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Un futuro en solitario para Air Europa: ¿posibilidad real o farol?
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Un futuro en solitario para Air Europa: ¿posibilidad real o farol?

Las esperanzas de recuperación del negocio en 2022 respaldan las opciones de Air Europa de mantenerse en solitario, pero los desafíos aún son elevados

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El futuro de Air Europa parece hoy más incierto que nunca. Mientras IAG deshoja la margarita en busca de opciones satisfactorias para hacerse con el control de la aerolínea, el Gobierno se muestra abierto a tomar una participación significativa en su capital, tras concederle durante la pandemia sendos préstamos por valor superior a 600 millones de euros. Y entre medias, el presidente y fundador del grupo aéreo, Juan José Hidalgo, ha alzado la voz en declaraciones a El Confidencial para dejar claro que el futuro de Air Europa será el que él decida.

De hecho, en sus declaraciones Hidalgo señala claramente que la perspectiva más probable para Air Europa pasa por continuar operando en solitario, una vía que el mercado casi había dado por cerrada. Con tan solo una semana por delante para que venza el plazo que se dieron la aerolínea de Globalia y la matriz de Iberia para negociar un nuevo acuerdo, tras la cancelación del anterior, Hidalgo ha querido dejar claro que no está en una situación crítica para transigir con un acuerdo que no cumpla sus expectativas.

El movimiento puede entenderse fácilmente como un intento de reforzar su poder de negociación y obligar a IAG a rascarse el bolsillo si quiere hacerse con una aerolínea, cuyo atractivo estratégico para el grupo hispano-británico nunca ha estado en discusión. El problema es que la crisis del coronavirus ha supuesto tanto para IAG como para Air Europa (del mismo modo que para la práctica totalidad del sector) un contratiempo muy gravoso, que ha dejado sus respectivos balances en una situación delicada. Tanto como para que en el mercado se mire con recelo la posibilidad de que la compañía que dirige Luis Gallego asuma, para cerrar la adquisición, cualquier desembolso en la coyuntura actual.

En el mercado, se vería con dudas cualquier acuerdo que suponga salida de caja para IAG

“No es posible poner un precio a Air Europa, porque se desconoce cuál es su situación real. Pero, 'a priori', cualquier acuerdo que suponga salida de caja de IAG para comprar otra compañía que seguramente necesitaría también liquidez lo vería como negativo”, afirma al respecto Rafael Bonardell, analista de Banco Sabadell.

Hasta la fecha se ha asumido que si, en efecto, el acuerdo con IAG acaba resultando imposible, a Air Europa solo le quedarían las alternativas de buscar un nuevo enlace (aunque las dificultades que atraviesa el sector en su conjunto no haría de esta una vía más sencilla que la de IAG) o apelar al soporte público para evitar su disolución. Pero Hidalgo plantea que un buen final de año y los 75 millones de indemnización que IAG ha abonado a la compañía por la ruptura del pacto previo dan al grupo el margen suficiente para seguir operando por su cuenta. Una expectativa que vendría respaldada por la idea de que 2022 puede ser, esta vez sí, un año de recuperación sostenida de la actividad.

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La esperanza de que ómicron pueda revelarse como el principio del fin de la fase pandémica del coronavirus y las primeras noticias de retiradas de las recientes restricciones en distintas zonas de Europa alientan una visión algo más confiada sobre el futuro más inmediato. Y esto ya se viene reflejando en las proyecciones de los analistas para 2022, que tras un largo periodo a la baja, vienen mostrando desde hace semanas cierta estabilización y, en algunos casos, como el de IAG, ligeras mejoras en las expectativas de ingresos y ebitda.

“Se espera que el aumento de la cobertura de vacunas, particularmente en las grandes economías que proporcionan gran parte de la base para la demanda de viajes aéreos, junto con la relajación de las restricciones fronterizas, impulsen un repunte material en el tráfico”, señalaban recientemente los analistas de la agencia de calificación Fitch en un informe sobre el sector aéreo europeo.

La dependencia de viajes trasatlánticos penaliza sus perspectivas de recuperación

No obstante, parece evidente que Air Europa encara este escenario con una serie de cartas poco favorecedoras. La más obvia es la elevada deuda con la que está llamada a salir de la crisis, porque, aunque es cierto que no tendrá que empezar a devolver el préstamo del Estado hasta marzo de 2024, para un grupo que en el último ejercicio previo a la pandemia apenas generó un beneficio de 27,7 millones de euros, ese margen no supone ninguna garantía.

A esto se añade la elevada dependencia de Air Europa de los viajes transoceánicos (los vuelos con América supusieron casi dos tercios de sus ingresos en 2019), que se espera que tengan una recuperación notablemente más lenta que los vuelos de radio corto.

Y para terminar de configurar un escenario poco propicio para quienes se mueven con el oxígeno contado, hay que tener en cuenta que el negocio se expone actualmente a un entorno de elevada incertidumbre, en el que no se pueden descartar nuevos episodios de restricciones a los viajes por posibles rebrotes del virus, el previsible incremento de los costes energéticos y una expectativa de recuperación de la actividad en la que no se concibe la vuelta a los niveles prepandémicos hasta al menos 2025 (S&P estima que el tráfico en 2022 en los aeropuertos europeos se situará entre el 45 y 65%).

Si el mensaje lanzado por Hidalgo es un farol o no resulta casi imposible de determinar con los datos conocidos hasta el momento. Pero lo que parece seguro es que si el veterano empresario opta por mantener la independencia de Air Europa el futuro del grupo a corto y medio plazo será cualquier cosa menos sencillo.

El futuro de Air Europa parece hoy más incierto que nunca. Mientras IAG deshoja la margarita en busca de opciones satisfactorias para hacerse con el control de la aerolínea, el Gobierno se muestra abierto a tomar una participación significativa en su capital, tras concederle durante la pandemia sendos préstamos por valor superior a 600 millones de euros. Y entre medias, el presidente y fundador del grupo aéreo, Juan José Hidalgo, ha alzado la voz en declaraciones a El Confidencial para dejar claro que el futuro de Air Europa será el que él decida.

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