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El Ibex brilla en la esquizofrenia arancelaria: tres claves que movieron el mercado
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El Ibex brilla en la esquizofrenia arancelaria: tres claves que movieron el mercado

Pese a los sobresaltos por las sucesivas amenazas de Trump, la bolsa española se apoya en los resultados empresariales para firmar una semana de sólidos avances y sellar su mejor febrero en 25 años

Foto: Pantallas de cotización en la Bolsa de Madrid. (EFE/ Vega Alonso)
Pantallas de cotización en la Bolsa de Madrid. (EFE/ Vega Alonso)

La esquizofrenia comercial vuelve a marcar la semana en los mercados internacionales. La sucesión de comentarios del presidente estadounidense sobre la imposición de aranceles ha vuelto a deparar una semana de sacudidas para los inversores que concluye con una estampa que se está volviendo sorprendentemente habitual desde el inicio de año: Europa resiste mejor que EEUU.

Y en ese escenario, el Ibex vuelve a lucir la mano más fuerte para consolidarse como el mejor de los grandes índices internacionales en lo que va de año. Tras el minúsculo borrón de la semana anterior, el selectivo español sella su décima semana en positivo de las últimas once y con un avance del 3% conquista un nuevo máximo de los últimos 17 años, por encima ya de los 13.300 puntos. De este modo, concluye el que pasa a ser su mejor febrero desde el año 2000, con avances cercanos al 8%.

1. El susto ligero de los aranceles

Pocos analistas se habrían atrevido a pronosticar a inicios de año que una semana tan cargada por los anuncios de nuevos aranceles por parte de Trump podría devenir en una semana mayoritariamente positiva para las bolsas europeas y sensiblemente más nociva para Wall Street. Pero a pesar de los repentinos sobresaltos que han ido deparando en las últimas jornadas los anuncios de Trump sobre la entrada inminente en vigor de las tarifas previamente anunciadas a México y Canadá (amén de otro 10% a China), así como sus menos concretas amenazas contra Europa, los inversores han vuelto a dar muestras de una confianza incorruptible en que se acabará evitando una guerra comercial cruenta y que los aranceles no pasarán de meras herramientas de negociación.

En parte, esta esperanza parece apoyada en las incipientes señales de debilidad que viene dando la economía estadounidense y que invitan a pensar que Trump y su equipo económico no tendrán mucho margen para experimentar con medidas que puedan acabar afectando a las propias perspectivas de crecimiento de su país. El débil dato de gastos personales conocido este viernes redunda en esta idea y mantiene congelados los avances del dólar frente al euro, lejos aún de la paridad tantas veces pronosticada.

2. Paz y tipos

Si los mercados europeos han sido capaces de lidiar con tanta entereza con la nueva avalancha de amenazas comerciales ha sido, además de por la confianza en que no acaben concretándose (o que si lo hacen, solo se mantengan en vigor de forma temporal) ha sido porque los inversores siguen observando elementos de apoyo para la región, que favorecen que donde antes los inversores solo veían la opción de invertir en Wall Street se haya afianzado la idea de que Europa tiene mucho que ofrecer.

En las últimas semanas, los inversores parecen haberse abrazado con fuerza a la idea de que la guerra de Ucrania se dirige a un próximo final que será favorable para los intereses económicos europeos (los beneficios políticos del acuerdo en ciernes son más discutibles). Si, por un lado, se prevé que muchas compañías industriales se beneficien de un periodo intenso de inversión en la reconstrucción del país del mar Negro, por otro, se pone énfasis en las necesidades de inversión de Europa en el desarrollo de su industria de defensa, lo que vuelve a deparar sólidos avances en bolsa para grupos como Rheinmetall, BAE Systems o Thales, así como para la española Indra.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (REUTERS/Stephanie Lecocq)

Esta última idea se ve reforzada por la reciente victoria de la CDU en las elecciones alemanas. Aunque aún no está claro de qué manera podrá hacerse con los apoyos necesarios ni, sobre todo, si contará con la fuerza parlamentaria suficiente para sacar adelante las reformas precisas para revitalizar la economía germana, los inversores han abrazado el triunfo de Friedrich Merz como una oportunidad adicional de resurrección para una Europa aquejada desde hace tiempo de los males de la inestabilidad política.

Mientras tanto, y a falta de medidas políticas que impulsen a la región, las miradas vuelven a centrarse en el BCE, que el jueves se reúne para, con casi total seguridad, marcar un nuevo recorte de tipos, que los datos de inflación conocidos entre el jueves y el viernes en varios países europeos, no parecen haber alejado. Con todo, la posibilidad de un próximo final (o pausa) de los recortes ha ido ganando fuerza en los últimos días, con las declaraciones de distintos miembros del BCE. Una situación que permite a la banca destacar como el mejor sector de la semana en el EuroStoxx y que explica, en buena medida, la fortaleza del Ibex 35, donde Unicaja, Santander y Sabadell concluyen la semana con avances entre el 7,4 y el 5,54%.

3. Una cuestión de resultados... y valoraciones

La temporada de resultados, que va dando sus últimos coletazos, ha sido una semana más uno de los principales animadores del mercado, dejando un regusto mayoritariamente positivo, aunque salpicado por decepciones muy estruendosas.

Entre estas últimas resalta la del gigante tecnológico Nvidia, que este jueves encajó sus cuentas (presentadas la noche anterior) con un derrumbe próximo al 8,5%, agudizando las dudas que viene mostrando el sector tecnológico y que han llevado al Nasdaq 100 a firmar (salvo recuperación vertiginosa a última hora del viernes) su peor semana desde septiembre. Es reseñable que este descalabro no muestra unas cifras malas --de hecho, mejoraron las previsiones-- sino la percepción entre los inversores de que su ritmo de crecimiento ya no parece justificar la euforia que ha rodeado a la compañía y al sector en su conjunto.

Foto: Logo de Nvidia

En Europa, las dudas de las tecnológicas también se han hecho notar en el mal desempeño de grupos como ASML e Infineon, así como en el batacazo de Siemens Energy y Schneider Electric (grupos penalizados por la noticia de que Microsoft está empezando a replegar inversiones en centros de datos). Pero han pesado mucho más las buenas nuevas, especialmente entre compañías que venían arrastrando malas rachas y que, por ello, lucen valoraciones mucho menos exigentes.

Esto ha sido especialmente perceptible en España, donde los grandes vencedores de la última oleada de resultados han sido grupos especialmente castigados en los últimos tiempos, como Grifols, Indra o Acciona, que logran un importante desquite, con alzas que rondan el 14, el 11 y el 9%, respectivamente.

La esquizofrenia comercial vuelve a marcar la semana en los mercados internacionales. La sucesión de comentarios del presidente estadounidense sobre la imposición de aranceles ha vuelto a deparar una semana de sacudidas para los inversores que concluye con una estampa que se está volviendo sorprendentemente habitual desde el inicio de año: Europa resiste mejor que EEUU.

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