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Un culpable, dos ganadores y varios indultos: el mercado ya ha analizado el gran apagón
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Evolución en bolsa tras el episodio

Un culpable, dos ganadores y varios indultos: el mercado ya ha analizado el gran apagón

Aunque en algunos casos de forma sutil, el apagón del 28 de abril ha supuesto cambios en el relato de inversión de las compañías del sector, con impacto positivo para unas y negativo para otras

Foto: Torres de alta tensión en El Berrón (Asturias). (EFE/Eloy Alonso)
Torres de alta tensión en El Berrón (Asturias). (EFE/Eloy Alonso)
EC EXCLUSIVO

Casi 50 días después del apagón masivo que afectó a la Península Ibérica, la sociedad española sigue sin respuestas claras sobre las razones de aquella crisis. Un suceso histórico que la vorágine de la actualidad ha relegado casi al olvido, pero que ha dejado una huella sensible en el sector que no ha pasado desapercibida para los mercados.

Aunque en muchos casos de forma sutil, la controversia originada por el cero energético del pasado 28 de abril ha azuzado una serie de debates que empiezan a reescribir el relato de inversión en torno a las diferentes compañías del sector.

Un vistazo a la evolución de sus acciones desde entonces ofrece algunas pistas sobre las ideas que se estarían imponiendo sobre el parqué en torno al papel que corresponde a cada uno de los actores de la industria eléctrica española en el debate generado en torno a las responsabilidades en el apagón y las obligaciones (y oportunidades) derivadas del mismo.

Y una de las lecturas más obvias es la que sitúa a Redeia en el epicentro de la polémica, como el "sospechoso" principal del incidente. Desde que el país entero (a excepción de Baleares y Canarias) se quedó sin suministro energético, las acciones de la matriz de Red Eléctrica han experimentado un débil desempeño, que las sitúa como las segundas con peor rendimiento de todo el Índice General de la Bolsa de Madrid, solo mejorando los números de Duro Felguera.

Castigo a Redeia

El 7,37% que pierde en el periodo contrasta de forma marcada con la evolución positiva de algunos de sus comparables, como Enagás o la italiana Tenaris, que suman un 7% y un 8,8%, respectivamente. Una brecha que los expertos de UBS no han dudado en achacar a los temores a que el gestor de las redes españolas se acabe viendo condenado a pagar una serie de indemnizaciones por los perjuicios derivados a empresas y particulares del apagón.

La entidad suiza calculaba entonces un riesgo potencial máximo de entre 200 y 300 millones para el grupo presidido por la exministra Beatriz Corredor, cifras que, indicaban, habían sido descontadas ya con creces por el mercado, con el castigo a la acción, por lo que aconsejaban comprar sus acciones. Desde entonces, otras firmas, como Barclays, se han mostrado convencidas de que el suceso puede tener implicaciones positivas para la historia de Redeia a largo plazo, como podría ser un mayor impulso a la inversión en redes, pero la falta de visibilidad sobre las potenciales penalizaciones que podría encarar el grupo siguen manteniendo a los inversores al margen.

Foto: Sede de Redeia en Madrid. (Europa Press/Carlos Luján)

En ausencia de explicaciones oficiales, las hipótesis más extendidas han tendido a situar también en el centro de la polémica a las energías renovables –y especialmente a las fotovoltaicas–, por entenderse que un empleo excesivo de las mismas en el mix energético agudizó la inestabilidad del sistema, creando las condiciones que permitieron, una vez se desataron los problemas, la caída generalizada del suministro en toda la geografía nacional.

De hecho, aunque Redeia (y el Gobierno) se ha esforzado en negar cualquier responsabilidad de las energías verdes, la receta puesta en marcha en las semanas posteriores para limitar el riesgo de nuevos apagones ha consistido, en gran medida, en restar peso a estas en favor de fuentes tradicionales, como los ciclos combinados.

Todas estas cuestiones han azuzado el debate sobre la necesidad de repensar la transición energética y ralentizar el ritmo de adopción de las nuevas energías, una cuestión que pareció pesar en la evolución del sector en los primeros días tras el apagón. En apenas dos semanas, Solaria llegó a ceder un 9,6%, mientras que Acciona Energía se dejaba un 1,36%.

