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Trump reabre las heridas comerciales y amenaza con otra sacudida billonaria al mercado
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Tensión en los parqués

Trump reabre las heridas comerciales y amenaza con otra sacudida billonaria al mercado

Aunque el mercado se muestra convencido de que no llegará a aplicar un arancel del 50% a la UE, la bravata pone en evidencia los riesgos a los que están expuestas las finanzas mundiales

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump. (EFE EPA/Samuel Corum)
El presidente de EEUU, Donald Trump. (EFE EPA/Samuel Corum)
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Las costuras de los mercados saltaron por los aires con solo un 'tuit'. En cuestión de minutos, las principales bolsas europeas pasaron a registrar en la tarde de este viernes caídas superiores al 3%, al comprobar los inversores que la tormenta arancelaria que creían haber dejado ya atrás vuelve a manifestarse con virulencia.

En un mensaje a través de sus redes sociales, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazaba con imponer aranceles del 50% a la Unión Europea, ante la falta de avances en las negociaciones para un acuerdo comercial entre ambas regiones, mientras que, en paralelo, advertía a Apple de una tarifa de hasta el 25% sobre los productos que elabora fuera de la frontera estadounidense. Un movimiento que ha supuesto un inesperado jarro de agua fría para un mercado que hacía semanas que se había autoconvencido de que el riesgo arancelario había quedado desactivado, como parecían evidenciar los recientes pactos con Reino Unido y hasta con China. "Una semana relativamente tranquila llega a un final abrupto y decepcionante, un duro recordatorio de que seguimos lejos de cualquier entorno de acuerdos comerciales favorables o de volver a la normalidad", indicaban tras el movimiento de Trump los expertos de ING.

El súbito retroceso con el que respondieron las bolsas, al tiempo que los inversores buscaban refugio en la deuda –con la consiguiente caída de las rentabilidades– y el euro se tambaleaba frente a las principales divisas internacionales (con la significativa excepción del dólar), resulta fácil de explicar desde el propio contenido del mensaje de Trump, pues la puesta en marcha de un arancel del calibre anunciado implicaría inevitablemente un colapso de las relaciones comerciales que empujaría a la UE a la recesión y haría mucho más difícil para EEUU escapar de la temida estanflación.

Los inversores, que en las últimas semanas habían descartado estos riesgos, confiados en el talante mucho más abierto a los pactos de Trump y su equipo, se ven de nuevo forzados a reevaluar sus convicciones. La remontada por valor de casi 20 billones de dólares que habían firmado las bolsas mundiales en las últimas seis semanas —recuperándose con creces del golpe provocado por el 'Día de la Liberación'— queda en entredicho tras el último viraje del presidente estadounidense.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump, en una imagen de archivo. (Reuters/Evelyn Hockstein)

"Un arancel del 50 % para la UE y un arancel global del 25 % para los teléfonos inteligentes elevaría la tasa arancelaria efectiva promedio del 15 % al 19 %. Con un panorama económico menos sombrío que hace uno o dos meses, existe el riesgo de que la administración Trump se anime a volver a aumentar los aranceles, lo que lastraría el crecimiento económico en la segunda mitad de este año", apuntan los expertos de Oxford Economics.

Es cierto que los números finales de la jornada de este viernes (el EuroStoxx 50 europeo retrocedió un 1,8%, mientras que el S&P 500 de EEUU se ha dejado cerca de un un 0,7%) transmiten una preocupación contenida. Y es que no resulta difícil concebir la última bravata de Trump como parte de su estrategia para obtener mejores condiciones en el acuerdo que negocia con las autoridades de Bruselas. Así pueden entenderse también las palabras posteriores del secretario del Tesoro, Scott Bessent, al señalar que "espero que esto encienda una llama bajo la UE".

Un mundo imprevisible

Pero incluso si se diera por cierta la intención de Trump de acelerar un acuerdo con la UE más que de desatar una agresiva batalla comercial con uno de sus mayores aliados, la amenaza de este viernes ejemplifica un modo de hacer política que se ha convertido en seña de la nueva Administración estadounidense y que amenaza con provocar daños severos a la economía y los mercados, con independencia de sus políticas efectivas.

"En general, a los inversores les preocupa el contenido de las políticas. Los cambios fiscales ajustan el rendimiento relativo de los diferentes sectores de la economía, y los mercados reaccionan en consecuencia. Sin embargo, la actual administración estadounidense ha añadido dos complicaciones. Las políticas son menos predecibles y parece más probable que tengan consecuencias imprevistas", advertía este viernes, antes del mensaje contra la UE de Trump, el economista jefe de UBS WM, Paul Donovan.

