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Inditex: una caja en niveles récord y un dilema por resolver
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Inditex: una caja en niveles récord y un dilema por resolver

Con más de 8.000 millones de euros en caja, el grupo textil se enfrenta al reto de reforzar su atractivo a ojos del mercado, con la mejora de su perfil de crecimiento o de su dividnedo

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Inditex guarda en caja más de 8.200 millones de euros. Se trata de una cifra récord, de una magnitud difícil de medir: con esos fondos, el grupo podría permitirse adquirir de una tacada, a precios de mercado, otros minoristas del sector como Asos, Hugo Boss, JD Sports o Frasers Group y aún le sobraría un buen remanente. Podría igualmente repartir entre sus acciones más de 2,6 euros por título (casi un 10% de rentabilidad sobre su precio actual). O podría, como efectivamente está haciendo, plantear nuevas inversiones, que refuercen su posición de mercado y su perfil de crecimiento.

El grupo que dirige Pablo Isla ya presentó el pasado junio un ambicioso plan de inversiones por valor de hasta 2.700 millones de euros encaminado principalmente a consolidar el dominio tecnológico del que viene haciendo gala desde hace años entre sus competidores y que le ha permitido navegar la crisis del coronavirus con una entereza digna de elogio.

Cierto es que las cifras presentadas este martes muestran unas pérdidas de ventas a lo largo de los primeros nueve meses de su año fiscal (entre enero y octubre) cercanas al 30%, un recorte de su ebitda que supera el 40%, y una pérdida de beneficios que ronda el 75%. Y parece inevitable que así fuera, si se tienen en cuenta los cierres y restricciones que han afectado a una parte sustancial de su red de tiendas y que, con su extensión en paralelo a los rebrotes, amenazan con provocar una merma adicional de sus cifras de negocio en el último trimestre del año.

Los consejos de ventas sobre el valor se sitúan en máximos desde el pasado marzo

Pero la matriz de Zara ha sido capaz de demostrar al mercado, de forma indubitable, que cualquier impacto derivado de la crisis del covid-19 no es más que un accidente temporal, encaminado a esfumarse a poco que se pueda normalizar la situación. Que el grupo alcanzara entre el 1 y el 18 de octubre unos volúmenes de ventas equiparables a los del año anterior (frente al 28% que supusieron las de abril) representa un indicio suficientemente alentador de su capacidad de recuperación de cara a un retroceso de la pandemia que se empieza a atisbar en el horizonte, con el inicio de la distribución de las vacunas.

Y estos logros en volúmenes de ventas vienen acompañados de una evolución más que satisfactoria de sus márgenes, su inventario y, por supuesto, su posición financiera. No parecería, pues, que hubiera motivo en las cuentas publicadas este martes por Inditex para el castigo superior al 2,5% con que la reciben sus acciones.

Foto: Sede del Grupo Inditex.

Pero cabe contemplar que, tras remontar cerca de un 30% desde el inicio de noviembre, el gigante español del retail afrontaba esta cita en niveles que cada vez más firmas consideraban excesivos, con un múltiplo sobre las ventas estimadas para el ejercicio 2022 que supera las 3 veces, duplicando con mucho las ratios de sus competidores. No en vano, las recomendaciones de compra sobre el valor se encuentran hoy en sus cotas más bajas en cinco meses y las de venta alcanzan sus niveles más elevados desde el pasado marzo.

Inditex vuelve a chocar de este modo contra lo que se viene revelando como una muralla infranqueable desde que alcanzara sus máximos históricos hace ya más de tres años: la incapacidad para convencer al mercado de que su negocio merece seguir pagando unos precios que ya llevan implícita una prima ostensible frente a sus rivales. El grupo que dirige Pablo Isla ha logrado capear los temores generados en torno a la irrupción del comercio online, con un modelo de negocio apoyado en la tecnología y caracterizado por una eficiencia operativa sin igual, que se ha visto apuntalada por la apuesta por la integración entre los canales online y offline, que le ha otorgado una ventaja competitiva nada despreciable.

Y el margen que ofrece la sólida posición financiera del grupo para seguir invirtiendo debería servir para mantenerle a la vanguardia, aunque hoy por hoy la mayor parte de sus rivales se encaminen ya por sendas semejantes.

El mercado no espera que recupere las cifras de ventas prepandemia hasta 2024

Lo que no ha conseguido Inditex -y no parece haber indicios de que lo pueda lograr a corto plazo- es convencer al mercado de que su estrategia puede garantizarle unos ritmos de crecimiento especialmente atractivos en los próximos años, en un negocio tan competido como el del retail y una vez que ha logrado un alcance casi universal. El mercado no espera que el grupo supere los niveles de ventas y ebitda previos a la pandemia hasta el cierre del ejercicio 2023 (en enero de 2024) y más allá de ahí el perfil de crecimiento se presenta bastante modesto.

Es indicustible que a ojos del mercado Inditex ha dejado de ser el grupo de crecimiento que un día entusiasmó a los inversores para transformarse en un grupo sólido, con un modelo de negocio aventajado y generador de unos volúmenes de caja envidiables, pero limitada capacidad para expandir sus cifras de negocio.

Si la matriz de Zara quisiera recuperar el atractivo de antaño, tiene en su caja récord un arma poderosa que puede resultar muy útil, siempre y cuando se encuentren las opciones adecuadas. Si no, también puede ser una buena vía para reforzar su nuevo perfil, tal vez con una mejora adicional de la remuneración a sus accionistas. Una u otra opción parecen bastante asequibles con un colchón de más de 8.000 millones de euros. Solo es cuestión de definir qué tipo de cotizada quiere ser en adelante.

Inditex guarda en caja más de 8.200 millones de euros. Se trata de una cifra récord, de una magnitud difícil de medir: con esos fondos, el grupo podría permitirse adquirir de una tacada, a precios de mercado, otros minoristas del sector como Asos, Hugo Boss, JD Sports o Frasers Group y aún le sobraría un buen remanente. Podría igualmente repartir entre sus acciones más de 2,6 euros por título (casi un 10% de rentabilidad sobre su precio actual). O podría, como efectivamente está haciendo, plantear nuevas inversiones, que refuercen su posición de mercado y su perfil de crecimiento.

Pablo Isla Retail
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