La Fed hace trizas la alegría navideña de la bolsa: tres claves que movieron el mercado
El aviso del banco central de que 2025 verá un freno de los recortes de tipos asusta a unos inversores que dejan de lado el 'rally' de Navidad para poner sus ganancias a buen recaudo
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Las bolsas internacionales finalizan la penúltima semana completa de 2024 con el pie cambiado. Frente al tradicional impulso alcista que suele condicionar el tramo final del año, los principales índices globales han mostrado en las últimas jornadas señales de debilidad como hacía mucho tiempo que no ocurría.
En este escenario, el Ibex 35 ha seguido perdiendo posiciones con intensidad, con un recorte semanal del 2,42%. Tras asomarse por encima de los 12.000 puntos el pasado 5 de diciembre, el índice español se ha desinflado un 5,38% en las siguientes 11 sesiones y se mueve ahora en sus niveles más bajos desde mediados de noviembre, limitando al 13,5% sus ganancias en el año.
1. Powell asusta a Wall Street
El principal responsable del batacazo prenavideño que han experimentado las bolsas en las últimas semanas ha sido la Reserva Federal de EEUU. La institución que dirige Jerome Powell se atuvo a lo esperado, al anunciar el pasado miércoles el tercer recorte consecutivo de los tipos de interés. Y tampoco estuvo fuera de lo previsible su mensaje más cauto respecto al futuro del precio del dinero, al señalar que es probable que el ritmo de recortes se ralentice mucho en 2025, ante la expectativa de que la inflación se mantenga por encima del objetivo.
Sea porque la proyección de tipos resultó más cauta de lo esperado (ya solo proyectan dos recortes de tipos el próximo año) o porque el mensaje del banco central vino a representar un recordatorio de los efectos nocivos que puede traer consigo la próxima presidencia de Donald Trump, lo cierto es que los inversores reaccionaron con un temor súbito que ha llevado a Wall Street a tocar sus niveles más bajos desde las elecciones del pasado noviembre, mientras uno de los activos de moda, el bitcoin, también se hundía con rotundidad. Un revés que apenas se logra aplacar con el alivio que ha supuesto este viernes una lectura débil del índice de precios al consumo, que viene a mostrar que las presiones inflacionarias que aguarda la Fed quizás resulten excesivas en el momento actual.
Lo cierto, en cualquier caso, es que los principales índices de Nueva York venían mostrando ya, antes de la reunión del banco central, ciertas señales de debilidad (peor racha de caídas del Dow Jones en más de 50 años, concentración de las subidas del S&P en un porcentaje de valores cada vez más reducido) que pueden leerse como muestras de agotamiento tras lo que han sido dos años de muy buena evolución, pero también como indicios de que, detrás del optimismo que viene envolviendo las perspectivas de Wall Street asoman algunas grietas, que pueden explicarse, precisamente, con la cara menos amable del segundo mandato de Trump, que está a punto de empezar.
2. Europa sufre aún más
El llamativo mal tono de Wall Street no evita, sin embargo, que vuelva a ser Europa el mercado que se lleva la peor parte. El viejo continente tiene razones de sobra para mirar con inquietud las mismas cuestiones que preocupan al otro lado del Atlántico. La amenaza de aranceles de Trump se presenta como un riesgo de calado para la economía regional y el freno de la Fed amenaza con estrechar el margen del BCE para evitar el frenazo de la actividad europea.
Un freno que ha vuelto a quedar constatado esta semana en las lecturas de los índices PMI, que refuerzan la idea de que tanto Alemania como Francia están lastrando las posibilidades de Europa de salir de su estancamiento, justo en un momento en que ambos países encaran serias incertidumbres políticas.
Con China ofreciendo una nueva batería de datos preocupantes, lo que impacta de lleno en los sectores de recursos básicos y automoción, el golpe de gracia lo ha dado este viernes el sector de salud, penalizado por el impresionante descalabro de Novo Nordisk, la mayor cotizada de Europa por valor de mercado, que este viernes ha perdido un 20% de su valor (más de 90.000 millones de euros) tras el fiasco de una investigación para un tratamiento sobre la obesidad.
3. Al Ibex se le atraganta Latam
A la bolsa española, a priori, los tropiezos de los recursos básicos, la automoción o la salud le suponen problemas menores, por la escasa relevancia de estos sectores en su composición. Pero esto no ha impedido que el Ibex vuelva a cerrar la semana con peores números que el EuroStoxx 50.
Un repaso a la lista de los valores más castigados del mercado nacional, en la que resaltan los tropiezos de Telefónica (agravado por el pago de dividendo) y Santander muestra a las claras que sobre el selectivo español vuelve a pesar, una semana más, la inquietud en torno a Latinoamérica y, muy especialmente, Brasil. La caída del real a mínimos anuales, ante las preocupaciones sobre la situación fiscal del país, se une a la ya conocida preocupación por los riesgos que encara México con la presidencia de Trump, conformando un cóctel especialmente nocivo para la bolsa española.
En estas circunstancias, el buen tono de IAG, que se sigue mostrando como uno de los valores más en forma de Europa en el tramo final del año (gana un 97% en menos de cuatro meses), resulta totalmente insuficiente para infundir ánimos a un Ibex que se afianza como el peor entre los grandes desde la victoria de Trump.
Las bolsas internacionales finalizan la penúltima semana completa de 2024 con el pie cambiado. Frente al tradicional impulso alcista que suele condicionar el tramo final del año, los principales índices globales han mostrado en las últimas jornadas señales de debilidad como hacía mucho tiempo que no ocurría.