Endesa regresa a sus orígenes: más redes y menos renovables para recuperar el terreno perdido

Si la dirección de Endesa hubiese podido escoger el entorno en que debía celebrarse la actualización de su plan estratégico, seguramente habrían deseado que llegara con la polémica en torno al futuro del impuesto extraordinario al sector energético resuelta (a ser posible, con su cancelación). Pero cuando el equipo liderado por José Bogas se presentó este martes ante analistas e inversores, lo hizo aún bajo la sombra de la incertidumbre fiscal. "Es un poco confuso", afirmó el consejero delegado de Endesa.

Durante mucho tiempo, en los mercados, el sector eléctrico ha sido sinónimo de estabilidad. Con ingresos predecibles, poco expuestos al ciclo económico, y elevados dividendos, las compañías de la industria han podido sacar partido, a menudo, de su condición de sustitutivos bursátiles de los bonos, compensando así el lastre de un potencial de crecimiento algo limitado.

Estas condiciones, que Endesa ha plasmado mejor que casi cualquiera de sus rivales (por su concentración geográfica y su mayor exposición relativa a los activos regulados), se han visto profundamente alteradas en los últimos años, conforme el relato de la transición energética y el boom de las renovables han abierto nuevas vías de crecimiento y de incertidumbre.

Si durante mucho tiempo las primeras parecieron compensar con creces los efectos negativos de la inestabilidad asociada a su desarrollo, más recientemente las dudas sobre los ritmos de crecimiento y la rentabilidad de los proyectos han representado un lastre difícil de esquivar para las eléctricas.

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Europa Press

Por eso, no resulta sorprendente que el plan presentado este martes por Endesa haya mostrado la intención del grupo controlado por la italiana Enel de establecer unas bases más confiables, limitando la exposición a los negocios más inciertos –en esencia, más activos regulados y menos renovables– y adoptando supuestos más verosímiles.

"Endesa presentó un plan 2025-27 más realista", destacaban este mismo martes los analistas de RBC, quienes subrayaban la intención de la compañía de elevar su inversión en redes un 45% e incrementar, "por primera vez en muchos años", su base de activos regulados.

Pequeño cambio de rumbo

Endesa, que adopta de este modo una estrategia similar a la que ya han señalado otros grupos del sector, como Iberdrola, encamina ahora una parte mayoritaria de su millonario plan de inversiones (plantea un capex de 9.600 millones de euros hasta 2027) hacia las redes, mientras limita sus inversiones en renovables, buscando oportunidades más selectivas. Los 3.700 millones que piensa destinar a esta partida durante la vigencia del plan suponen un 14% menos que los indicados en el plan anterior.

"Tiene sentido", señala Ángel Pérez, analista de Renta 4, en relación con este "pequeño cambio de rumbo", dada la mayor certidumbre que generan los activos regulados en un momento en el que "entramos en un ciclo fuerte de inversión en este negocio".

La ganancia del 0,83% con la que cerró Endesa en bolsa este martes, en una jornada de tono mayoritariamente negativo, vendría a mostrar que entre los inversores también prima una lectura positiva de los planes de Bogas y su equipo.

JPMorgan cree que los objetivos justifican mejoras de previsiones de hasta doble dígito

Esta buena acogida vendría respaldada por las cifras con las que Endesa ha acompañado su estrategia, con estimaciones de ebitda y beneficio superiores a las que venía manejando el consenso. "Los objetivos principales del plan estratégico implicarían mejoras de un dígito medio a dos dígitos en el consenso de Bloomberg y, por lo tanto, deberían tomarse como algo positivo", corroboran en JP Morgan.

El banco estadounidense resalta, además, que la compañía que dirige José Bogas habría fundado estas estimaciones en criterios más fiables que los de planes anteriores. "Los objetivos se establecen en función de supuestos de precios de energía al por mayor que están en línea con los futuros actuales y, por lo tanto, creemos que esto reducirá el nivel de escepticismo que el plan estratégico de Endesa generalmente enfrenta con el objetivo de márgenes integrados en los años finales", resaltan en la entidad.

Obviamente, como cualquier plan a largo plazo, estos supuestos pueden resultar discutibles. Sin ir más lejos, algunas firmas han puesto en cuestión la hipótesis de que la remuneración de los activos regulados vaya a alcanzar el 7,5% y señalan que, previsiblemente, el consenso adoptará una posición algo más cauta que la señalada por la dirección del grupo.

Para Endesa, el escenario cambiante creado por las políticas de transición energética no ha resultado especialmente cómodo. Aunque actualmente se mueve en zona de máximos históricos (en registros ajustados por dividendo), sus rendimientos bursátiles en los últimos cinco años caen muy por detrás de los de sus principales competidores. Con el regreso a un escenario de mayor certidumbre, basado en una apuesta más decidida por las redes y los activos regulados, la compañía podría estar señalando el retorno a unas reglas de juego con las que se ha mostrado más capaz de competir de tú a tú con sus rivales.