Es noticia
La Caixa cede en bandeja la gestión de Agbar a Suez
  1. Mercados
  2. Finanzas personales

La Caixa cede en bandeja la gestión de Agbar a Suez

La vieja aspiración del Grupo Suez de hacerse con la gestión de Aguas de Barcelona SA (Agbar), tradicionalmente en manos de La Caixa, se está haciendo

Foto: La Caixa cede en bandeja la gestión de Agbar a Suez
La Caixa cede en bandeja la gestión de Agbar a Suez

La vieja aspiración del Grupo Suez de hacerse con la gestión de Aguas de Barcelona SA (Agbar), tradicionalmente en manos de La Caixa, se está haciendo realidad de forma acelerada. Los empleados de la sociedad que trabajan en la fastuosa torre Agbar que desde junio de 2005 le sirve de sede no salen de su asombro: “los que mandan aquí cada día más son los franceses; en realidad mandan ya en casi todo”.

El pasado 1 de octubre, La Caixa y Suez, que controlan ya un 49,79% de Agbar –que forma parte de la cartera industrial de Criteria Caixa Corp., cuya salida a Bolsa está prevista para el próximo miércoles-, presentaron una oferta de compra por la totalidad del capital de la empresa a 27,65 euros por acción.

La decisión de sacar de Bolsa a Aguas de Barcelona fue explicada por los rectores de La Caixa y Suez como un intento de “eliminar los constantes rumores de los últimos meses en torno a eventuales ofertas hostiles sobre Agbar, así como las especulaciones sobre una posible salida del capital del grupo francés”, que actualmente se halla en proceso de fusión con Gaz de France.

La evidencia demuestra que Súez no solo no saldrá de Agbar, sino que parece estar tomando de forma paulatina las riendas de la gestión. “En Aguas se están aplicando los procedimientos y normas de actuación que manda Suez, que está pasando a controlarlo todo, desde la política de fichajes hasta la de inversiones, porque no se hace una inversión sin que antes la vea y apruebe París”, han señalado a este diario fuentes de Agbar.

Desde que Ricardo Fornesa ocupara la presidencia de La Caixa, la entidad de ahorro ha venido aplicando una política consistente en ceder a sus socios la responsabilidad directa de la gestión de las empresas en las que participa, filosofía que se hizo más evidente tras el monumental lío provocado por la fallida OPA de Gas Natural sobre Endesa, un asunto que afectó al propio negocio financiero de La Caixa.

La cesión ante el grupo Suez en Aguas llama, sin embargo, particularmente la atención por varios motivos: porque Agbar es una sociedad que ha estado presidida por el propio Fornesa antes de que pasara a ocupar el sillón de La Caixa, una de esas inversiones –como Abertis- mimadas por la Caja, y porque, además, el anuncio de la fusión de Suez con la pública Gaz de France destapó los rumores de salida de Agbar del socio francés, en razón a que esa fusión iba a estar controlada por el Estado galo.

La presidencia ejecutiva de Agbar está ahora ocupada por Jorge Mercader, ex presidente del INI y un hombre de La Caixa (es vicepresidente segundo de la entidad, además de consejero de Repsol YPF) puesto por La Caixa, mientras la vicepresidencia primera corresponde a Gérard Mestrallet, que a su vez es presidente del Grupo Suez. Hay además otros cuatro consejeros franceses de un total de doce sillones que componen el Consejo de Administración de Agbar.

El accionista mayoritario del grupo Agbar con el 47,87% es el Holding de Infraestructuras y Servicios Urbanos S.A. HISUSA, (participado por Suez al 51%, y por La Caixa al 49%). A su vez, Suez Environnement España cuenta con un 1,81% del capital, de forma que, de manera conjunta, ambos controlan el 49,68%. Otros accionistas significativos son Torreal (Juan Abelló), con el 6,65%, y Pontegadea Inversiones (Amancio Ortega), con el 5%.

La vieja aspiración del Grupo Suez de hacerse con la gestión de Aguas de Barcelona SA (Agbar), tradicionalmente en manos de La Caixa, se está haciendo realidad de forma acelerada. Los empleados de la sociedad que trabajan en la fastuosa torre Agbar que desde junio de 2005 le sirve de sede no salen de su asombro: “los que mandan aquí cada día más son los franceses; en realidad mandan ya en casi todo”.

Agbar