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Santander se hace creíble y se corona en bolsa: así da resultados la "maratón" de Botín
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Beneficio récord y recompra millonaria

Santander se hace creíble y se corona en bolsa: así da resultados la "maratón" de Botín

La entidad se sacude los recelos con los que suele juzgarla el mercado luciendo los méritos de un modelo integrado de negocios que le permite prometer recompras de hasta 10.000 millones en dos años

Foto: Sucursal de Banco Santander. (EFE/Andy Rain)
Sucursal de Banco Santander. (EFE/Andy Rain)
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"Si excluimos Argentina, las cifras son más débiles en comparativa con las estimaciones". Un mensaje de este estilo acompañaba este miércoles las primeras lecturas que hacían los analistas de los resultados de Santander.

El banco que dirige Ana Botín había alcanzado un beneficio récord por tercer año consecutivo, superando los 12.000 millones de euros de ganancias y batiendo con creces las expectativas de los analistas, pero ayudado por un ajuste contable en Argentina que vendría a distorsionar la imagen real.

Este matiz, sin embargo, no ha parecido importar a unos inversores que han acogido las cuentas de la entidad con alborozo, como muestran las ganancias del 8,29% que ha registrado este miércoles y que estiran por encima del 20% sus alzas en 2024 (llevando su cotización a máximos de 16 años en registros ajustados por dividendo).

Durante años, Santander ha cargado con la losa de presentarse ante el mercado como un banco demasiado diversificado, en el que con frecuencia alguna de sus patas cojea y afea la foto general. Es precisamente a ese concepto de conglomerado al que se suele achacar el persistente descuento de valoración del banco español frente a sus competidores y el que viene alimentando en las últimas semanas especulaciones sobre una posible venta en Reino Unido.

Foto: La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y el consejero delegado de la entidad financiera, Héctor Grisi. (Europa Press / Parra)

Al cierre de 2024, sin embargo, Santander se muestra como un conjunto de negocios bien engrasados en el que todas sus unidades son capaces de rendir, incluso aquellas sobre las que existen más dudas (la propia unidad de Reino Unido batió las estimaciones del consenso en un 41%), ofreciendo a su dirección la confianza para exponer ante el mercado planes para repartir hasta 10.000 millones de euros en recompras de acciones durante los dos próximos ejercicios.

Parece lógico achacar la positiva reacción del mercado a una promesa de este calado, que, en combinación con el dividendo ordinario del banco, implicaría distribuir entre sus accionistas alrededor de 16.000 millones de euros en dos años, más de un 20% de su capitalización al cierre de la sesión del martes.

Mejora de estimaciones

Conviene señalar, no obstante, que estos grandes anuncios tienden a tener un efecto pasajero sobre el parqué si no vienen rodeados de una historia convincente. Y ese ha sido, sin duda, uno de los debes más obvios en la evolución de Santander en los últimos años, cuando a menudo analistas e inversores se han mostrado escépticos sobre las sólidas proyecciones del banco.

En esta ocasión, Santander ha puesto sobre la mesa un beneficio para 2025 hasta 1.500 millones de euros superior a la que se venía estimando, con una tasa de rentabilidad en la parte alta de la horquilla de proyecciones anteriores, incluso a pesar del escenario de recortes de tipos que afecta a Europa (calculan un impacto de hasta el 6% en el margen de interés en España si los tipos bajan al 2%) y, en menor medida, a Estados Unidos. Y lo que es más importante, con perspectivas de que esta tendencia creciente se extienda en los próximos ejercicios.

"Actualmente asumimos una tasa de crecimiento anual de los ingresos netos entre 2025 y 2027 del 4% (sobre un ingreso neto en 2025 menor al proyectado), que se compara con la previsión de crecimiento de dos dígitos de este año. Si la tendencia persiste, podríamos ver fuertes mejoras de consenso en los beneficios por acción a lo largo del año", apunta Javier Beldarrain, analista de Bestinver Securities.

La entidad proyecta un beneficio para 2025 hasta 1.500 M superior al estimado por el consenso

Podría objetarse, en cualquier caso, que el papel lo aguanta todo y que nada garantiza que estas expectativas se hagan realidad. Es decir, podría seguir mirándose a Santander con el mismo escepticismo con el que se la ha valorado habitualmente. Pero la entidad gestionada por Botín y Héctor Grisi se presenta no solo con un historial reciente de cumplimientos, sino con un posicionamiento estratégico que parece dar fuerza a sus promesas, desde un estricto control de costes que ha permitido mejorar ostensiblemente la eficiencia del grupo a una gestión dinámica de los recursos que le permite poner el foco en aquellas áreas que presentan mejores oportunidades, en detrimento de las aquejadas por incertidumbres de diversa índole.

La sólida capacidad de generación orgánica de capital evidenciada a lo largo del curso y la propia configuración del grupo, que se plasma en un balance menos expuesto a las oscilaciones de los tipos de interés, son otros factores que ahora parecen amplificar su atractivo ante el mercado.

"La credibilidad de la promesa del prestamista está respaldada por las continuas ganancias de eficiencia, ya que la relación coste-beneficio cayó por debajo del 42% en el cuarto trimestre, así como un margen de interés neto mejor de lo esperado, que puede ser más resistente que el de sus pares europeos gracias a su diversificación geográfica", sostienen a este respecto en Bloomberg Intelligence.

Foto: Sucursal de Banco Santander. (EFE/Andy Rain)
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Por supuesto, Santander complementa esta parte más agradable de su historia de inversión con puntos más débiles, que van desde la incertidumbre jurídica en torno a su negocio de financiación de automóviles en Reino Unido a la evolución de la inflación en Brasil, que está obligando al banco central a elevar los tipos (lo que, a diferencia de en otras regiones, resulta perjudicial para su negocio en el país).

Con el escenario global de los tipos de interés y las políticas arancelarias de EEUU amenazando mercados esenciales del banco (México, sin ir más lejos), Santander no tendrá fácil prolongar sus dinámicas positivas de los últimos años.

La propia Ana Botín reconoció ante los analistas que "esperamos volatilidad, incertidumbre y un escenario desafiante el próximo año". Pero, al mismo tiempo, insistió en los méritos de su gestión activa de recursos para recalcar que "nuestros resultados muestran los beneficios de nuestra estrategia, la resiliencia de nuestro modelo de negocios, que nuevamente nos permite cumplir a través del ciclo económico, a pesar de la volatilidad. De cara al futuro, estamos seguros de que nuestra estrategia funciona, es evidente en los números, y que seguirá generando retornos sosteniblemente más altos".

Lo que le falta a Santander es que esa misma confianza acabe arraigando en el mercado. La reacción en bolsa de este miércoles, que le convierte de nuevo en el mayor banco de la eurozona por valor de mercado (más de 80.000 millones de capitalización), parece indicar que va en la buena dirección. Pero como observó su presidenta, "esto es una maratón. No es un esprint". Y la carrera no ha terminado.

"Si excluimos Argentina, las cifras son más débiles en comparativa con las estimaciones". Un mensaje de este estilo acompañaba este miércoles las primeras lecturas que hacían los analistas de los resultados de Santander.

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