La advertencia emitida este viernes por la Casa Blanca no solo ha provocado el estremecimiento del mercado por su propio contenido, sino también por los tiempos de la misma, ya que, al proponer la entrada en vigor de la tarifa del 50% desde el próximo 1 de junio, Trump estaría soslayando los plazos de negociación que él mismo había establecido cuando decidió pausar por 90 días (en principio, hasta el 9 de julio) los aranceles que había anunciado solo una semana antes.

placeholder Evolución del índice EuroStoxx 50 en la sesión del 23 de mayo de 2025. (Bloomberg)
Evolución del índice EuroStoxx 50 en la sesión del 23 de mayo de 2025. (Bloomberg)

Entre los expertos del mercado hace tiempo que las formas de Trump inquietan casi tanto como sus medidas. El peligro, advierten, es que la manera errática y voluble con que la Casa Blanca parece pilotar asuntos de la máxima trascendencia genera una falta de visibilidad que puede llegar a paralizar las decisiones de inversión de las empresas, con el lastre consiguiente al crecimiento económico.

Según los datos recogidos por la plataforma FactSet, durante la actual campaña de resultados empresariales, el número de compañías del S&P 500 que hizo referencia a la incertidumbre en sus presentaciones se situó cerca del máximo histórico registrado durante la pandemia del coronavirus.

Todo esto no hace sino añadir complejidad a las decisiones de inversión de un mercado que siente que camina a ciegas, desconfiado incluso de algunos de los activos que durante años se han considerado más confiables en los parqués internacionales. Es el caso del dólar y los bonos estadounidenses, que a lo largo de las últimas semanas han experimentado bruscos movimientos a la baja que han encendido las alarmas sobre si Estados Unidos está dejando de ser un mercado confiable para los inversores.

Foto: Sede del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en Washington. (Getty/Chip Somodevilla)

Una situación que se ha agudizado en los últimos días, ante las crecientes preocupaciones sobre la salud fiscal de la mayor economía del mundo, puestas sobre el tapete ante la decisión, el pasado viernes, de Moody’s de rebajar el rating de EEUU y agudizadas esta semana por la aprobación en el Congreso del plan fiscal de Trump, que se teme que pueda engordar el ya abultado déficit del país. Esto ha llevado las rentabilidades del bono estadounidense a 30 años a marcar sus niveles más elevados desde 2007, por encima del 5%.

"Todo el mundo sabe ya que la trayectoria fiscal de Estados Unidos es insostenible. Con déficits superiores al 6% del PIB y sin solución a la vista, no es de extrañar que los inversores estén nerviosos. Los bonos del Tesoro estadounidense son el principal riesgo estructural del mercado actual", advierte Matt Eagan, gestor de cartera en Loomis Sayles, firma del grupo francés Natixis.

Esta complicada situación alcanza a las bolsas internacionales, y especialmente las europeas, en zona de máximos históricos, tras la llamativa remontada de las últimas semanas. Una mejoría basada, precisamente, en la confianza en que la guerra arancelaria había quedado desactivada e impulsada, en buena medida, por un ejército de inversores minoristas que actúan bajo la confianza –labrada a lo largo de los últimos lustros– de que cualquier caída bursátil representa una oportunidad de inversión.

Sin margen

Pero son muchos los expertos que temen que detrás de esta escalada haya mucho de relato y pocos fundamentales y que la subida reciente haya dejado al mercado sin margen para decepciones. La amenaza lanzada por Trump este viernes es un recordatorio de que el riesgo de sobresaltos es muy elevado.

Aunque más allá del impacto de corto plazo que puedan tener los exabruptos del presidente estadounidense, en el mercado inquieta el baño de realidad con el que puedan toparse los inversores cuando empiecen a plasmarse los efectos de sus políticas. No en vano, como muchos avisan, el paso atrás reciente en la guerra arancelaria —advertencia a la UE al margen— ni siquiera representa un retorno a la situación anterior, sino que viene envuelto en unos niveles de aranceles claramente superiores a los que han regido en los últimos años, lo que a buen seguro se hará notar en la economía internacional y, por ende, en los resultados empresariales en los próximos trimestres.

Parece probable que el arancel del 50% contra la UE nunca llegue a concretarse. Pero la mera posibilidad supone en sí misma una cruda evidencia de que la economía y los mercados vienen lidiando ya con un intenso cúmulo de vulnerabilidades que amenaza con hacer insostenible la billonaria escalada de las últimas semanas.

Las costuras de los mercados saltaron por los aires con solo un 'tuit'. En cuestión de minutos, las principales bolsas europeas pasaron a registrar en la tarde de este viernes caídas superiores al 3%, al comprobar los inversores que la tormenta arancelaria que creían haber dejado ya atrás vuelve a manifestarse con virulencia.

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