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Vivendi, a por el control de Prisa: un impulso a la gobernanza que no elimina los desafíos
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Subidas en bolsa en torno al 20%

Vivendi, a por el control de Prisa: un impulso a la gobernanza que no elimina los desafíos

La intención de Vivendi de alcanzar hasta el 29,9% del capital de Prisa puede permitir al grupo galo y a Amber trazar, sin interferencias, el giro estratégico de la matriz de 'El País'

Foto: EC
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Vivendi ya se ha decidido a mover ficha en Prisa. Nueve meses después de irrumpir en la compañía matriz del diario ‘El País’, el grupo de medios francés ha dado un paso que tiene poco de sorprendente, al solicitar oficialmente la autorización para elevar su participación hasta el 29,9%.

La noticia, conocida en la tarde del lunes, ha sido bien acogida por los inversores, que han premiado a Prisa con subidas en bolsa que han rozado el 20%. Sin duda, la ofensiva de Vivendi, si recibe -como cabe esperar- la autorización preceptiva, introducirá un elemento de presión por el lado de las compras que debe dar un nuevo aliento a la alicaída cotización de la compañía española.

El grupo francés declaraba en el comunicado remitido el lunes a la CNMV que no tiene ningún acuerdo ni mantiene negociaciones con ninguno de los actuales accionistas de Prisa para una compra de sus acciones, pero parece obvio que en el tiempo transcurrido desde su entrada ha tenido tiempo para pulsar los ánimos de los inversores institucionales que se mantienen desde hace años atrapados en el consejo del grupo y que podrían ver en este movimiento la ocasión de abandonar una aventura que se ha revelado muy poco rentable.

Nombres como Al Thani, Slim o Alcántara figuran entre los vendedores más probables

Nombres como los de Al Thani (5,1%), Carlos Slim (4,3%) o Roberto Alcántara (4%) aparecen entre los potenciales vendedores más obvios para que Vivendi pueda alcanzar un objetivo que difícilmente sería posible apelando únicamente a los minoristas, que apenas controlan un 25% del capital. Más dudas genera la posición que pueda adoptar Telefónica, que si bien podría profundizar en su reciente estrategia de desinversiones también podría optar por mantener unas acciones que le dan cierta influencia en el mundo de los medios y que en ningún caso le van a suponer unos ingresos significativos para su operativa.

El refuerzo de Vivendi, como antes su aterrizaje, se entiende que llega con el beneplácito del hasta ahora mayor accionista del grupo, el fondo Amber, controlado por Joseph Oughourlian, a la sazón, presidente de Prisa. De alcanzar sus objetivos, ambas compañías, que ya han mostrado un alto grado de entendimiento en anteriores operaciones (en el grupo francés de medios Lagardère) alcanzarían una posición cercana al 60% del capital, lo que supondría apuntalar su capacidad para dirigir el rumbo de una compañía que está inmersa en una compleja y crucial estrategia de reordenación, tras años de profundas dificultades en las que se ha llegado a poner en cuestión, incluso, su viabilidad.

Foto: Instalaciones del Grupo Prisa. (Wikipedia)

En este largo y turbulento periplo, Prisa ha tenido un gran lastre en su compleja estructura de gobernanza, con un consejo en el que, junto a la familia fundadora, convivían accionistas atrapados tras ser invitados a entrar sin que se les revelaran todas las vulnerabilidades que presentaba el negocio con entidades que se habían visto obligadas a convertir en acciones unos créditos que habían tornado en incobrables. Los frecuentes desencuentros entre unos y otros accionistas han dado pie a múltiples episodios de tensión, como los revelados a finales de 2020, con un golpe de mano de Amber que forzó la salida del anterior presidente, Javier Monzón, que contaba con el respaldo de Banco Santander.

Las complejidades financieras y estructurales a las que se enfrenta Prisa, con un plan de segregación y revitalización de sus principales áreas de negocio (medios y educación), y que se han visto agravadas por la crisis actual, otorgan una importancia adicional a la posibilidad de contar con una única voz poderosa en las decisiones clave, que fije un rumbo claro, sin continuas interferencias y golpes de timón.

Además, el interés de Vivendi por aumentar su apuesta por Prisa encierra otras lecturas positivas. “Creemos que tener a Vivendi como accionista ancla de Prisa es una buena noticia por varias razones: 1) aporta ‘know-how’ industrial tanto a los medios como a los negocios editoriales; 2) también aporta músculo financiero, disipando cualquier inquietud sobre el balance a medio plazo en Prisa; y 3) agrega un ángulo especulativo de fusiones y adquisiciones a largo plazo a la historia bursátil de Prisa”, sostienen en Alantra.

Y por debajo de esto quedan por definir las implicaciones editoriales que puede tener el movimiento. No en vano, Vicent Bolloré, el magnate que controla Vivendi, se ha mostrado a lo largo de su carrera como un empresario con cierta tendencia a intervenir en el rumbo de sus medios y con clara inclinación hacia las políticas conservadoras. No en vano, su cadena CNews ha sido la principal plataforma que ha impulsado a la gran revelación de la ultraderecha francesa, Éric Zemmour. Con tales precedentes, hay razones para pensar que pueda suponer, al menos, un freno a los postulados más izquierdistas de la redacción de 'El País'.

Vivendi puede aportar conocimientos estratégicos y músculo financiero a Prisa

Pero nada de esto puede interpretarse como un antes y un después en la historia de Prisa. “La situación es la que es. Latinoamérica, que es un mercado clave para Prisa, está como está y el negocio de los medios en España tampoco tiene una situación muy boyante. Vivendi no es el primo de Zumosol, no va a solucionar de buenas a primeras todos los problemas del grupo”, observa Manuel Lorente, analista de Mirabaud, quien se confiesa cansado de hacer desde hace años “múltiples elucubraciones sobre cómo podría afectar uno u otro movimiento en Prisa, que al final solo han resultado en más dilución para el accionista”.

No es de extrañar, por tanto, que, pese a la lectura positiva que se ha hecho del movimiento de Vivendi, la mayor parte de las casas de análisis hayan optado por mantener la cautela en su visión de Prisa, con firmas como Alantra, Mirabaud o Intermoney reiterando su consejo ‘neutral’. “Para tener una visión más favorable necesitas mostrar mejoras operativas, apretarte por el lado de los costes, tener una estrategia mejor definida… Mientras no se vea eso, estas noticias supondrán un impulso limitado”, indica Lorente.

Este martes, al cierre de la sesión, Prisa ha presentado sus resultados del tercer trimestre. En ellos puede haber más pistas de cómo debe valorar el mercado al grupo español de medios que en el comunicado de Vivendi.

Vivendi ya se ha decidido a mover ficha en Prisa. Nueve meses después de irrumpir en la compañía matriz del diario ‘El País’, el grupo de medios francés ha dado un paso que tiene poco de sorprendente, al solicitar oficialmente la autorización para elevar su participación hasta el 29,9%.

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