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PharmaMar: cuando las sensaciones se imponen a los números
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PharmaMar: cuando las sensaciones se imponen a los números

Frente al entusiasmo generado por las últimas noticias sobre Aplidin, los expertos limitan el potencial del fármaco y reiteran que la clave para el grupo sigue siendo el Zepzelca

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PharmaMar es una compañía acostumbrada a cabalgar a lomos de la hipérbole. Para bien o para mal, el grupo farmacéutico español suele acoger en bolsa cualquier noticia que le rodea con movimientos tan excesivos que con frecuencia suelen mostrar muy difícil encaje con los hechos. Y las alzas superiores al 21% registradas este martes por sus acciones son un claro ejemplo de esto.

La noticia que envolvió esta espectacular escalada -no tan llamativa si se analiza el volátil comportamiento de la compañía a lo largo de los últimos años- fue la publicación en la revista 'Science' de un estudio preclínico con ratones que habría demostrado la eficacia de su fármaco Aplidin (basado en la plitidepsina) frente al covid-19, reactivando las expectativas de que la firma que preside José María Fernández Sousa-Faro se convierta en una de las vencedoras del sector en la batalla contra la pandemia.

Las investigaciones de PharmaMar en este terreno han estado habitualmente rodeadas de cierta controversia, ante la frecuente sensación de que el grupo ha revestido de una pompa excesiva las comunicaciones sobre los avances del fármaco, dando a entender un potencial muy superior al que parecían sostener los datos derivados de sus estudios. Y la decisión de la CNMV de reclamar mayor información sobre uno de estos estudios no hizo sino avivar esas dudas.

La evidencia preclínica ya se asumía, tras el inicio de los ensayos clínicos

En cierto modo, el artículo de 'Science' podría llegar a leerse como un desquite para la compañía, que vendría a reafirmar las posibilidades de su fármaco. Sin embargo, y sin negar que se trata de una noticia positiva, de nuevo la reacción del mercado parece alejarse de las implicaciones reales de lo revelado en el artículo de la revista científica. Y es que no puede obviarse que, si la biofarmacéutica española ya había puesto en marcha ensayos clínicos para medir las posibilidades de Aplidin en la lucha contra el coronavirus era, en buena lógica, por haber quedado refrendada su eficacia en los ensayos preclínicos.

"Creemos que la noticia no es sustancial, dado que ya se había anunciado la evidencia preclínica de la actividad antiviral de la plitidepsina (de ahí la decisión de realizar ensayos clínicos). Con los datos clínicos de la fase 2 ya disponibles, el enfoque ahora debería estar en el desarrollo de un ensayo de fase 3 (que esperaríamos que comience en los próximos meses", indican al respecto los analistas de Alantra.

Entre los expertos no se cuestiona tanto que Aplidin pueda llegar a revelarse como un fármaco eficaz en la lucha contra el covid, sino su potencial de generar unas cifras de negocio considerables para el grupo. En general aducen que, no sólo se enfrenta a la presumible pérdida potencial de mercado una vez que las vacunas empiecen a ofrecer resultados, sino que se encuentra en una fase de desarrollo más atrasada que otros tratamientos mucho más próximos a su aprobación y que han mostrado niveles de eficacia mayor.

Bankinter valora el potencial de Aplidin en unos 8,5 euros por acción

"En el caso de que llegara a aprobarse, tienes que cuestionarte contra quién te tienes que enfrentar y cuánto negocio puedes llegar a generar", apunta Juan Ros, analista de Intermoney. Incluso las firmas que mantienen una visión más positiva sobre las posibilidades de que Aplidin llegue a convertirse en un tratamiento de segunda generación contra el virus le calculan un potencial limitado. Es el caso de Bankinter donde, actualmente, suman 8,5 euros por acción a su valoración de PharmaMar (muy lejos de los 18,55 euros que se ha revalorizado este martes la compañía) por el potencial desarrollo de este fármaco.

Ha sido común en los últimos meses entre los expertos que cubren el valor la advertencia de que por encima del interés que parece centrarse en Aplidin, la clave para las perspectivas de PharmaMar sigue centrado en los desarrollos de Zepzelca, el tratamiento basado en lurbinectedina, para el cáncer de pulmón microcítico. Las noticias en torno a este fármaco, que ya se comercializa en Estados Unidos bajo una licencia provisional, resultaron claves en el buen año 2020 de la compañía sobre el parqué -llegó a sumar más de un 200% hasta mediados de octubre- pero también tuvieron mucha responsabilidad en su descalabro posterior -desde máximos y hasta final de año restó casi un 50%-, tras conocerse que un estudio en fase III para su aplicación conjunta con doxorubicina había resultado fallido.

"El mercado descontó que el fracaso en el estudio de la terapia combinada podría dificultar la aprobación de la monoterapia, pero no creemos que sea así", observa Juan Ros, quien defiende que, del mismo modo que el repunte de este martes parece exagerado, las caídas del tramo final de 2020 también resultaron desmedidas. Eso sí, tras el repunte de este martes, que se suma a un buen inicio de ejercicio -se anota ya cerca de un 50% en el año- son pocos los analistas que observan razones para justificar valoraciones superiores a las actuales. Y, sobre todo, escasean los que piensan que será el Aplidin el que otorgue ese potencial extra. Por mucho ruido que hagan sus anuncios.

PharmaMar es una compañía acostumbrada a cabalgar a lomos de la hipérbole. Para bien o para mal, el grupo farmacéutico español suele acoger en bolsa cualquier noticia que le rodea con movimientos tan excesivos que con frecuencia suelen mostrar muy difícil encaje con los hechos. Y las alzas superiores al 21% registradas este martes por sus acciones son un claro ejemplo de esto.

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