El calentón bursátil de Grenergy: ¿un oasis en el desierto de las empresas de energías renovables?
La decidida apuesta de la compañía por un proyecto de almacenamiento de energía en Chile ha dado un fuerte impulso a su historia de inversión en medio de las dudas del sector
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"Débiles" o "sin sorpresas" son algunos de los calificativos que más se repitieron este lunes en los análisis de los resultados de Grenergy. El grupo que dirige David Ruiz de Andrés informó de una caída de sus ingresos en el primer semestre del 15% y un recorte del beneficio del 89% que evidencian que no ha sido ajena al impacto de los bajos precios de la electricidad en España, que han hechos estragos en el sector a lo largo del ejercicio.
Sin embargo, para Grenergy, a diferencia que para muchos de sus competidores, estas dificultades no han dejado una huella marcada en bolsa. Más bien al contrario. Mientras grupos como Solaria, Acciona Energía o Soltec pasean sobre el parqué las heridas de las expectativas incumplidas, la cotización de Grenergy se mueve en sus niveles más elevados desde 2022, tras duplicar su precio en los últimos 12 meses.
Una evolución positiva que demuestra que el grupo de Ruiz de Andrés ha sido capaz de revestir su historia de inversión de elementos que resultan más confiables para los inversores. Un logro que los expertos no dudan en achacar a su posición en el desierto de Atacama (Chile) y su apuesta por el mercado del almacenamiento de energía.
"Con Oasis Atacama, Grenergy buscó posicionarse en las baterías antes que nadie, un movimiento valiente cuando el sector todavía dudaba sobre su rentabilidad", señala Eduardo Imedio, analista de Renta 4, quien considera que los resultados, hasta el momento, de este movimiento vienen a mostrar lo acertado de la apuesta. "Viendo las fuertes bajadas de precio que están teniendo las baterías, la apuesta de Grenergy fue claramente acertada, puesto que lanzar grandes proyectos de solar hibridados con baterías les dio una importante ventaja a la hora de alcanzar acuerdos por el suministro de baterías y la negociación de PPAs que cubriesen una curva de demanda de energía más amplia que los proyectos puramente fotovoltaicos, además de aprovecharse del spread de precio entre el día y la noche".
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Precisamente, este lunes, Grenergy daba otra vuelta de tuerca a esa jugada, con la adquisición a Repsol e Ibereólica de una cartera de 1GW (un proyecto solar de 77MW y 923MW de proyectos solares que se encuentran en distintas fases de desarrollo) por 128 millones de euros, que fue capaz de eclipsar cualquier duda que pudieran haber dejado sus resultados semestrales y dar un impulso a la acción de hasta el 10,93%, que refuerza a Grenergy como uno de los valores más rentables del parqué nacional desde su espectacular estreno en bolsa hace ya algo más de nueve años.
"Oasis Atacama, que ya era el proyecto de baterías más grande de América Latina, tendrá casi el triple de capacidad de almacenamiento tras esta operación. Actualmente, Grenergy tiene un acuerdo con BYD para el suministro de las baterías de las Fases I y II del proyecto. Tras esta operación, Grenergy podrá alcanzar mayores economías de escala y negociar mejores precios para el suministro de las baterías", recalca Imedio, que subraya cómo el menor coste de las baterías frente a lo estimado permite al grupo, al mismo tiempo, ampliar su capacidad de almacenamiento (de 5 a 6 horas) sin necesidad de incrementar la inversión.
Valoraciones dispares
Desde que presentó este proyecto, hace cerca de un año, Oasis Atacama ha condicionado casi por completo la historia de inversión de Grenergy, prácticamente eclipsando el resto de líneas de negocio. El pasado julio, sin ir más lejos, Bank of America iniciaba la cobertura de la compañía, aconsejando comprar sus acciones y dándole un potencial superior al 70%, por las perspectivas favorables de este proyecto.
"Si bien existen riesgos de ejecución inherentes al comprar una empresa pequeña que está cambiando drásticamente su alcance (capex de 1.400 millones de dólares en Atacama frente a una capitalización de mercado de 800 millones de euros), creemos que las recompensas superan los riesgos", señalaban entonces los analistas del banco estadounidense, que resaltaban la posibilidad de que Grenergy pudiera expandir su negocio de baterías por EEUU, así como "buscar la hibridación en su mercado doméstico español".
A juzgar por la evolución de la cotización en los últimos meses, parece obvio que el potencial de esta actividad ha resultado convincente para los inversores, que han llevado a Grenergy a convertirse de nuevo en una empresa de más de 1.000 millones de euros de capitalización, un hito que ya ha alcanzado varias veces en su historia bursátil y que, hasta la fecha, no ha conseguido afianzar.
Barclays advierte de que el proyecto podría llevar el balance de Grenergy a cotas peligrosas
Con el nuevo movimiento en Atacama, el grupo de Ruiz de Andrés aspira a poner las bases para hacer de esta valoración un punto de partida hacia nuevas metas. Al fin y al cabo, si Bank of America cifraba en julio en 51 euros su precio objetivo (un 35,8% por encima de su cierre de este lunes), otras firmas como RBC le otorgan un margen de mejora aún superior, de casi el 60%, hasta los 60 euros.
Pero lo cierto es que no todos los expertos se muestran tan confiados. Al fin y al cabo, el de las renovables es un terreno plagado de promesas incumplidas y el mercado de las baterías es un área de negocio incipiente cuya rentabilidad futura está envuelta en una gran incertidumbre, lo que explica que las valoraciones que le otorgan las firmas de análisis muestren una brecha de hasta el 100%, con Barclays valorando sus títulos en apenas 30 euros.
Para el banco británico, el movimiento de Atacama anunciado este lunes tiene sentido, pero expone al grupo a un riesgo creciente tanto por su exposición a un único país (Chile), como por su impacto en un balance que consideran ya demasiado estirado. "Es poco probable que esta transacción sea acretiva para el capital desde el principio, ya que más del 90% de los activos están en etapas iniciales (inicio de la operación comercial esperado en 2026 y 2027, asumiendo que no haya demoras) y la deuda neta se verá afectada negativamente en 50 millones de dólares en 2024 y 78 millones en 2025, lo que agravando el balance general ya estirado, en nuestra opinión, ya que vemos que el apalancamiento del grupo aumentó rápidamente a 6,6 veces ebitda en el primer semestre de 2024 frente a 5,6 veces en el primer semestre de 2023", señala la entidad británica, que en otras ocasiones ha planteado el riesgo de que la compañía se vea forzada a ampliar capital para abordar el problema de la deuda, tal y como ya hizo en 2022.
Estas dudas, de momento, no parecen estar retrayendo el apetito inversor, que parece confiado en que el grupo logrará cubrir sus necesidades de inversión a través de la rotación de activos, que tan buenos resultados le ha dado a lo largo de los años. Pero muestran que Grenergy tendrá que seguir hilando fino para evitar que lo que hoy el mercado valora como un oasis en el desierto de las renovables acabe convertido en un doloroso espejismo.
"Débiles" o "sin sorpresas" son algunos de los calificativos que más se repitieron este lunes en los análisis de los resultados de Grenergy. El grupo que dirige David Ruiz de Andrés informó de una caída de sus ingresos en el primer semestre del 15% y un recorte del beneficio del 89% que evidencian que no ha sido ajena al impacto de los bajos precios de la electricidad en España, que han hechos estragos en el sector a lo largo del ejercicio.