Es noticia
Las bolsas entran en fase técnica alcista: ¿un viraje fiable?
  1. Mercados
  2. El Valor Añadido
Recelos ante el rebote del mercado

Las bolsas entran en fase técnica alcista: ¿un viraje fiable?

Tras sumar más de un 20% desde los mínimos de marzo, los grandes índices mundiales cambian su aspecto técnico, afianzando el optimismo de quienes creen pasado lo peor

Foto: EC
EC

El saldo es aún, a todas luces, negativo. Pero las bolsas han logrado restañar en las últimas jornadas buena parte de las heridas provocadas por la crisis del coronavirus. Y lo han hecho con una intensidad casi tan llamativa como sus caídas previas. No en vano, el S&P 500 cerró este jueves su mejor semana desde 1974, con alzas superiores al 12%.

La perspectiva, alentada por los datos de evolución de la enfermedad, de que el brote del coronavirus esté perdiendo, paulatinamente, intensidad, conjugada con el respaldo monetario sin precedentes que vienen prestando los bancos centrales internacionales, han animado a los inversores a volver a tomar posiciones en los parqués, confiados en que, con su brusco derrumbe entre febrero y marzo, las bolsas ya han puesto en precio, con creces, el daño que las medidas para contener el virus van a infligir a la economía global.

El movimiento ha sido de tal calado, que gran parte de los índices mundiales han logrado cambiar su situación técnica. En solo tres semanas, han pasado de estar inmersos en un mercado bajista a dibujar uno al alza; esto es, han registrado subidas superiores al 20% desde mínimos. En concreto, el índice global MSCI ha recuperado un 23% de su valor desde el pasado 23 de marzo, tras ceder algo más del 34% en el mes anterior. El S&P 500 se anota alzas superiores al 24% en el mismo periodo y el EuroStoxx, que marcó sus mínimos algo antes, el 18 de marzo, también sobrepasa el 20% de ganancias desde entonces, con el Dax germano sumando un 25%.

Lastrado por la banca, el Ibex ha quedado rezagado en la remontada desde mínimos, y solo recupera un 15,8% de su valor desde mediados de marzo

Es cierto que hay otros muchos índices que aún no han logrado revertir su tendencia. Es el caso del Ibex 35 español, que, rezagado por las dudas que afectan a la banca —que sigue gozando de un peso elevado en mercado español— ha limitado su escalada desde mínimos al 15,77%. Pero la dinámica general, con este viraje de la situación técnica de los grandes índices, ha venido a afianzar las expectativas de que las bolsas ya hayan logrado dejar atrás lo peor de la crisis.

Sin embargo, conviene no obviar que los repuntes bruscos no son, ni mucho menos, una anomalía en los mercados bajistas. De hecho, en los últimos 14 mercados bajistas en los que se ha visto inmerso el S&P 500 se han producido rebotes superiores al 15% en 20 ocasiones antes de volver a retroceder hacia mínimos.

Tomando como referencia la crisis ocasionada por el colapso de Lehman Brothers, se puede identificar una remontada del 24% —curiosamente, idéntica a la experimentada en las últimas tres semanas— del índice neoyorquino entre el 20 de noviembre de 2008 y el 6 de enero de 2009. Dos meses después, el S&P 500 marcaba un nuevo mínimo —el que a la postre sería el definitivo en la crisis—, un 10% por debajo de los niveles en que había iniciado la remontada anterior.

placeholder Evolución del índice MSCI World. (Bloomberg)
Evolución del índice MSCI World. (Bloomberg)

En el caso del Ibex, es ilustrativa la crisis del euro, que le llevó a perder más de un 50% de su valor entre enero de 2010 y julio de 2012. Entre medias, el índice llegó a firmar hasta dos escaladas superiores al 20% y una tercera del 18,5%, antes de marcar el definitivo suelo, que permanece aún hoy como el nivel más bajo del mercado español en los últimos 17 años.

Estos ejemplos son aducidos con frecuencia por quienes defienden una interpretación más estricta de los cambios de mercado bajista a alcista. Son muchos los que consideran que este no se produce de forma fiable hasta que las bolsas vuelven a superar los máximos previos o, al menos, hasta que han recuperado la mitad de lo perdido en la caída. Precisamente, cerca de ese escenario está ahora mismo el S&P 500, que ha sumado 552 puntos de los cerca de 1.150 que cedió en el derrumbe previo.

En cualquier caso, si ninguna crisis puede tomarse como referencia de otra, esta máxima resulta mucho más relevante ante el episodio actual tan excepcional. El hecho de que las turbulencias económicas hayan venido motivadas por un factor exógeno, por su propia naturaleza de carácter pasajero, es tomado como base de la hipótesis de que los pesares serán limitados en el tiempo y que la recuperación será mucho más acelerada, lo que justificaría que el revés en bolsa haya sido mucho más agudo de lo habitual pero también de menor duración.

Aunque el revés apenas se esté empezando a reflejar en los datos macroeconómicos y empresariales, y el mundo parezca abocado a sufrir en el recién iniciado segundo trimestre de 2020 una recesión de proporciones históricas, la tendencia de las bolsas a cotizar expectativas les permite iniciar la remontada antes de que la contracción económica haya finalizado, si consideran que ya está suficientemente reflejada en los precios.

Durante la crisis del euro, la bolsa española registró hasta tres repuntes superiores al 18% antes de registrar el suelo de las caídas, en julio de 2012

Pero esa es, precisamente, una de las cuestiones que más inquietan a los escépticos con la remontada actual, ni las valoraciones del mercado resultan especialmente atractivas en el momento actual ni parece que el mercado haya ajustado sus expectativas de beneficios a niveles realistas, dada la intensidad del 'shock' que se avecina. La elevada volatilidad que aún reflejan las bolsas, con los índices cotizando en niveles históricamente altos, también siembra dudas sobre la fiabilidad de un rebote que se ha logrado, además, con unos volúmenes de negociación mucho más reducidos que los que condujeron la caída.

Parece evidente que quienes defienden que los mínimos bursátiles de la crisis del coronavirus ya son cosa del pasado, se parapetan en la idea de una mejora económica más o menos rápida. Sin embargo, son crecientes las dudas que se ciernen sobre este escenario y los temores a que algunas secuelas permanezcan como un lastre para el crecimiento en el medio plazo. Y estas aumentan a cada día que se extienden los bloqueos en la economía mundial.

Es una máxima común sobre los parqués el que los suelos de las caídas solo se identifican una vez que ya han ocurrido. Se pueden encontrar argumentos para pensar que los de la crisis del Covid-19 ya son cosa del pasado y también para lo contrario. Lo que no parece que ofrezca una respuesta definitiva es el cambio técnico que vienen reflejando en los últimos días las bolsas, porque las probabilidades de que acabe representando un rebote fallido en medio de la tormenta son elevadas. Así lo refleja la historia.

El saldo es aún, a todas luces, negativo. Pero las bolsas han logrado restañar en las últimas jornadas buena parte de las heridas provocadas por la crisis del coronavirus. Y lo han hecho con una intensidad casi tan llamativa como sus caídas previas. No en vano, el S&P 500 cerró este jueves su mejor semana desde 1974, con alzas superiores al 12%.

Bolsas Inversores