¿“Socialistas con Rajoy” o “Populares con Zapatero”?
@Elena Herrero-Beaumont - 18/02/2008 nullh Actualizado: 01/01/1970 nullh
¿Se imaginan que en España los socialistas apoyaran a Rajoy y los populares a Zapatero? La idea puede parecer, a simple vista, una locura, pero todo es posible. O si no, que se lo digan a los estadounidenses, ya que un creciente número de republicanos, conocidos como 'Republicanos por Obama', muestra estas semanas su respaldo al actual candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama, siguiendo una dinámica tradición que refleja la virtud más sobresaliente de los estadounidenses: su enorme apertura.
“Cuando el país lo necesitaba, él los inspiró para darnos esperanza.” Éste ha sido el eslogan elegido por la afroamericana más rica del mundo y famosa presentadora de televisión, Oprah Winfrey, para promocionar su superproducción “The Great Debaters”, con la evidente intención de evocar en las mentes de millones de norteamericanos el carisma del actual candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama.
La última película de Winfrey, dirigida y protagonizada por Denzel Washington, rinde tributo a la historia -basada en hechos reales- de un profesor afroamericano que, en la era de la segregación racial, consiguió que sus estudiantes vencieran el campeonato nacional de debate contra la arrogancia de los estudiantes blancos en el imponente salón de actos de una universidad norteamericana de prestigio.
No es casual que en la película, Winfrey y Washington eligieran como sede del enfrentamiento la Universidad de Harvard (en realidad el debate tuvo lugar en la Universidad del Sur de California), en donde décadas más tarde Obama consiguió abrir la misma brecha al convertirse en el primer presidente afroamericano de la prestigiosa revista Harvard Law Review, que marcó un hito en su brillante carrera profesional.
Como presidente de la revista, Obama destacó en la difícil tarea de conciliar los intereses de los miembros neoconservadores, también llamados en Estados Unidos, Neocons, con los intereses de los miembros liberales. Esta capacidad de Obama de inspirar y movilizar a grupos de ideologías contrapuestas está reforzando a gran velocidad la posibilidad de ver por primera vez en la historia del país al primer afroamericano al frente de la Casa Blanca. Aunque Obama aún no ha vencido en las primarias a su persistente rival demócrata, Hillary R. Clinton, lo cierto es que lleva la delantera en el número de delegados, o representantes del voto popular, según los últimos datos electorales del New York Times.
En el caso de que se convierta en el candidato presidencial demócrata –oficialmente elegido por los delegados del partido en la Convención Nacional Demócrata a finales de agosto en Denver, Colorado-, el siguiente reto en su lucha por la presidencia sería conseguir captar un porcentaje del voto republicano.
Este reto se presenta realmente complicado a juzgar por el liberalismo de Obama como Senador de Illinois en el Congreso de los Estados Unidos, donde sus posturas liberales alcanzaron en 2007 una puntuación de 95.5 sobre 100, la puntuación más alta de toda la cámara alta, según el análisis de National Journal, una respetada revista semanal norteamericana.
A pesar de la ideología liberal de Obama, un grupo de republicanos, que los medios de comunicación identifican como 'Republicans for Obama' comienzan a alzar la voz a favor del candidato demócrata. Entre ellos está Peter Wehner, el antiguo asesor de George W. Bush; Jim Scarborough, el actual presentador de la cadena de televisión MSNBC y antiguo miembro republicano en el Congreso, y, para sorpresa de muchos, la conservadora Susan Eisenhower, la nieta del antiguo presidente republicano Dwight Eisenhower. Ésta última escribió lo siguiente en un artículo de opinión para el Washington Post a principios de febrero: “Si el partido demócrata elige a Obama como su próximo candidato, esta republicana de toda la vida trabajará para verle elegido como presidente y para motivarle en la elección de soluciones estratégicas que resuelvan los grandes retos a los que se enfrenta América.”
En el mismo artículo, Eisenhower destacó la capacidad de Obama para movilizar al pueblo norteamericano en los principios de unidad y libertad. Pero la conservadora fue más allá de las virtudes del candidato demócrata e hizo hincapié en una interesante tradición que ha marcado el devenir de la política norteamericana. Es la tradición de ver en momentos críticos de la historia del país a grupos de votantes de un partido apoyando al candidato del partido contrario, tal y como hicieron los demócratas por Eisenhower o por Reagan, cuando respaldaron a ambos políticos republicanos en sus candidaturas a la presidencia.
Es ciertamente inspirador ver cómo el establishment norteamericano, tanto liberal como conservador, por encima de su posición ideológica y de sus intereses, muestra en los momentos más críticos de su historia la lucidez y la apertura que mueven a este gran país hacia delante.
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