Rovi y el tirón de la vacuna de Moderna: un éxito que ya parece exprimido
Los positivos resultados que la compañía presentó esta semana no han logrado impulsar su cotización, que ha alcanzado niveles muy exigentes
Ingresos operativos récord, márgenes al alza, estimaciones de beneficio mejoradas de forma rotunda y un dividendo que supera con creces las estimaciones. La dirección de Rovi difícilmente podría haberse presentado este miércoles ante el mercado con mejores noticias que ofrecer. En un entorno marcado por el impacto del coronavirus, que ha hecho un considerable roto a las cifras de numerosas empresas, el grupo farmacéutico controlado por la familia López-Belmonte ha encontrado en la crisis del coronavirus un escenario propicio, en el que su ebitda se ha incrementado un 55% y sus ventas previstas para 2021 apuntan a crecimientos de entre el 20 y el 30%.
Gran parte de estos logros puede achacarse a su asociación con Moderna. Fue el pasado verano cuando Rovi anunció un acuerdo con este laboratorio estadounidense (de capacidades aún entonces por probar) para encargarse del llenado de viales de la vacuna si esta llegaba a ofrecer resultados positivos. A estas alturas, nadie podrá discutir que aquella asociación ha resultado todo un éxito. El laboratorio estadounidense ha sido capaz de desarrollar una de las primeras vacunas en incorporarse al mercado y este mismo jueves señalaba que ya cuenta con acuerdos de venta a nivel global por valor de 18.400 millones de dólares (más de 15.000 millones de euros), que espera ampliar en las próximas semanas.
En esas circunstancias, Rovi ha podido anotarse ya en sus cuentas de 2020 una serie de ingresos por transferencia de tecnología de Moderna, al tiempo que ha basado en el acuerdo con el fabricante de la vacuna contra el covid buena parte de la mejora de expectativas para el presente ejercicio. Los analistas de Sabadell, que hasta ahora estimaban unos ingresos de 47 millones de euros por este contrato, consideran ahora, a tenor de la nueva guía ofrecida por Rovi, que esta cantidad podría ascender hasta los 62 millones, mientras que Exane BNP eleva hasta 74 millones las cantidades que podría llegar a ingresar el grupo por su colaboración con Moderna.
El acuerdo con Moderna podría traducirse en ventas de hasta 74 millones en 2021
Si se tienen en cuenta todos estos números, puede llegar a sorprender el escaso entusiasmo con que han recibido los inversores las cuentas de Rovi. El saldo de las dos sesiones transcurridas desde su aprobación es de una exigua ganancia del 0,22%. Una fría acogida que apuntala la idea de que gran parte de estos logros ya habían sido asumidos por los inversores. No en vano, las acciones de Rovi acumulan una revalorización superior al 126% en los últimos 11 meses, lo que ha supuesto un incremento de su valoración hasta superar los 2.500 millones de euros. A día de hoy, el grupo cotiza casi a la par con el precio objetivo medio que le otorgan las casas de análisis, con unos niveles de PER que rozan las 36 veces para 2021 y un EV/ebitda que supera las 25 veces.
No puede ignorarse en cualquier caso que la colaboración de Rovi con Moderna presenta un potencial para el negocio del grupo que dirige Juan López-Belmonte Encina que podría extenderse más allá de 2021. Aunque la propia compañía señala que hay poca visibilidad sobre lo que podría suponer este negocio a partir de 2022, Banco Sabadell asume en sus estimaciones una duración del contrato de cinco años, alcanzando el pico de ventas en 2022. Pero el potencial de este acuerdo para seguir estirando la valoración de Rovi parece limitado si se atiende a la visión de los analistas de Alantra, que valoran la muy favorable posibilidad de que la vacuna del covid se convierta en una inyección anual en unos cuatro euros por acción, un 7,5% del valor que otorgan actualmente a la compañía.
Es llamativo, sin embargo, que mientras firmas como Renta 4 o Sabadell consideran que Rovi cotiza hoy entre un 12 y un 21% por encima de sus valoraciones razonables, otras como JB Capital o Alantra consideran que el grupo farmacéutico español tiene argumentos para alcanzar niveles más de un 20% superiores a los actuales. Unos argumentos que reposarían en cuestiones que van más allá del acuerdo con Moderna.
JB Capital y Alantra consideran que el grupo tiene aún un potencial superior al 20%
En un informe publicado pocos días antes de la presentación de las cuentas, Alantra justificaba su favorable visión sobre la compañía en el elevado potencial de crecimiento que presenta Rovi por delante y que esperan que se traduzca en un crecimiento de las ventas del 60% entre 2019 y 2023, y la duplicación del ebitda y el beneficio neto en el mismo periodo. Lo que se lograría gracias al incremento de la cuota de mercado de Becat (su biosimilar de enoxaparina), el alto crecimiento de la fabricación a cargo de terceros —que en 2020 registró una expansión del 39% y que podría recibir un impulso favorable del acuerdo de Moderna, que supone una plataforma muy relevante para la compañía— y las expectativas en torno a Doria, un tratamiento para la esquizofrenia que se espera que sea aprobado en Europa en las próximas semanas.
Y a esto se sumarían expectativas adicionales en torno a Letrozole ISM, un tratamiento para el cáncer de mama, cuyo éxito podría suponer un respaldo definitivo para la plataforma de inyectables de larga duración desarrollada por el grupo y que podría aportar un crecimiento anual del ebitda del 20% hasta 2030, según las estimaciones de la firma de análisis, que defiende que tal escenario justificaría hasta 20 euros adicionales de valoración por acción.
No cabe duda de que la materialización de tan favorables perspectivas seguramente haría de la valoración actual de Rovi, por muy exigente que luzca ahora, un precio más que asumible para participar de un crecimiento que pocas compañías del parqué español parecen capaces de replicar. Al grupo farmacéutico le toca ahora convencer a los inversores de que entreguen a esa historia la misma fe que pusieron en el acuerdo con Moderna cuando sus perspectivas eran aún notablemente inciertas. Aquella apuesta se ha revelado rotundamente rentable, pero ahora es necesario que sean otros los motores que estimulen el interés de los inversores por las acciones de Rovi.
Ingresos operativos récord, márgenes al alza, estimaciones de beneficio mejoradas de forma rotunda y un dividendo que supera con creces las estimaciones. La dirección de Rovi difícilmente podría haberse presentado este miércoles ante el mercado con mejores noticias que ofrecer. En un entorno marcado por el impacto del coronavirus, que ha hecho un considerable roto a las cifras de numerosas empresas, el grupo farmacéutico controlado por la familia López-Belmonte ha encontrado en la crisis del coronavirus un escenario propicio, en el que su ebitda se ha incrementado un 55% y sus ventas previstas para 2021 apuntan a crecimientos de entre el 20 y el 30%.