La crisis financiera hace ya tiempo que se trasladó a la economía real. El paro se incrementa con el paso de los meses. El deterioro es visible y todos los indicadores de actividad se enfrían, se están congelando. La reducción de la oferta monetaria y la política de elevación de los tipos de interés llevadas a cabo tiempo atrás
por la Reserva Federal estrangularon la vorágine bursátil que se vivía desde principios de los años 20.
En el ojo del huracán se han situado unos
ingenios financieros que han alimentado la burbuja durante los últimos años hasta que ésta ha reventado. La proliferación de estos vehículos de inversión -que reinvierten el capital los unos en los otros y los otros en los unos- ha desembocado en un proceso de canibalización y la pérdida de valor masivo de estas inversiones.
El uso de un fuerte apalancamiento -inversión a crédito o deuda- propulsaba casi continuamente cualquier valor. Ha terminado. Se ha producido un huracán bajista sin precedentes, una vuelta abajo tan violenta que se derrumbado la confianza. La moral de los inversores está por los suelos. Algunas acciones se han convertido en papel mojado.
Aquel martes el Dow Jones bajó un 6,3%. El miércoles, un problema en el ticker o indicador de precios degeneró en pánico con caídas inimaginables para la mentalidad alcista de la época. El rumor de un plan de rescate, de un soporte organizado de banqueros, la Fed y el conjunto de agentes de Wall Street provocó un rebote sin precedentes el jueves. El viernes y el sábado -había sesion corta también el sexto día de la semana- apenas hubo variaciones.
Calma tensa. El domingo los brókers de Wall Street trabajaron, poniendo orden tras la semana más agotadora de la historia. El lunes el mercado volvió a venirse abajo. Y al día siguiente se produjo el martes negro, la peor jornada de la historia. Y en la prensa local se podía leer. "Las acciones se derrumban, pero el rally al cierre anima a los brókers; los banqueros optimistas continuarán ayudando".
Este es sólo un breve extracto y reconstrucción de lo que fue la semana negra de 1929*. Podría ser 2008, pero es lo ocurrido entre el 23 y el 30 de octubre de 1929 en Wall Street y del que este año se cumplen sus 79 años. Es una aproximación a lo que ocurrió entonces que, probablemente, podría superponerse a lo que se ha visto días atrás en las bolsas. Causas comunes y reacciones iguales. En 2008 se han visto las peores sesiones de la historia en el Dow Jones (en el gráfico), el índice más antiguo y famoso, que solo superan cuatro días negros en toda la historia.
1) El -24,3% del 12 de diciembre de 1914
2) El -22,6% del 19 de octubre de 1987
3) El -12,8% del 28 de octubre de 1929
4) El -11,7% del 29 de octubre de 1929
* Referencias bibliográficas:
'El gran crash de 1929' de
John Kenneth Galbraith (1954), 'Anatomía histórica de los mercados' de Goldman Sachs (2004), Bolsa de Nueva York (NYSE), diario
The New York Times (23-30 octubre de 1929) e infografía de
Pablo Ramírez en el diario
Expansión (23 de octubre de 2004).