Votar esta noticia

Resultado (15 Votos)

Deja tu comentario (2)

“Es como situarse a 26 metros de profundidad en el agua y no tener un hilo de oxígenos. Es estar muy cerca de la muerte”. Eran las palabras de Enzo Rossi ayer en Punto Radio cuando explicaba su incapacidad para llegar a fin de mes con 1.000 euros. Enzo es el propietario de la fábrica de pasta Campofilone. Tiene 42 años y se propuso un experimento. Quiso comprobar cómo sus empleados lograban vivir con sueldos de poco más de 1.000 euros al mes.

“El verdadero valor añadido de mi empresa son los trabajadores que con todo su cariño amasan cada día la pasta para todos ustedes, por que en España también vendemos”, subrayaba Rossi, orgulloso de su decisión. Tras comprobar que sólo era capaz de llegar al día 20 con ese dinero decidió elevar al menos en 200 euros el salario de todos y cada uno de sus empleados de sueldo menor. Lo curioso es que Enzo hace una cuenta de la vieja muy interesante. Si sólo llegamos al día 20 quiere esto decir que 120 días del año lo tienen crudo.

Los más de diez millones de mileuristas españoles tienen motivos para la reflexión y los cientos de miles de empresarios también, aunque parece claro que una buena parte de estos se niegan a aceptar la reducción de excedentes.

Viene este sorprendente ejemplo italiano a cuenta de un asunto habitual en nuestro país que estos días de elecciones alcanza límites de debate paroxísticos. El caso es que 100.000 o 500.000 trabajadores con el SMI viven mal o pero, varios millones de mileuristas acceden a la sociedad de consumo, pero no tienen vivienda, es decir, viven con sus padres, y otros tantos millones de jubilados viven por debajo de estos umbrales. Somos la octavo potencia económica mundial, pero hay un substrato muy amplio de la población que ve con cierto escepticismo y lejanía todo el momento político.

El debate político camina por andurriales increíbles y en este caso el Gobierno Zapatero lleva al partido de la oposición por la calle de la amargura. Le marca el camino, prácticamente cada día y el resultado es una especie de rifirrafe indolente sobre cualquier asunto.

Mariano Rajoy, el líder del PP, al que por cierto no parece importarle lo más mínimos el famoso cambio climático (pobre Al Gore) está preocupado por el impacto que puede tener el incremento del Salario Mínimo en la inflación y además resopla por que los presupuestos son electorales y gastan mucho.

Son argumentos de patio de colegio, propios de campaña electoral tan chuscos como los del otro lado. Ahí está cada día Caldera o el primero que pasa haciendo promesas- hoy mismo se presenta una campaña para la prevención de riesgos laborales- y de otro lado Solbes diciendo aquello de “no podemos gastar el superávit porque luego no podemos hacer frente a compromisos más importantes cuando las cosas vengan mal dadas”.

La realidad es que no se puede vivir con mil euros brutos al mes, ni con menos y que desde la política se ofrecen pocas soluciones al empleo precario- un 30% de los contratos son temporales- y las enormes diferencias salariales, sin olvidarnos de las atorrantes dosis electoralistas de uno y otro lado sólo atentos a la realidad en época electoral. Intenten vivir como Enzo Rossi con 1.000 euros brutos anuales y luego escuchen a Zapatero, a Caldera, a Rajoy o a Acebes. Y disfruten.

Votar esta noticia

Resultado (15 Votos)

Ver más comentarios    Deja tu comentario

@Jesús García

Una columna diaria de referencia sobre la actualidad económica diaria. El Punto de Vista da una particular visión de las noticias económicas más importantes.

INFORMACIÓN PRIVILEGIADA

Las enseñanzas de la Fórmula 1  Ignacio Rodríguez Añino*

VALOR AÑADIDO

¿Quo Vadis (caja) Cataluña?  S. McCoy

Mayo 2007

Junio 2007

Julio 2007

Agosto 2007

Septiembre 2007

Octubre 2007