Tras un primer impacto negativo, Solaria y Acciona Energía han logrado levantar el vuelo

Sin embargo, desde entonces, ambos grupos han experimentado una llamativa remontada que los han situado entre los mejores valores de la bolsa española desde el apagón, con avances que superan el 27% y el 21%, respectivamente. Y, aunque de forma menos destacada, firmas como Audax o Ecoener también saldan este periodo con ganancias que se acercan a las del mercado nacional.

Para los expertos, este viraje se explica esencialmente por cuestiones particulares de estas empresas, como la buena acogida que tuvieron las recientes presentaciones de resultados de Solaria y Acciona Energía (favorecida más por sus esfuerzos en desinversión que por la marcha de su actividad energética) y no por un cambio en el relato generado por el blackout. Sin embargo, también advierten de que si los inversores han sido capaces de aparcar tan rápidamente las dudas generadas por este episodio es porque, en gran medida, esos temores ya estaban muy extendidos y reflejados en las cotizaciones de las empresas del sector.

Que Solaria y Acciona Energía hayan perdido desde el verano de 2022 más de la mitad de su valor en bolsa difícilmente podría explicarse sin considerar las crecientes preocupaciones por el exceso de producción renovable y su impacto en precios. En gran medida, se entiende que, aunque pueda haber un ligero freno adicional en el despliegue de nueva capacidad renovable en el corto plazo, los retos a largo siguen siendo los mismos y se basan, en gran medida, en la necesidad de un impulso de la demanda (que solo será posible con nuevas inversiones en redes) y el desarrollo de sistemas de almacenamiento que subsanen los inconvenientes que genera la variabilidad de la producción verde.

Las grandes eléctricas

A falta de respuestas a estas cuestiones, solo las medidas de transición que permitan a las compañías lidiar con las actuales dificultades en las mejores condiciones parecen tener la entidad para animar las cotizaciones del sector. Pero, al menos, los grupos de renovables pueden observar con alivio que, a ojos del mercado, el apagón no ha agravado sus problemas.

En el caso de los grandes grupos eléctricos, el apagón ofrece una lectura mucho más compleja. Desde un primer momento, compañías como Iberdrola y Endesa se han visto envueltas en las discusiones sobre las culpas, que podrían conllevar también en su caso la amenaza de sanciones y cargas por indemnizaciones. Sin embargo, el mercado parece haber hecho oídos sordos a este riesgo, exculpando a estas compañías de una responsabilidad que sí parece observar en Redeia. "Tenemos que esperar a las conclusiones de los informes, pero creo que si existieran indicios reales de la responsabilidad de los operadores privados ya lo habríamos sabido", observan en una firma de inversión nacional.

Lo cierto es que tanto Iberdrola como Endesa firmaron mejores números que el Ibex en los primeros días de la polémica y, aunque posteriormente perdieron algo de fuerza (por un cambio general en las condiciones del mercado que se hizo notar en todo el sector europeo de las utilities), al término de estos 50 días muestran números positivos, equiparables a los de la bolsa española y a los de su sector en el Stoxx 600, evidenciando un impacto nimio de las cuestiones relativas al apagón. Naturgy, por su parte, ha tenido un desempeño algo inferior, pero también se mantiene en positivo desde el pasado 28 de abril.

Foto: Sara Aagesen y Beatriz Corredor asisten a la reunión del Comité para el análisis de la crisis eléctrica en la sede de Red Eléctrica de España. (Europa Press/Carlos Luján)

Pese a esto, algunos expertos consideran que lo ocurrido sí que tiene implicaciones a más largo plazo para la historia de inversión del sector, pero con tintes principalmente positivos. Por un lado, defienden, las lecciones extraídas de este episodio vendrían a demostrar la conveniencia de acelerar la inversión en redes, lo que supondría un respaldo en la batalla de estas compañías por obtener una remuneración atractiva para estas inversiones. "Los recientes apagones deberían tener implicaciones positivas para las inversiones en redes, la remuneración y la posible introducción de pagos por capacidad para asegurar la capacidad firme", observaban recientemente los expertos de RBC.

Además, el suceso ha venido seguido de un creciente debate sobre la necesidad de ampliar la vida útil de las centrales nucleares en España, lo que firmas como Barclays han defendido como positivo para el sector en su conjunto y, especialmente, para Endesa, por el mayor peso de este negocio en su cuenta de resultados.

