La batalla de la 'jet' catalana contra Q-Renta se cobra otra víctima: la aseguradora americana

La compañía estadounidense de seguros Chubb se enfrenta al pago millonario a clientes de Q-Renta como aseguradora de la agencia de valores quebrada, contra la que hay más de 30 demandas de la jet set catalana. Las sentencias suman más de tres millones de euros por asesoramiento inadecuado y conflictos de interés. Desde Chubb no hay comentarios.

La agencia de valores Q-Renta ha sido condenada a indemnizar a más de 30 grandes fortunas catalanas que eran clientes, pero no ha cumplido con los pagos y no tiene recursos para ello, por lo que los clientes han demandado a la aseguradora, el gigante norteamericano Chubb, presente en España en el negocio de pólizas corporativas.

El escándalo estalló en el verano de 2018, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió los reembolsos de dos fondos gestionados por esta firma debido a problemas de iliquidez, lo que generó pánico en la jet set catalana, porque una parte relevante de los clientes eran grandes fortunas de la región. Posteriormente, la CNMV impuso a Q-Renta multas de 480.000 euros por infracción “grave” por manipulación de mercado y abuso de mercado, y de 2,075 millones por conflictos de interés. La mala praxis que justifica las sanciones se produjo entre 2015 y 2019.

La agencia de valores acabó en concurso de acreedores, y su falta de recursos hace inviable que acometa el pago de más de tres millones de euros en indemnizaciones tras las condenas de los jueces, que han dado la razón a los clientes. A raíz de ello, los clientes, asesorados por Fernando Gavín, abogado de Gavín y Linares, que trabaja de la mano de Asufin en el proceso, han demandado a la aseguradora Chubb para que asuma la responsabilidad.

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La primera sentencia emitida al respecto, a la que ha tenido acceso este medio, da la razón al demandante y condena a Chubb a asumir el pago. El Juzgado número 5 de lo mercantil de Madrid sostiene que Chubb European Group SE Sucursal en España es la entidad aseguradora del seguro de gestión de activos, cubriendo las pérdidas producidas por reclamaciones derivadas de la actividad de gestión de fondos o patrimonios.

Q-Renta era tomadora de una póliza de Chubb que incluía la cobertura por actividades de prestación de asesoramiento financiero, económico o de inversión, la gestión de inversiones o carteras, la comercialización de inversiones, el análisis de informes, la gestión de patrimonios o carteras, la comercialización de fondos, la constitución o gestión de fondos y el análisis de informes sobre fondos.

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La aseguradora puede ahora recurrir la sentencia, que obliga al pago de la indemnización a la que se condenó a Q-Renta más intereses, así como las costas del litigio. Hay más de 30 demandas a Chubb por el mismo motivo bajo el asesoramiento de Gavín y Asufin.

Las sentencias contra Q-Renta concluyeron que hubo asesoramiento sesgado a los clientes: “La demandada no ha probado que informara al inversor de manera concreta, clara y sincera de los riesgos de pérdida de la inversión y, además, tampoco ha justificado que la información periódica que le remitía se ajustara a la realidad, por lo que procede declarar el incumplimiento contractual (...). La pérdida patrimonial puede imputarse a la insuficiencia de la información que sufrió” el cliente.

Tanto los jueces mercantiles de Barcelona que estudiaron las demandas de clientes contra Q-Renta como la CNMV señalaron manipulación de mercado y conflictos de interés, ya que Q-Renta asesoraba a empresas del Mercado Alternativo Bursátil (MAB, ahora BME Growth) de tamaño reducido y poca liquidez –Eurona, Euroconsult, Inkemia, Home Meal, Elzinc, Cerbium, Inclam y Clever–, cuyas acciones incluía en fondos gestionados para clientes o en carteras de gestión discrecional. “La demandada incumplió los deberes de lealtad y diligencia para salvaguardar los intereses de sus clientes, lo que provocó que los clientes de Q-Renta sufrieran una importante pérdida patrimonial”, concluyeron las sentencias contra Q-Renta.