Los plazos de la CNMC en la opa de BBVA al Sabadell extienden la presión a la CNMV
Las dos entidades empiezan a poner el foco en la CNMV ante las dudas que hay sobre el calendario de Competencia. BBVA quiere que el proceso sea rápido y Sabadell que espere
La presión que llevan semanas trasladando BBVA y Sabadell a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) empieza a recaer, también, en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los ejecutivos de los bancos empiezan a opinar sobre lo que debería hacer el organismo que preside Rodrigo Buenaventura, que interviene este martes en el Congreso.
BBVA quiere que el proceso de aceptación para los accionistas de Banco Sabadell sea lo antes posible. Su escenario ideal, en línea con el calendario que facilitó al mercado en mayo, es que la CNMC apruebe la operación con requisitos (remedies) mínimos, como hizo con CaixaBank y Bankia, y que acto seguido la CNMV autorice el folleto y el inicio del periodo para que se pronuncien los dueños del Sabadell.
Pero, incluso si el proceso se alarga a fase dos y la CNMC tarda en emitir el dictamen, BBVA querría que la opa se decida cuanto antes. Todo lo contrario que el Sabadell, que habla abiertamente de que es probable que Competencia se vaya a fase dos, y que en ese escenario la CNMV debería esperar a la CNMC para que los accionistas tengan toda la información. El banco considera que en estos meses no se ha visto afectado el negocio o el crédito disponible para particulares y empresas, y que tampoco será así en los próximos meses si sigue prolongándose la operación.
Desde el verano, los dos bancos han elevado el ruido sobre la fusión. Y ya no evitan señalar a los supervisores y opinar sobre su labor. Primero ha sido con la CNMC, sobre la complejidad del proceso y el potencial daño a la competencia. Este lunes hubo un nuevo ejemplo de ello en el encuentro bancario que organizaron KPMG y Expansión, en el que los consejeros delegados de los dos bancos hablaron sobre ello.
Onur Genç, CEO de BBVA, apuntó una cifra que está deslizando el banco en las últimas semanas ante analistas, inversores e instituciones, tal y como avanzó este medio. Y es que solo el 1,5% de las pymes trabajan, únicamente, con BBVA y Sabadell, porcentaje que se queda en el 3,6% en Cataluña. Genç insistió en que no hay complejidad o problemas relevantes de competencia porque las cuotas conjuntas serían poco mayores del 20%, inferiores a las de CaixaBank.
Al revés, César González-Bueno, CEO del Sabadell, aseguró que el 40% de las pymes trabajan, al menos, con los dos bancos, con lo que se verían afectadas por una posible fusión. El ejecutivo también asegura en cada aparición en público que en el sector ha habido una reducción de la competencia, y que ya con la integración del Popular en Santander hubo un recorte del 67% en la oferta de crédito respecto a la que tenía Banco Popular.
Estos mensajes trasladan presión a la CNMC, donde hay malestar. Para los bancos es una cuestión clave, ante la posibilidad de que se alargue el examen de los técnicos y que, al final, haya remedies que afecten a la rentabilidad de la operación. Los dos bancos han fichado a consultoras de primer nivel como asesores en competencia.
El organismo esperará a que la CNMC apruebe o no en fase uno la operación
Mientras, la CNMV está a la espera. Por ahora, Buenaventura ha dejado claro que el organismo esperará a que la CNMC apruebe o no en fase uno la operación. Y si pasa a fase dos, decidirá qué hacer, entre esperar y mantener condicionada la cotización de dos valores importantes del Ibex durante meses para que los accionistas tengan toda la información, o si opta por priorizar la agilidad en el proceso. No en vano, la CNMV quiere que haya más movimiento en los mercados de valores y capitales, tanto en cuestión de ofertas como salidas a bolsa o emisiones, y la agilidad es clave.
La CNMV ya podría autorizar el folleto y el periodo de aceptación, una vez que llegó la no oposición del Banco Central Europeo (BCE). BBVA ofrece un canje de una acción y 0,29 euros por cada 5,0196 acciones del Sabadell, tras el dividendo del banco catalán. La oferta supone una prima del 30% respecto a los precios de cierre del 29 de abril.
El organismo que preside Buenaventura también tiene que evaluar el folleto de BBVA, que deberá recoger sinergias y costes de reestructuración ante un escenario de fusión y ante el riesgo de que compre Sabadell, pero Economía no permita la integración, ya que tiene la última palabra. Sabadell también presionará para que se reflejen estas advertencias.
La presión que llevan semanas trasladando BBVA y Sabadell a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) empieza a recaer, también, en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los ejecutivos de los bancos empiezan a opinar sobre lo que debería hacer el organismo que preside Rodrigo Buenaventura, que interviene este martes en el Congreso.