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Ferrovial y la ampliación de Heathrow: mal momento para una buena noticia
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Ferrovial y la ampliación de Heathrow: mal momento para una buena noticia

Las previsiones que sustentaban el plan de ampliación del aeropuerto londinense se han visto alteradas radicalmente por el impacto de la crisis del coronavirus

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Las buenas noticias lo son menos cuando no llegan en el momento propicio. Ferrovial puede dar fe de ello. El visto bueno del Tribunal Supremo británico a la construcción de una tercera pista en el aeropuerto londinense de Heathrow, conocido este miércoles, ha quedado lejos de despertar el entusiasmo que cabría esperar de un hecho así hace apenas diez meses.

Fue a finales del pasado febrero cuando una controvertida sentencia bloqueó la ampliación del aeropuerto, por no ajustarse a los objetivos climáticos del Acuerdo de París. De este modo, quedaba en suspense uno de los proyectos estrella a través de los que Ferrovial (que controla el 25% de la infraestructura) pretendía impulsar sus cifras de negocio a partir de la próxima década. La enmienda del Supremo a esta resolución permite, en cambio, la puesta en marcha del proyecto en el mismo momento en que se obtengan los permisos pertinentes.

Pero aunque estos llegaran pronto —y hay motivos para dudar de ello—, son muchas las razones para pensar que Ferrovial y el resto de sus socios en Heathrow no se sentirán especialmente urgidos por retomar sus planes. No en vano, los números en que estos se sustentaban han quedado completamente cuestionados por la situación generada por la crisis del coronavirus.

S&P augura que la afluencia a Heathrow seguirá en 2021 un 45% por debajo que en 2019

Si Ferrovial y sus socios estaban dispuestos a invertir hasta 18.000 millones de libras (casi 20.000 millones de euros) durante la próxima década en el plan comercial del nuevo aeropuerto era por la expectativa fundada de que el aeropuerto londinense, punto esencial de conexión entre Europa, América y Asia, experimentaría en ese periodo un incremento de pasajeros superior al 50%, lo que elevaría sus visitantes en torno a los 130 millones ya en 2030.

Pero lo cierto es que el derrumbe de los pasajeros provocado por la pandemia podría dejar ese número, al término de este año, apenas por encima de los 20 millones y en 2021 en solo 44 millones, según los cálculos de S&P, lo que supondría aún un 45% por debajo de los guarismos de 2019, que no se espera que se recuperen hasta, al menos, 2024.

Heathrow cuenta con características que amenazan con hacer el daño en sus perspectivas de negocio especialmente duradero. Su exposición al tráfico de larga distancia (que representaba más de la mitad, antes de la pandemia) y la alta dependencia de los viajes de negocios (hasta un tercio del total) son vistos hoy como importantes rémoras a su capacidad de recuperación en los próximos años. Y a esto se añaden las incertidumbres que aún rodean a la economía británica a causa del Brexit.

Esto no significa, no obstante, que la ampliación sea ya un plan a descartar. Al menos así lo defienden en Mirabaud, donde observan que "aunque las perspectivas de Heathrow han cambiado drásticamente debido a la pandemia del covid, creemos que la expansión de este aeropuerto tiene sentido para hacer frente al aumento esperado a largo plazo de la demanda de servicios aéreos".

La reducción de los ingresos obligaría a sus propietarios a aportar más capital

Lo que no parece sostenerse ya son los planes de financiación de la obra que habían realizado los propietarios del aeropuerto, dado que estos estaban apoyados en gran medida en la probada capacidad de generación de flujos de caja libre de Heathrow, que difícilmente podrán concretarse en el momento actual. De hecho, Mirabaud estima que dejarán de generarse hasta 5.000 millones de libras (algo más de 5.500 millones de euros), que resultaban fundamentales para sufragar la inversión.

A falta de estos fondos, los dueños de Heathrow tendrían que plantear alternativas, entre las que la emisión de deuda no parece la más factible, dado que las ajadas ratios financieras del aeropuerto se encuentran ya por encima de los niveles pactados con sus acreedores, de los que ha obtenido una dispensa hasta finales de 2021.

Es por eso que en el banco de origen helvético defienden que "a menos que se amplíe significativamente el periodo de construcción, pensamos que los accionistas de Heathrow tendrán que plantearse realizar inyecciones de capital mucho mayores que las previstas en el proyecto de ampliación precovid". Y para un grupo como Ferrovial, que ve en cuestión la capacidad a corto plazo de su cartera de activos para generar los dividendos estimados, esto podría llegar a resultar un movimiento muy comprometido.

Para Ferrovial, el proyecto de ampliación de Heathrow siempre ha sido visto como una operación claramente generadora de valor. Los analistas de Alantra estiman que su participación en el aeropuerto londinense cuenta a día de hoy con una valoración de 1.400 millones de euros y consideran que la ejecución exitosa de la nueva pista podría elevar estos guarismos hasta en un 40% (unos 560 millones de euros), lo que representaría un 4% del precio objetivo que le otorgan al valor. Se trata de unos números nada despreciables, pero que a día de hoy aparecen sumamente borrosos por las incertidumbres generadas por el coronavirus. El grupo de la familia Del Pino tendrá que esperar tiempos más propicios para celebrar las buenas noticias.

Las buenas noticias lo son menos cuando no llegan en el momento propicio. Ferrovial puede dar fe de ello. El visto bueno del Tribunal Supremo británico a la construcción de una tercera pista en el aeropuerto londinense de Heathrow, conocido este miércoles, ha quedado lejos de despertar el entusiasmo que cabría esperar de un hecho así hace apenas diez meses.

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