Eva Castillo, la primera mujer que ocupa un asiento en el consejo de Telefónica, ha adquirido acciones de la operadora por valor de 201.120 euros, según ha comunicado a la CNMV. Esta práctica de comprar un pequeño paquete es habitual entre los consejeros independientes de Telefónica y de otras muchas sociedades, puesto que "demuestra el compromiso adquirido con la compañía". Sin embargo, es objeto de cierta polémica en el ámbito del buen gobierno corporativo por la
contaminación que puede suponer esta relación para el independiente.
Castillo adquirió 12.000 acciones de Telefónica el pasado 6 de agosto a un precio de 16,76 euros por título, lo que arroja los 201.120 euros citados. Y de momento pierde dinero, puesto que el valor cerró ayer en 16,45 euros después de caer el 0,72%.
Otra interpretación que se puede dar a esta compra es que una reputada banquera privada y analista de bolsa como Eva Castillo considera que el precio de Telefónica ha caído a niveles atractivos de compra (ha perdido el 24,68% en lo que va de 2008), habida cuenta del potencial de crecimiento de la compañía. En la actualidad, Telefónica cotiza con un PER (veces que la cotización contiene el beneficio de una empresa) de 10,38 veces los beneficios estimados para 2008 y de 9,15 veces los de 2009.
Castillo fue nombrada consejera independiente de Telefónica en enero (tal como
adelantó El Confidencial), en sustitución de
Manuel Pizarro, que abandonó la empresa para incorporarse a las listas electorales del PP. Su nombramiento coincidió con el del brasileño
Luiz Fernando Furlán, ministro del Gobierno de
Lula, que reemplazó a
Antonio Viana-Baptista. Castillo fue la ejecutora de la compra por parte de Telefónica de la operadora británica 02 realizada en octubre de 2005, la mayor adquisición jamás realizada por una empresa española, en la que asesoródesde Merrill al grupo que preside
César Alierta junto a
David Jiménez Blanco, entonces en Goldman Sachs.
Una cuestión espinosaLa adquisición de acciones por parte de los consejeros independientes es una cuestión polémica y arroja una gran heterogeneidad de comportamientos: mientras en empresas como Telefónica es una práctica habitual, en otras no se permite. Y hay consejeros que no ven ningún problema en tener títulos y otros que lo consideran poco ético
Esta polémica llegó al propio código unificado del buen gobierno, el famoso 'Código Conthe'. En su primera redacción, el artículo 40 consideraba que no podían ser considerados como independientes quienes "perciban de la sociedad cualquier cantidad o beneficio por un concepto distinto de la remuneración de consejero salvo que no sea significativa". La redacción final, que
suavizó notablemente la inicial en lo referente a los independientes, menciona de forma expresa que puede ser consejero independiente quien posea un paquete accionarial que no sea significativo (es decir, inferior al 5%). En consecuencia, admite expresamente que la percepción de dividendos no priva de independencia.