La compañía irlandesa Ryanair, la más importante de las low cost de Europa, ha perdido la primera batalla contra los operadores turísticos por Internet. El juzgado mercantil número 2 de Barcelona desestimó el pasado día 21 la demanda interpuesta contra la operadora Atrapalo, que vendía billetes de avión de Ryanair a través de su página web. El procedimiento fue iniciado el pasado mes de agosto, cuando la aerolínea irlandesa decidió denunciar a las operadoras españolas Atrapalo, e-Dreams y Rumbo, así como a la francesa Opodo, la italiana Bravofly, la alemana V-Tours y la británica Tui. La de Atrapalo se convierte, así, en la primera sentencia sobre el litigio que este verano dejó en tierra a miles de pasajeros, cuando la compañía de Irlanda se negó a admitir los billetes obtenidos a través de los operadores turísticos de la Red. En realidad, los billetes vendidos a través de las operadoras on line solamente representaban un 0,5% del total de billetes que vendía Ryanair.

El 5 de febrerto del 2008, la aerolínea envió una comunicación a Atrapalo advirtiéndole que dejase de vender sus billetes. Según la compañía de aviación, lo que hacen los intemediarios es dar información errónea, cobrar tarifas altas y recargos y utilizar una tecnología que ralentiza su propia página web.

Las operadoras suelen utilizar el screen scraping “que permite, mediante el uso de un software adecuado, acceder como usuario a una página web determinada para después leer y copiar de manera automática la infomración seleccionada de dicha página”. Según Ryanair, esta utilización de los contenidos de su portal vulnera también los derechos de la propiedad intelectual.

El juez, en los fundamentos de la sentencia, rechaza uno por uno todos los argumentos de la aerolínea. Respecto a los procesos de búsqueda, asume las tesis de Atrapalo, que es una agencia de viajes legalmente constituida. Esta compañía española arguyó en su defensa que los procesos de búsqueda como el screen scraping “constituyen actividades lícitas de búsqueda de información” y que Ryanair no puede prohibir que una oferta que se ha hecho pública -aunque sea a través de su web- no pueda utilizarse por parte de “quien lleva a cabo una actividad legítima de agencia de viaje”.

Operadores habilitados

Según el juez, Atrapalo “está legítimamente habilitada para mediar en la venta de billetes y en la prestación de servicios turísticos”. Además, considera que, aunque esta intermediaria en particular no hace público el nombre de la compañía con la que se va a contratar el vuelo hasta la hora de pagar por parte del cliente -lo que vulnera las normas europeas-, también es verdad que “no induce a error al usuario  ni se le hace creer que está adquiriendo una cosa distinta de la que realmente es”.

En cuanto a los recargos, queda acreditado que los usuarios compran directamente el billete a Ryanair y que Atrapalo cobra luego una comisión. En el desglose del precio, ambas cantidades quedan perfectamente diferenciadas: “Tampoco se produce un encarecimiento de sus productos -dice el texto de la sentencia-, pues no se discute que Ryanair percibe el precio íntegro de los billetes. Eso sí, el cliente de Atrapalo tiene un sobrecoste, que no es otro que la comisión por sus servicios”.

Respecto a los problemas técnicos que las intermediarias pueden provocar en la página web de la compañía, el fallo estima que “no consta que la actividad de intemediación que realiza la demandada cause perjuicio cierto a la demandante. No ha quedado acreditado que las agencias on line ralenticen o entorpezcan el funcionamiento de la página web de Ryanair”.

Por último, la aerolínea irlandesa reclamaba que no extrayesen datos de su portal por la posible vulneración de la “propiedad intelectual”. En este sentido, el juez es contundente y descarta que la base de datos de Ryanair constituya una “creación intelectual”.

Después de la tormenta desatada en verano por la guerra de los billetes, esta sentencia arroja un poco de luz sobre el papel de las intermediarias en la prestación de servicios turísticos. Y, punto por punto, pone a cada uno en su lugar.