El arbitraje de Alemania también cuantificará la indemnización de UBS a Singular
Empieza una segunda fase para calcular el daño que ha supuesto la vulneración de la cláusula de no competencia tras un fallo que no es recurrible
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El arbitraje alemán que interpuso Singular Bank contra UBS, a raíz de quedarse con el negocio de Credit Suisse, tendrá una segunda fase que arranca ahora y que servirá para cuantificar el daño, que podría derivar en una indemnización. En muchos procesos de este tipo las partes llegan a un acuerdo, aunque por ahora no ha habido negociaciones.
La primera parte del litigio que se está desarrollando en Fráncfort, donde tiene la sede la sociedad de UBS a la que Singular compró el negocio de banca privada en España en 2021, donde era una sucursal, consistía en evaluar quién tenía razón. Es decir, si UBS vulneró un pacto de no competencia o si en las circunstancias sobrevenidas de haberse quedado con Credit Suisse, no aplicaba.
El fallo, que no es recurrible, ha sido favorable a Singular Bank, según adelantó el medio alemán Inside Paradeplatz y confirmó este medio. Desde Singular no ha habido comentarios. UBS, por su parte, señaló: “No hacemos comentarios sobre presuntos procedimientos judiciales. UBS mantiene su compromiso con el negocio español de gestión de patrimonios, que es una franquicia sólida, bien establecida y rentable, con vínculos de confianza con los clientes y un equipo especializado”.
El proceso ahora pasa a una segunda fase, según fuentes jurídicas, en el mismo arbitraje. La idea ahora es que ambas partes presenten una propuesta de cuantificación de daño con sus argumentos, pruebas o peritos, para que, finalmente, el arbitraje haga sus números. El fallo determinará una cuantía que podría llevar a una indemnización de UBS a Singular.
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Los escenarios son varios. Ambas partes podrían negociar y consensuar una solución, ya sea una indemnización o el cese de la actividad por parte de UBS, algo que por ahora no está contemplado. También podrían esperar al fallo del arbitraje. Por arriba, podría llegar a los 200 millones.
Singular adquirió en 2021 el negocio de banca privada en España de UBS por una cifra cercana a los 200 millones de euros, que se redujo por la salida de clientes y banqueros antes de cerrarse la operación en 2022, con las autorizaciones regulatorias. También hubo salidas posteriores, tras la integración, y de hecho apenas quedan profesionales ex de UBS en Singular. La venta incluía una cláusula de no competencia durante tres años, pero UBS adquirió Credit Suisse en marzo de 2023 para evitar su quiebra y apagar el incendio que hubo en la banca suiza y, por extensión, en el sistema financiero europeo. Con ello, volvió a tener, de forma sobrevenida, negocio de banca privada en España.
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Los ejecutivos de UBS, con Iqbal Khan y Christl Novakovic a la cabeza, calmaron a los banqueros y clientes asegurando que la cláusula de no competencia no aplicaba en este caso y que se apostaba por España, tras haber decidido salir dos años antes, dado que el negocio de Credit Suisse estaba menos sobredimensionado en costes y era más rentable. Finalmente, el arbitraje de Alemania sí ha considerado que se ha vulnerado el acuerdo de no competencia.
Hay un segundo arbitraje
Hay un segundo arbitraje, que incluye reclamaciones de Singular a UBS por la integración de clientes con fallos en la plataforma tecnológica, aludiendo a una mala gestión en el proceso del banco suizo. UBS gestiona en España 15.000 millones, según estimaciones de Intelect Search al cierre de 2024, más que la cifra que tenía Credit Suisse. Por otro lado, el banco suizo ganó recientemente un juicio a Banca March de no competencia, aunque el banco mallorquín lo ha recurrido.
Singular, por su parte, cerró el ejercicio pasado en 14.345 millones. La entidad de Warburg Pincus y que dirige Javier Marín como consejero delegado, sigue moviendo el mercado con fichajes para crecer y aumentar el volumen de patrimonio gestionado.
El arbitraje alemán que interpuso Singular Bank contra UBS, a raíz de quedarse con el negocio de Credit Suisse, tendrá una segunda fase que arranca ahora y que servirá para cuantificar el daño, que podría derivar en una indemnización. En muchos procesos de este tipo las partes llegan a un acuerdo, aunque por ahora no ha habido negociaciones.