Cómo se están haciendo de rogar este año las vacaciones de verano. En un curso tan crucial para la mayoría de las empresas del sector inmobiliario, se llega a estas fechas con un bloqueo total en todos los sentidos. Parece como si lleváramos años inmersos en esta fase crítica de la industria. Se nota ya la fatiga de tantas y tantas reuniones cruciales con el fin de salvar los muebles. Cómo cambia el cariz del negociado cuando en vez de trabajar para crear y generar, se hace para defenderse y no ser engullidos por el monstruoso torbellino de la crisis.

No puedo decir con certeza el porcentaje de empresas del sector que se encuentran negociando en estos momentos la refinanciación de su deuda bancaria, pero lo que sí puedo asegurar es que los Departamentos de Análisis de Riesgos de las distintas entidades financieras no dan abasto ante la avalancha de expedientes con Planes de Viabilidad de todos los tamaños y colores.

Se están dando algunas pautas en casi todos estos procesos que llaman poderosamente la atención, tanto por lo crudo y duro de las mismas, como por la aparente naturalidad con la que son aceptadas por las partes en litigio. Sin ánimo de ser exhaustivo:

1.Las empresas del sector llegan a esta fase del proceso con los depósitos vacíos. El gráfico de su tesorería disponible es tan plano como una tabla de planchar; quedan ya pocos activos inmobiliarios libres de hipoteca. Las empresas han vendido su alma al diablo. Todo lo que tenían se lo han dado a los bancos. Tampoco había alternativa. O esto o el temido Concurso de Acreedores.

2.Los Bancos y Cajas de Ahorros son los que mandan. Ellos ponen las reglas y, si en un momento dado no les conviene cumplirlas, las cambian sin pudor alguno. Todo pasa muy rápido y apenas hay tiempo para la reflexión o para la duda. Hay que tomar las decisiones rápidamente porque el tiempo juega en contra de las empresas inmobiliarias. Eso lo saben perfectamente las entidades financieras. Como si de vampiros se tratara, se abalanzan sobre su presa con sutileza pero con precisión. Directos al cuello y… a chupar la sangre sin parar.

3.Estos procesos de refinanciación de deuda comienzan con reuniones entre la empresa (o “presa”, en este caso) y los representantes del pool bancario, encuentros en los que todo hace presagiar que, con la buena voluntad de todos y el esfuerzo de las partes, se puede salir del bache en el que se encuentra la sociedad. Hay frases que se dicen en estos momentos iniciales como “esto es un problema de todos y entre todos hay que solucionarlo” o como “no seremos nosotros los que os dejemos en la estacada”. Conforme pasa el tiempo se van cambiando por otras como “tienes que ceder en esto porque sino, tendrás un problema” o como “más no podemos hacer por salvar la empresa, mi Comité de Riesgos no puede dar más si no ponéis algo más de vuestra parte”. Las entidades financieras van paulatinamente afilando sus colmillos y succionando, sin piedad, hasta la última gota de sangre fresca (activos de cualquier tipo que puedan añadir garantías a sus posiciones acreedoras) que corra por las maltrechas venas de las Promotoras y Constructoras del país. Supongo que esta forma de actuar no es exclusiva de este sector pero trataré de ceñirme a lo que sí conozco y no a lo que intuyo.

4.Las empresas, que empiezan con cierta fuerza estos procesos, acaban cediendo a las pretensiones de las entidades financieras porque, una vez elegida la opción de la Refinanciación, hay que llegar a cerrarla como sea. El caso es que, una tras otra, las entidades financieras acaban por sacar de la empresa más de lo que inicialmente ésta estaba dispuesta a dejarse en este viaje. Todo sea por seguir con vida antes que  coger el camino de los Juzgados de lo Mercantil.

5.Por último, es curioso ver cómo las entidades financieras, teniéndolo todo a favor (son Juez y Parte), hacen gala de un bloqueo mental y operativo impropio de lo que todos se están jugando en estas negociaciones. Los comités que sancionan las operaciones están demostrando una lentitud e inoperancia extrema. Mucho me temo que han perdido el sentido de la realidad y de la medida debido a la sobredosis de dramas empresariales que les toca analizar y lidiar continuamente. Muchos de ellos estarán echando de menos a todas aquellas personas de las que se prescindió, en época de bonanza, con los distintos planes de jubilaciones anticipadas realizados en los últimos años. Qué bien habría venido en estos momentos una dosis adicional de experiencia y prudencia.

