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IAG y Amadeus: márgenes de seguridad ante la persistente incertidumbre del turismo
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Resultados del primer trimestre

IAG y Amadeus: márgenes de seguridad ante la persistente incertidumbre del turismo

Las cuentas presentadas este viernes ofrecen pocas evidencias sobre la recuperación del negocio pero sí refrendan la buena posición del balance de ambos grupos para resistir

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A escasos días para el fin del estado de alarma en toda España, el incremento de los ritmos de vacunación y unas tasas de contagios contenidas mantienen vivas las expectativas de que el país se encuentre inmerso en el camino para dejar atrás la pandemia y que la progresiva normalización de las actividades permita disfrutar de un verano con limitadas restricciones. Un punto este que resulta esencial para la reactivación de una economía fuertemente dependiente del turismo estival y que observa con esperanza la mejora que también se desprende de los datos de los países europeos.

En estas circunstancias se han presentado este viernes ante el mercado IAG y Amadeus para dar a conocer las cuentas del primer trimestre, de las que ciertamente se extraen pocas cifras para ser positivo. El primer trimestre del año se presentaba ya desde el inicio como un escenario aún poco propicio para la actividad turística y la evolución de la pandemia acabó empeorando los pronósticos.

Es así que los calificativos de "muy débiles" o "pobres" se han hecho un lugar relevante en el análisis de las cifras de ambas compañías, que han sido recibidos, con todo, de forma muy dispar por parte de los inversores, que han premiado con alzas superiores al 2,5% las pérdidas registradas por Amadeus, mientras golpean a IAG con caídas moderadas, de apenas el 0,2% a media sesión.

Las compañías apenas aprecian ligeras mejoras de actividad de cara al segundo trimestre

No cabe extraer de esto demasiadas conclusiones, puesto que el rumbo de ambas compañías ha sido extremadamente divergente desde el inicio de año. Si el holding aéreo que agrupa a British Airways, Iberia y Vueling se sitúa entre los mejores del año en el Ibex, con ganancias que superan el 30%, la compañía que dirige Luis Maroto destaca en el lado opuesto, como uno de los pocos valores del índice que registra pérdidas en el año, evidenciando que el mercado sigue mostrando dudas sobre el 'timing' de su recuperación.

Unas dudas que difícilmente encontrarán respuesta en los mensajes lanzados este viernes, aunque el aviso de que marzo ha sido el mes más favorable desde el inicio de la pandemia y que esta mejoría parece haberse refrendado a lo largo de abril podría permitirle librarse de parte del escepticismo que le rodea en los últimos tiempos, con los analistas descartando un regreso a niveles de beneficio prepandemia hasta al menos 2024.

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Sin embargo, mensajes como el aportado por la propia IAG, que ha ofrecido unas muy moderadas previsiones de capacidad para el segundo trimestre (apenas un 25%) suponen la más clara advertencia de que el actual sigue siendo un momento muy incierto y que cualquier mejora reseñable en las cuentas de resultados del sector tendrá que esperar al menos un trimestre más. Mientras, los grupos del sector se siguen mostrando remisos a lanzar cualquier orientación sobre sus resultados del presente ejercicio.

Ante esas perspectivas, lo que sí pueden ofrecer ambas compañías a los inversores es la garantía que se desprende de unos balances que parecen a primera vista suficientemente robustos para encarar las dificultades aún por venir. En el que caso de Amadeus, esto se traduce en una mejora de los flujos de caja, tras rebajar los gastos operativos por encima de lo esperado, llevando el plan de ahorro de costes de 550 millones de euros fijado para el periodo 2019-2021 casi a su meta.

La eficiencia en costes de Amadeus y la elevada liquidez de IAG aminoran los riesgos

Por su parte, IAG, pese a seguir quemando caja a velocidad de 175 millones de euros semanales, pudo exhibir un monto de liquidez total de 10.500 millones de euros "que aleja las dudas en este sentido", según remarcan los analistas de Banco Sabadell.

Estas no son fortalezas menores. Pese a las modificaciones de comportamientos que puedan derivarse de la crisis del coronavirus a largo plazo, la recuperación de la industria turística es asumida casi como una certeza una vez que la evolución del covid permita la retirada de la mayor parte de las restricciones a la movilidad. Y grupos como IAG y Amadeus parecen especialmente bien situados para sacar réditos de esa mejora en sus respectivos segmentos de negocio.

El mayor peligro para ambas compañías (y para el resto de sus rivales) es que esa recuperación se siga dilatando, obligando a los grupos a mantenerse a flote en un escenario de limitados ingresos que pueda poner en peligro su estabilidad financiera o, en el mejor de los casos, llevarles a adoptar medidas como ampliaciones de capital con un fuerte efecto dilutivo sobre los actuales accionistas. Dada la magnitud de lo sufrido y las incertidumbres que aún enmarcan el recorrido del sector, nada de esto puede darse por descartado, pero parece evidente que IAG y Amadeus alcanzan esta fase con una situación suficientemente holgada para resistir hasta que lo que hoy son esperanzas empiece a plasmarse en una mejora de sus cifras.

A escasos días para el fin del estado de alarma en toda España, el incremento de los ritmos de vacunación y unas tasas de contagios contenidas mantienen vivas las expectativas de que el país se encuentre inmerso en el camino para dejar atrás la pandemia y que la progresiva normalización de las actividades permita disfrutar de un verano con limitadas restricciones. Un punto este que resulta esencial para la reactivación de una economía fuertemente dependiente del turismo estival y que observa con esperanza la mejora que también se desprende de los datos de los países europeos.

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