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Cosentino busca los 3.000 M en bolsa: una valoración ambiciosa para una firma sin comparable claro
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Cosentino busca los 3.000 M en bolsa: una valoración ambiciosa para una firma sin comparable claro

El intento de salto al parqué del grupo almeriense evidencia, en cierto modo, un cambio de escenario para la financiación de las empresas

Foto: Foto: EC Diseño.
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Cosentino se suma a la lista de compañías candidatas a dar el salto a la bolsa. Poco después de que este periódico diera a conocer los planes de Cabify en este sentido, este jueves se ha conocido que el grupo almeriense líder en superficies de diseño para la arquitectura y el hogar ha contratado los servicios de Goldman Sachs y JPMorgan para explorar un salto al parqué que podría producirse ya este verano, según ha adelantado este jueves el diario Expansión.

Es obvio que la operación aún debe superar una larga lista de obstáculos para llegar a buen término –las quinielas de candidatos que han acabado hechas trizas se cuentan por decenas en el último lustro–, pero la simple intención de Cosentino de dar el salto a la bolsa ya supone un hito digno de mención, tras un largo periodo de escasez de estrenos en el mercado español (en 2022 solo se produjo el estreno de Opdenergy).

A lo largo de los últimos años han sido varias las ocasiones en las que los hermanos Martínez-Cosentino, dueños de la empresa, han sido interrogados sobre una eventual salida a bolsa que, hasta ahora, había sido siempre descartada. Sin embargo, ahora confluyen diversos factores que podrían justificar un movimiento en este sentido.

Foto: Entrada a la sede de Cosentino en Almería.

Al fin y al cabo, el grupo andaluz ha experimentado en los últimos años un notable crecimiento de su negocio, con una intensa actividad internacional, que también ha requerido importantes inversiones, como las destinadas a la ampliación de sus instalaciones en Cantoria (Almería), declarada de Interés Autonómico por parte de la Junta de Andalucía. En esa tesitura, una colocación en bolsa aparece como una opción obvia para abrir una nueva vía de financiación con la que sufragar esa estrategia de crecimiento.

Es cierto, no obstante, que en los últimos años ha sido una vía pocas veces exploradas por unas compañías que han tenido ante sí alternativas más atractivas. Pero, los planes de Cosentino llegan en un momento de restricción del crédito bancario, como consecuencia de las subidas de tipos ejecutadas por el BCE. Una realidad que también ha limitado el poder de los fondos de capital riesgo, que tantas veces en los últimos años han doblado el pulso a las bolsas cuando se ha tratado de atraer a empresas en proceso de venta. Las pretensiones de los Martínez-Cosentino de seguir conservando el control de la empresa también favorecen la opción de la bolsa frente a otras vías.

La del Grupo Cosentino es una historia de éxito que suele explicarse a través de un fracaso. El que representó hace más de 40 años Marmolstone y acabó dando pie a un ejercicio de innovación del que surgió Silestone, un tipo de compuesto basado en cuarzo y que ha sido el eje del impulso comercial registrado por el grupo en los últimos años y que le ha llevado a vender sus productos en más de un centenar de mercados.

El principal comparable de Cosentino ha perdido casi la mitad de su valor en bolsa en un año

Tras capear con entereza los efectos de la pandemia, Cosentino cerró el ejercicio 2021 con ingresos de 1.401 millones de euros, un ebitda de 275 millones y 104 millones de beneficio neto, cifras superiores en un 30, un 29 y un 59%, respectivamente, a las del ejercicio previo.

Con esos números como presentación –y en espera de conocer los datos correspondientes a 2022–, Cosentino estaría buscando valoraciones en bolsa de hasta 3.000 millones de euros, que supondrían un múltiplo respecto al último ebitda conocido de alrededor de 11 veces y la convertiría en una de las 40 mayores cotizadas de la bolsa española. Frente a la inquietud que puede derivarse del frenazo del mercado inmobiliario a escala internacional, el grupo almeriense presenta unas tasas de crecimiento y una diversificación en regiones y vías de negocio que, hasta la fecha, parecen resguardarle de las dificultades.

El de Cosentino no es un sector muy estandarizado, en el que sean sencillas las comparaciones entre distintos negocios. Pero usualmente se suele señalar al grupo israelí Caesarstone como el más asimilable a la compañía española. Una comparativa que, a tenor de lo acontecido en los últimos meses, no arroja una imagen muy prometedora para Cosentino: en el último año, las acciones de Caesarstone han acumulado pérdidas cercanas al 50% y, en cinco años, el desplome supera el 70%, lo que le ha dejado con un valor de empresa sobre ebitda de poco más de cinco veces.

Foto: Vista de las instalaciones del Grupo Cosentino en Cantoria. (EFE/Carlos Barba)

Conviene señalar, no obstante, que ni el tamaño, ni la evolución de sus cuentas, ni su posición financiera muestran a día de hoy una imagen tan robusta como la del grupo almeriense, por lo que la comparativa puede resultar bastante inexacta. En cambio, otros grupos dedicados al suministro de productos para construcción, como la estadounidense Masco o la japonesa Toto sí han logrado, tras un 2022 muy difícil (en medio de los temores sobre la evolución de la economía), enderezar su rumbo bursátil en las últimas semanas, alcanzando múltiplos sobre ebitda más próximos a los dos dígitos que pretende Cosentino.

Como exponente de un modelo de empresa tan arraigado en España como el de la empresa familiar, es fácil imaginar que la operación de Cosentino será seguida de cerca por otros grupos que puedan estar considerando que, en las circunstancias actuales, la salida a bolsa puede ser la opción más válida para apuntalar sus estrategias de crecimiento.

A la compañía almeriense le quedan aún muchos números por hacer y muchos procesos por superar antes de poner el pie en el parqué si finalmente se decide a hacerlo. De su éxito pueden depender buena parte de las opciones de que la bolsa española recupere una posición clave en el desarrollo empresarial del país.

Cosentino se suma a la lista de compañías candidatas a dar el salto a la bolsa. Poco después de que este periódico diera a conocer los planes de Cabify en este sentido, este jueves se ha conocido que el grupo almeriense líder en superficies de diseño para la arquitectura y el hogar ha contratado los servicios de Goldman Sachs y JPMorgan para explorar un salto al parqué que podría producirse ya este verano, según ha adelantado este jueves el diario Expansión.

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