Todo esto hace que estas negociaciones sean una prueba de fuego para las empresas del sector. Nadie sabe exactamente a lo que se enfrenta hasta que está metido, hasta el cuello, en faena. Para las empresas es la primera y, posiblemente, última vez que tendrán que enfrentarse a un problema similar. Para los Bancos y Cajas es el Pan de cada día. Ellos tratan estos procesos como uno más de tantos y tantos que tienen en cola de comité. Esto hace que algunas entidades financieras se estén propasando en la dureza de sus decisiones. No sé si son conscientes de que las empresas tienen memoria y de que quien ayuda a alguien en estos momentos gana un aliado para siempre. Quien se aprovecha de alguien en los momentos críticos, posiblemente gane un enemigo de por vida.

Creo que la mayoría de las entidades no piensan en el futuro y tan  sólo les importa sacar de la UVI al mayor número de empresas para dejarlas durante un par de añitos en habitación de planta, bajo vigilancia. Posiblemente no tengan alternativa. Esto está siendo mucho más duro de lo que nadie podía imaginar inicialmente. Sólo el tiempo nos dará respuestas. Mientras tanto, la Banca gana.

9.  andreug19/10/2009, 21:13 h.

Es más que probable que la vivienda no siga bajando, de hecho me parece que con estos típos de interés no existe recorrido para nuevos descensos. Los inmuebles vovlveran en poco tiempo a ser valor refugio.http://www.aedru.org/VARIOS/CRISIS/Bookmarks----crisi.htm#videodeuda

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8.  andreug15/10/2009, 16:56 h.

Es más que probable que la vivienda no siga bajando, de hecho me parece que con estos típos de interés no existe recorrido para nuevos descensos. Los inmuebles vovlveran en poco tiempo a ser valor refugio.http://www.aedru.org/VARIOS/CRISIS/Bookmarks----crisi.htm#videodeuda

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7.  andreug09/10/2009, 12:29 h.

Si la vivienda fuera un bien exportable, los chinos o incluso los rumanos la fabricarían a un precio mucho más barato que nosotros, y entonces sí que nuestro modelo económico se iría a pique.Como diría el otro, menos mal que nos queda Portugal. http://www.aedru.org/VARIOS/CRISIS/Bookmarks----crisi.htm

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6.  hispafinanzas25/07/2009, 12:12 h.

Pues nada nuevo la verdad que la banca siempre gana, es algo que sabemos todos. Si te prestan dinero lo tienes que devolver y si quiebran pues te quedas sin dinero... en fin.

Respecto a todo esto de la promoción inmobiliaria les dejo un libro que habla de estadisticas históricas en españa de todo esto que me parece interesante La promoción inmobiliaria

promoción inmobiliaria

Un saludo y disfruten de los libros que les dejo porque nos ayudana entender muchas cosas de las que ahora ocurren.

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5.  sunny01/07/2009, 18:04 h.

Las cajas de ahorros y algún banco han hecho el memo con los promotores. Les han financiado barbaridades, compras de suelo inviables, proyectos "debajo del mar", todo ellos sin que los señoritos pusieses an casi todos los casos ni un euro, el riesgo lo asumieton las cajas y bancos con diferenciales irrisorios, sin cubrir la prima de riesgo, en muchos casos con promotoras insolventes, confiando en el milagro.
El milagro no llegó, muchos promotores se enriquecieron a niveles de escándalo, cientos de miles de millones según casos. pero como siempre esos ignorantes con boina pensaron que eran el centro del mundo y se dedicaron a jugar al casino, comprando suelo en medio de la nada y construyendo más casas si analizar el mercado y las posibilidades reales. Las cajas/banc se los financiaron y la fastidiaron.
Se debería legislar ó hacer cumplir la ley para que se aflorasen los ingentes beneficios de la venta de unas casas que todavía están a falta de consumidor final.
Por Serrano veo cargados de cajas a los listos que vivieron del pelotazo del suelo, con sonrrisas, como riendosé del país entero

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