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Historia de dos mercados: así agranda Trump la brecha entre Wall Street y las bolsas europeas
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Perspectivas divergentes

Historia de dos mercados: así agranda Trump la brecha entre Wall Street y las bolsas europeas

El regreso a la Casa Blanca del político republicano crea expectativas divergentes para ambos mercados, que apuntan a mantener los índices europeos a la zaga de sus homólogos de EEUU

Foto: (Reuters/Andrew Kelly)
(Reuters/Andrew Kelly)
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A lo largo de los últimos años han sido varias las ocasiones en que los expertos han creído ver razones para una revancha de las bolsas europeas frente a Wall Street. Tras un largo periodo de rendimiento notablemente superior por parte del mercado bursátil estadounidense, cambios como los generados por las subidas de los tipos de interés desde 2022 han creado un escenario en el que muchos han creído ver las bases para que Europa recuperara algo del terreno perdido.

La realidad, sin embargo, es que, más allá de pequeños tramos en los que el sorpasso pareció posible, las bolsas del viejo continente han seguido moviéndose a la zaga de la meca de la inversión, favorecida por la inigualable pujanza de sus gigantes tecnológicos.

Ahora, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales celebradas este martes en Estados Unidos no hace sino agrandar la brecha entre ambos mundos financieros, alimentando una sensación muy extendida de que Wall Street seguirá pisando con mucho mayor firmeza que las bolsas europeas.

La sesión de este miércoles ha dado claras muestras de cómo se plasma esa división, con los grandes índices estadounidenses celebrando con sólidas alzas el resultado electoral, mientras los números rojos se extendían por la práctica totalidad de las grandes plazas europeas.

Foto: Pantallas de cotización en la Bolsa de Madrid. (Europa Press/ Fernando Sánchez)

Mientras los inversores estadounidenses parecen relamerse de nuevo con las perspectivas de una política de Trump basada en la reducción de la regulación y las bajadas de impuestos, Europa languidece ante la previsión de una guerra arancelaria que podría golpear a algunas de sus principales industrias. "Un arancel universal del 10% provocaría una fuerte caída de las exportaciones de la eurozona y afectaría al crecimiento de la eurozona en un 1,5% en los próximos años, lo que significa que la economía probablemente experimentaría un nuevo estancamiento en lugar de continuar por su camino de recuperación", advertían este jueves los analistas del banco holandés ABN Amro.

Un vistazo a los sectores del Stoxx 600 con peor comportamiento en la jornada señala a las claras hacia dónde apuntan los miedos de los inversores europeos. Así, el sector del motor ocupa un papel principal en las caídas, con gigantes como Mercedes o BMW restando alrededor de un 6,5%, mientras que, en el lado opuesto, se desmarca al alza una Stellantis que se siente más protegida de la amenaza tarifaria por su elevada producción en EEUU (no en vano es propietaria de marcas como Chrysler, Dodge o RAM).

Incertidumbre elevada

Distribuidores de bebidas alcohólicas, como Davide Campari, Remy Cointreau o Pernod Ricard tampoco han disfrutado de un día sencillo, moviéndose bajo la reforzada amenaza de los aranceles, y más duro ha sido aún para la industria de las energías renovables, que teme que el regreso de Trump a la Casa Blanca represente un freno a la transición energética en la mayor economía del mundo.

A estas alturas resulta imposible saber cuánto de lo planteado por Trump durante la campaña llegará a traducirse en políticas efectivas ni, en caso de que lo hagan, cuál será su impacto real. También cabe suponer que si, en efecto, acaba optando por una política comercial agresiva, las propias empresas estadounidenses se verían igualmente golpeadas por los efectos de la misma.

Pero la sensación imperante es que en cualquier lucha de este tipo serían las empresas europeas las que tendrían más que perder, tanto por el menor dinamismo de su economía interior como por contar con una vocación exterior mucho más marcada.

Foto: Donald Trump, ganador de las elecciones en EEUU. (Efe / Herrera-Ulashkevich)

En este sentido, resulta ilustrativo el descenso registrado este miércoles por las acciones de BBVA, golpeadas principalmente por la posibilidad de que Trump reabra sus disputas comerciales con México, afectando a la economía de un país del que el banco español obtiene más de la mitad de sus beneficios.

El anterior mandato de Trump representa un ejemplo muy cercano de cómo algunas de las ideas básicas con las que suele recibir el mercado a un nuevo gobernante pueden darse la vuelta con el paso de los meses. Sin ir más lejos, sus primeros cuatro años en la Casa Blanca no fueron, ni mucho menos, negativos para el sector de energías renovables, como tampoco fueron la panacea que algunos auguraban para las petroleras.

Y en las suposiciones que parecen estar guiando actualmente las decisiones de los inversores hay muchas cosas que podrían salir mal. Pero para las bolsas europeas queda un escenario plagado de amenazas del que difícilmente podrán salir bien paradas.

La influencia de la política de Trump en los tipos es otro riesgo obvio para la eurozona

Incluso en un escenario especialmente favorable (y a primera vista poco probable), en que la guerra arancelaria quede aparcada y Trump mantenga suficiente apoyo a la OTAN como para que los gobiernos europeos no se vean obligados a un gasto ingente en defensa que ponga a prueba sus maltrechas finanzas, la región podría verse forzada a lidiar con un escenario de tipos de interés más elevados, por influjo de la política estadounidense, que resultaría especialmente gravoso para un área cuyas perspectivas económicas no resultan especialmente alentadoras a medio plazo.

El repunte este jueves de las rentabilidades de los bonos españoles, italianos y franceses, mientras caían las del alemán, es muestra de que los inversores parecen prepararse para tiempos no especialmente benignos para la economía del continente.

En la última década, los rendimientos totales que ha obtenido el S&P 500 más que duplican los de sus homólogos europeos EuroStoxx 50 o Stoxx 600. Si algún inversor albergaba aún alguna esperanza de que esa brecha pudiera cerrarse en el corto plazo, la llegada de Trump a la Casa Blanca parece razón suficiente para descartarlas.

A lo largo de los últimos años han sido varias las ocasiones en que los expertos han creído ver razones para una revancha de las bolsas europeas frente a Wall Street. Tras un largo periodo de rendimiento notablemente superior por parte del mercado bursátil estadounidense, cambios como los generados por las subidas de los tipos de interés desde 2022 han creado un escenario en el que muchos han creído ver las bases para que Europa recuperara algo del terreno perdido.

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