Asimismo, otras fuentes apuntan a un impulso indirecto para sus actividades de comercialización, dadas las dificultades que parecen estar atravesando algunas pequeñas firmas en este segmento de negocio, a raíz de los cambios producidos por Redeia tras el apagón. Según estas voces, una extensión de los problemas de estos podría crear las condiciones propicias para una menor competencia para las grandes firmas a medio y largo plazo.

Historias reforzadas

Lo cierto es que, desde el pasado 25 de abril, tanto Iberdrola como Endesa han visto elevarse las valoraciones que les otorga el consenso del mercado más de un 5%, mientras que en el caso de Naturgy (cuya historia de inversión se encuentra mucho más condicionada por la baja liquidez de sus acciones) esa mejora ha sido de un 1%.

Mientras Redeia parece cargar con las "culpas" a ojos de los inversores y renovables y grandes eléctricas salen relativamente indemnes de la polémica, también pueden detectarse en el mercado español historias que han salido claramente reforzadas de todos los debates en torno al gran apagón. Se trata de compañías cuyo desempeño ya venía siendo premiado por los inversores antes del episodio del 28 de abril, pero cuyos relatos han quedado apuntalados por lo ocurrido entonces.

Una de ellas es Grenergy. El grupo energético liderado por David Ruiz de Andrés se ha anotado desde el día del apagón avances cercanos al 40%, que multiplican por ocho veces los registros del Ibex en el periodo y amplían por encima del 105% sus ganancias en el año.

Foto: El consejero delegado de Grenergy, David Ruiz de Andrés. (EFE/Chema Moya)

El tirón más reciente de sus acciones tuvo lugar a finales del pasado mayo, cuando presentó un plan estratégico con el que venía a postularse como punta de lanza del sector para el desarrollo de sistemas de almacenamiento energético con baterías en Europa, un plan que fue acogido con repuntes del 19% en la jornada del 29 de mayo. "Consideramos el almacenamiento en baterías como una posible palanca de crecimiento para las empresas europeas de energía limpia y destacamos a Grenergy como pionera en la categoría de almacenamiento en nuestra cobertura", indicaban tras la presentación los analistas de Barclays, que observaban que “el almacenamiento en baterías ha cobrado mayor importancia en España tras los recientes apagones en la Península Ibérica, y el gobierno español anunció recientemente subvenciones por valor de 700 millones de euros para apoyar el desarrollo del almacenamiento en baterías hasta 2029”.

Del mismo modo se puede resaltar el buen hacer en bolsa de Arteche, un pequeño grupo cotizado en el mercado alternativo BME Growth, que ha registrado unos retornos totales próximos al 29% en estas siete semanas, elevando su capitalización a un máximo histórico por encima de los 600 millones de euros.

Foto: Una pantalla en la Bolsa de Nueva York muestra a Trump, bajo un luminoso en el que se refleja la cotización de Nvidia (Reuters/Jeenah Moon)

Aunque la tónica positiva sobre el parqué del grupo vizcaíno viene de mucho más atrás, auspiciado por su buen posicionamiento en un nicho de mercado de alto crecimiento, como es el de las soluciones para redes (transformadores de medida y de tensión, relés, sensores de media tensión…), el impulso posterior al apagón le ha supuesto una parte muy significativa de las ganancias en 2025, en el que suma un 36%.

"El reciente apagón subraya la necesidad de reforzar la red eléctrica en España y Europa, lo que beneficiará a todas las compañías con exposición a este segmento, como es el caso de Arteche. En nuestra opinión, el apagón ha aumentado el ruido mediático, donde puede que una mayor presión política pueda acelerar estas inversiones a corto plazo, aunque nuestra visión de Arteche siempre ha sido que la inversión en redes es algo estructural, con mucha visibilidad a medio y largo plazo", explica en este sentido Nikola Egia, analista de Kutxabank Investment.

Casi 50 días después del apagón masivo que afectó a la Península Ibérica, la sociedad española sigue sin respuestas claras sobre las razones de aquella crisis. Un suceso histórico que la vorágine de la actualidad ha relegado casi al olvido, pero que ha dejado una huella sensible en el sector que no ha pasado desapercibida para los mercados.

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