Si se considera el saldo vivo en depósitos, los bancos cerraron el mes de agosto con un volumen total de 648.310,62 millones de euros (9,78%), mientras que el pasivo acumulado por las cajas alcanzó los 770.149 millones de euros (10,2%). Además, bancos y cajas pisaron el freno en la captación de ahorro, ya que en agosto de 2007 los primeros crecían a un ritmo del 31,76% y las segundas del 18,4%.

En el apartado de concesión de préstamos, las cajas fueron menos activas que los bancos a la hora de otorgar créditos a sus clientes, pero ambas fueron más restrictivas en este capítulo. En concreto, los créditos concedidos por las cajas de ahorros españolas entre agosto de 2007 y el mismo mes de 2008 alcanzaron los 72.689,38 millones de euros, y los de la banca totalizaron 78.215 millones. Así, los créditos acumulados por las cajas hasta agosto se situaron en 897.130,57 millones de euros, un 8,81% más que el saldo registrado al cierre del mismo mes de 2007, cuando los préstamos crecían a un ritmo del 22,8%.

Los bancos cerraron el octavo mes del año con un saldo vivo crediticio de 813.256,3 millones de euros, con un crecimiento del 10,64%, frente al ritmo del 18,8% al que repuntaban en agosto del año anterior.

Problemas de liquidez

De esta forma, el saldo total de depósitos de los bancos tan sólo cubría al cierre de agosto el 79,7% de su cartera crediticia, mientras que en el caso de las cajas, el pasivo alcanzaba el 85,4% de los préstamos. Esto supone que los bancos tuvieron que acudir al interbancario y a las subastas del Banco Central Europeo (BCE) para conseguir los 20.452 millones de euros que distaban entre los créditos concedidos y los depósitos captados hasta en el periodo.

Las cajas, por su parte, tuvieron que acudir a fuentes externas de financiación para hacer frente a los 1.424,7 millones de euros de diferencia entre los créditos y los depósitos de su balance entre agosto de 2007 y agosto de 2008. Según diversos expertos consultados por Europa Press, los problemas para obtener liquidez por parte de las entidades desembocan en las restricciones en la concesión de créditos, porque los recursos para los préstamos "salen bien de los depósitos, del interbancario o del BCE".

Asimismo, las citadas fuentes precisaron que el endurecimiento de los requisitos para acceder al crédito "no derivan de la falta de voluntad de las entidades para concederlos, sino de que "no hay dinero para aumentar los volúmenes", por lo que las entidades sólo conceden los préstamos más seguros. A esto se une que la demanda de créditos ha caído en los últimos meses.

Los expertos consultados coincidieron al señalar que en épocas de crisis generalizada "la gente ahorra menos", lo que hace disminuir el saldo en depósitos, a pesar de que la mayoría de las entidades están inmersas en una guerra de captación de recursos, con agresivas campañas comerciales y rentabilidades que oscilan del 4% al 11%. "Estamos en crisis y las cosas vuelven a su ser", indicaron los expertos, quienes precisaron que actualmente se vive "un periodo de ajuste" que dejará atrás "un ciclo de expansión donde todo era alegría".