BME y CNMV ponen en marcha una nueva solución para revitalizar las salidas a bolsa
El nuevo mecanismo permitirá comenzar a cotizar sin cumplir el requisito mínimo de liquidez, que deberá alcanzarse en un plazo máximo de 24 meses
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BME y la CNMV ponen en marcha un nuevo sistema para facilitar que las empresas puedan dar el salto al parqué español. Ante la escasez que aqueja a la bolsa española (y a los mercados europeos, en general), el operador de los mercados españoles y el regulador han acordado un sistema alternativo para que las compañías que así lo deseen puedan hacer su entrada en el mercado sin cumplir con los requisitos mínimos de liquidez, tal y como ya anunció El Confidencial el pasado 20 de febrero.
Está previsto que la puesta en marcha de esta vía se articule en las próximas semanas, una vez que la CNMV apruebe los cambios normativos que lo hagan posible. “Esperamos que pueda aprobarse antes del verano”, afirman fuentes conocedoras del proceso.
BME Easy Access, el nombre que la filial española de SIX ha dado a esta nueva modalidad, permitirá que las empresas cumplimenten el proceso de salida a bolsa sin la necesidad de contar con el requisito mínimo de liquidez que establece la regulación (está fijado en un 25%, aunque la CNMV tiene potestad para fijar excepciones), con el objetivo de alcanzar esos niveles mínimos en el corto plazo, un periodo que la CNMV ha fijado en 18 meses, que, en función de las circunstancias, podría prolongarse seis meses más.
Esta iniciativa, con la que BME busca ponerse a la vanguardia de los esfuerzos de Europa por revitalizar sus mercados financieros (plasmada en la normativa Listing Act, que los países miembro de la UE deben trasponer antes de julio de 2026), busca ofrecer una solución a aquellas empresas que se plantean convertirse en cotizadas pero acaban abandonando durante el proceso por distintas razones. “Nos consta que un 50% de las empresas que quieren salir a bolsa no lo hacen”, explican fuentes del mercado.
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En los últimos años, diversas compañías, como Tendam o Europastry, han cancelado en el último momento sus planes de convertirse en cotizadas, aduciendo las dificultades del contexto de mercado para alcanzar sus objetivos (esencialmente, de demanda y valoración). A través de BME Easy Access, esas compañías podrían convertirse en cotizadas sin llegar a realizar la colocación de las acciones, posponiendo esta operación hasta que las circunstancias del mercado sean las apropiadas para su ejecución.
Para optar a esta vía, las empresas deben acreditar, a través de un informe independiente, una capitalización mínima de 500 millones de euros, aunque la CNMV podría otorgar excepciones a este requisito. Ese informe puede servir para establecer el precio de referencia de sus acciones en el momento de saltar al parqué, aunque también serían válidas las operaciones de compraventa o ampliaciones de capital realizadas en los seis meses previos. Incluso, la compañía podría iniciar su vida como compañía cotizada sin ningún precio de referencia.
Negociación restringida
Las empresas que recurran a esta modalidad (que tendrán disponible hasta el último momento las empresas que decidan explorar inicialmente la vía tradicional de salida a bolsa) pasarán a cotizar bajo un régimen especial, en el que únicamente podrán negociar con sus acciones los inversores profesionales, que podrán realizar transacciones únicamente a través del mercado de bloques y en operaciones por un valor mínimo de 100.000 euros.
Durante el plazo de 18 meses (extensible en seis), estas empresas podrán realizar una o varias operaciones de colocación de acciones hasta alcanzar un free-float mínimo del 10% (o incluso menos si el regulador entendiera que las circunstancias hacen viable su cotización de forma apropiada sin alcanzar ese límite), tras lo que pasarían a cotizar bajo el régimen general, que permitiría a los minoristas negociar con sus acciones.
