de euros ante el temor generalizado a posibles suspensiones de pagos en el sector, según la agencia Bloomberg. Las entidades se están quedando sin fuentes de financiación y los tipos de interés empiezan a descontar una recesión en EEUU.

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