Es noticia
Repsol: una venta que refuerza su valoración, pero con méritos por probar
  1. Mercados
  2. El Valor Añadido
Coloca el 25% de 'upstream'

Repsol: una venta que refuerza su valoración, pero con méritos por probar

La venta del 25% del 'upstream' refuerza los planes del grupo para su giro verde, pero las dudas sobre el éxito de esa estrategia no quedarán resueltas a corto plazo

Foto: Foto: EC.
Foto: EC.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Repsol ha marcado un nuevo hito en un año llamado a resultar crucial para la compañía que preside Antonio Brufau. El grupo petrolero ha confirmado este miércoles la venta de una participación del 25% de su negocio de ‘upstream’ a EIG.

La operación supondrá un desembolso para el fondo estadounidense de unos 3.400 millones de dólares, a los que se sumarían otros 1.400 millones correspondientes a la deuda asumida por esta participación. En total, la transacción implica valorar el conjunto del negocio de exploración y producción de Repsol en unos 19.000 millones de dólares (unos 19.180 millones de euros), deuda incluida.

La noticia no ha servido a Repsol para esquivar las caídas en la mañana de este miércoles, con el sector aún penando por la debilidad que muestran los precios del petróleo, ante las débiles perspectivas económicas, y los rumores de nuevos impuestos a escala europea.

El precio de venta supera con creces las valoraciones que daba el mercado a la división

Estos recortes, que han llegado a rondar hasta el 2% en algunos momentos de la sesión, no ocultan, sin embargo, las buenas sensaciones que deja una operación que parece encajar a la perfección en la estrategia que se ha marcado el grupo petrolero español. Repsol tiene como objetivo crítico convertirse en un operador energético bajo en carbono y los fondos obtenidos con esta nueva venta —como antes del verano con la desinversión en un 25% de su negocio de renovables— tienen el potencial de hacer esa transición mucho más cómoda.

Las valoraciones alcanzadas superan, además, el rango de valoraciones que el mercado venía otorgando a esta división, que se situaba entre los 14.000 y 18.000 millones de euros, lo que prueba que el momento escogido por Repsol para llevar a cabo la operación ha resultado especialmente acertado, dada la convulsa situación que se vive en los mercados energéticos.

Foto: EC.

Al valorar el plan de Repsol para llevar a cabo su giro verde han sido frecuentes los recelos sobre su capacidad para efectuar este movimiento sin poner en aprietos su balance. Con sus últimas operaciones de desinversión, unidas a la buena marcha reciente del negocio, la compañía parece haberse garantizado recursos suficientes para llevar a cabo una parte sustancial de sus inversiones en renovables y ni siquiera comprometer su capacidad para mantener un dividendo atractivo. Al menos, a corto plazo.

Porque es obvio que con esta transacción Repsol estaría sacrificando flujos de caja presentes, en una división ya madura como la de exploración y producción, en pos de un crecimiento futuro que aún quedaría por probar, en el negocio de renovables. Al fin y al cabo, este último es un mercado en el que son muchos —cada vez más— los actores en liza y las rentabilidades siguen pendiendo de factores volátiles e inciertos.

Las últimas ventas muestran que el mercado apenas valora los negocios de refino o 'marketing'

Estas cuestiones ya fueron puestas sobre el tapete hace unos meses por los analistas de Bank of America, cuando, al hilo de las primeras informaciones sobre la posible venta de un 25% del negocio de ‘upstream’, advirtieron de que el flujo de caja libre acumulado hasta 2025 podría reducirse en hasta un 30% y aún más si se destinara parte de los fondos obtenidos en la compra de renovables. "En ese caso, nuestra previsión de flujos de caja libre a partir de 2024 podría revisarse aún más a la baja y poner en riesgo la remuneración de los accionistas del grupo un poco más a largo plazo", indicaban.

La mejora del precio de venta respecto a los cálculos de Bank of America —entonces valoraban la división en unos 13.600 millones de dólares— atenuará estos temores, a buen seguro. Pero conviene no perder de vista que toda la estrategia de desinversión efectuada por Repsol en los últimos tiempos solo podrá recibir un aprobado rotundo si las posteriores inversiones así lo justifican.

A falta de eso, lo que sí puede encontrar Repsol en esta venta es una razón más para tratar de convencer a los inversores de la escasa lógica de la valoración que le otorgan actualmente. Al fin y al cabo, como observan desde Bernstein, la suma de los negocios de 'upstream' y renovables, según las últimas operaciones de compraventa, rondaría los 23.400 millones de euros, casi un 95% del valor de empresa actual de Repsol (que se sitúa en torno a los 25.200 millones, incluyendo deuda). Es decir, el mercado estaría valorando en menos de 2.000 millones los negocios de refino, marketing y química, áreas que solo en el primer semestre de 2022 ya generaron un ebitda de alrededor de 2.500 millones de euros.

Repsol ha marcado un nuevo hito en un año llamado a resultar crucial para la compañía que preside Antonio Brufau. El grupo petrolero ha confirmado este miércoles la venta de una participación del 25% de su negocio de ‘upstream’ a EIG.

Repsol Antonio Brufau
El redactor recomienda