Esta presencia en el mercado, aunque bajo condiciones de negociación más restrictiva, se confía en que pueda servir de escaparate para el interés de los inversores, facilitando que estas compañías puedan alcanzar sus objetivos de colocación durante el plazo establecido para ello. Para ello, tendrán que cumplir con las mismas obligaciones de publicidad y transparencia que el resto de cotizadas --folleto de salida a bolsa, incluido-- y podrán atraer servicios de cobertura por parte de los bancos de inversión, lo que las dotaría de mayor visibilidad ante los inversores.
Si transcurrido el plazo máximo la empresa no alcanzara los mínimos de ‘free-float’ –y no se considerara apropiado establecer una excepción–, se iniciaría un proceso oficioso de exclusión de la empresa, sin que estuviera prevista ninguna compensación para los inversores profesionales que hubiesen decidido invertir en la compañía (con independencia de los acuerdos privados que esos inversores pudieran haber alcanzado con los dueños de la empresa).
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El operador de los mercados asegura haber pulsado el ánimo de los distintos agentes del mercado para tratar de configurar la vía más apropiada para facilitar que las empresas se animen a convertirse en cotizadas.
“Hoy es un día importante”, ha afirmado el consejero delegado de BME, Juan Flames, durante el acto de presentación de este nuevo mecanismo, que, ha asegurado, tiene como objetivo “que las empresas salgan a bolsa con más certidumbre y menos presión sobre el momento concreto de empezar a cotizar”.
BME Easy Access se presenta como un movimiento pionero con el que la Bolsa española busca adaptarse al espíritu que inspira la Listing Act y que pasa por fortalecer los mercados financieros regionales. Esta normativa europea ya fija el umbral del 10% de free-float como referencia clave para permitir la cotización de una empresa, frente al 25% establecido actualmente en la ley (que ya cuenta con excepciones).
El número de cotizadas en España se ha reducido un 17% en los últimos años
“Fortalecer nuestro mercado de capitales es cuestión de Estado”, ha asegurado Flames, que ha recalcado las enormes necesidades de financiación a las que se enfrentan las empresas españoles, para las que la financiación bursátil se presenta como una palanca esencial.
Carlos San Basilio, presidente de la CNMV, ha coincidido en la importancia de impulsar los mercados financieros, tras varios intentos fallidos. En su opinión, BME Easy Access representa una solución rompedora que debería hacer más atractiva para las empresas la opción de salir a bolsa, frente a otras alternativas de financiación.
San Basilio ha recalcado que para hacer posible esta vía de salidas a bolsas no son necesarios cambios regulatorios, por los que se ha llegado a cuestionar “cómo no lo hemos hecho antes”.
Opas de exclusión
“Necesitamos revertir la tendencia. Recuperar la fortaleza de la bolsa, que a su vez reforzará el conjunto de los mercados financieros. Pero para ello necesitamos medidas audaces”, ha indicado el presidente del regulador bursátil. “Hace falta hacer cosas diferentes”, ha alentado.
La pérdida de pujanza de la bolsa española (y la europea en general) ha quedado plasmada en los últimos años en la reducción del número de cotizadas, que en el parqué español alcanza el 17% en los últimos años, a medida que múltiples empresas han dejado de cotizar sin encontrar reemplazo en las que optan por saltar al parqué.
Solo en los últimos meses, la bolsa española ha enfrentado los procesos de exclusión de bolsa de compañías como Lar España, NH, Corporación Financiera Alba o Catalana Occidente, mientras que únicamente HBX se ha aventurado a engrosar la lista de cotizadas en el parqué español.
BME y la CNMV ponen en marcha un nuevo sistema para facilitar que las empresas puedan dar el salto al parqué español. Ante la escasez que aqueja a la bolsa española (y a los mercados europeos, en general), el operador de los mercados españoles y el regulador han acordado un sistema alternativo para que las compañías que así lo deseen puedan hacer su entrada en el mercado sin cumplir con los requisitos mínimos de liquidez, tal y como ya anunció El Confidencial el pasado 20 de febrero.