Las galletas que humillan a la IA: cómo Lotus se convirtió en la joya de la bolsa europea

Hace ya varios años que Lotus Bakeries define su misión corporativa bajo el ideal de "crear pequeños momentos de alegría y felicidad". Es fácil suponer que, para sus accionistas, este objetivo está más que satisfecho.

Desde el arranque de 2024, las acciones del fabricante de galletas y snacks acumulan unos retornos totales (incluidos dividendos) próximos al 42%. Unos números que tan solo representan la continuación de una carrera de fondo, ya que la compañía belga ha cerrado con ganancias 21 de los últimos 22 ejercicios, multiplicando por más de 322 veces el valor de sus acciones (ajustadas por dividendos) en ese periodo y elevando así su capitalización por encima de los 9.500 millones. Sus títulos, que se intercambian a 11.680 euros, tienen la singularidad de figurar entre los más caros del mundo.

Los registros bursátiles de Lotus Bakeries admiten pocas comparaciones. Ni siquiera la tan exaltada inteligencia artificial ha sido capaz de seguir sus ritmos. En el último lustro, en el que el fabricante belga acumula ganancias sobre el parqué del 365,8%, el índice AI Winners, que elabora UBS y agrupa 45 cotizadas estadounidenses consideradas como la vanguardia de la IA generativa, acumula unos retornos del 188%, aproximadamente la mitad que Lotus. Y la distancia es aún más abultada con la versión europea del índice, con 19 componentes, cuyos retornos en cinco años alcanzan el 128,6%.

Si se toma como referencia la época de mayor frenesí en torno a la IA, tras la presentación de ChatGPT en noviembre de 2022, los gigantes estadounidenses de esta temática sí logran superar a Lotus (116% vs. 93%), pero no así los europeos (con un retorno del 41%).

De hecho, las valoraciones a las que cotiza Lotus Bakeries, con un PER estimado para 2024 de 62 veces, parecen más propias de grandes grupos tecnológicos con amplias expectativas de crecimiento (Nvidia, sin ir más lejos, muestra un PER para 2024 de 34 veces) que de una industria alimentaria caracterizada, en términos generales, por unos ritmos de crecimiento mucho más modestos.

Pero si algo ha distinguido la historia reciente del grupo que dirige Jan Boone ha sido, precisamente, su capacidad para disparar sus cifras de negocio. En la última década, sus ingresos se han triplicado, hasta superar en 2023, por primera vez, la barrera de los 1.000 millones de euros en ventas y su beneficio ha aumentado un 363% en el mismo periodo. Las cuentas del primer semestre de 2024, con incrementos en torno al 20% en ambas variables, auguran que este será otro año récord para el grupo belga.

Éxito en redes sociales

"La clave del éxito de Lotus Bakeries reside en su capacidad para crecer orgánicamente en un sector maduro y muy defensivo. Si nos fijamos en otras empresas cotizadas, Lotus Bakeries ha sido la única que ha crecido de forma significativa en la última década, impulsada principalmente por un crecimiento del volumen (frente a los precios de todas las demás)", señala en declaraciones a El Confidencial Maxime Stranart, analista de ING.

Un impulso que ha estado basado en buena medida en la internacionalización del que es el producto insignia de la compañía, la galleta Biscoff (y su versión en forma de crema para untar), una variante caramelizada y de receta secreta —solo seis miembros de la empresa conocen la fórmula— de las tradicionales speculoos belgas.

Según resalta la compañía en su informe anual de 2023, este producto alcanzó por primera vez en su historia un volumen de ventas superior a los 500 millones de euros, tras registrar un crecimiento anualizado en la última década del 16%.

Lotus aspira a situar su galleta Biscoff como la tercera más vendida en el mundo

Para muchas voces en la industria, el éxito reciente de esta galleta resulta indisociable del boom que ha experimentado en redes sociales, especialmente en el caso de TikTok, donde se ha convertido en ingrediente estrella en una amplia variedad de vídeos sobre recetas, que van desde la tarta de queso al martini, sin descuidar su incorporación a platos salados.

La inesperada notoriedad entre las nuevas generaciones de un producto que suma casi un siglo de vida ha contribuido, sin duda, a convertir Biscoff en la quinta galleta más vendida del mundo, según datos exhibidos por la propia compañía, y apuntala sus aspiraciones de auparse a la tercera posición, en competencia con referentes globales como Oreo y Chips Ahoy.

En cualquier caso, los responsables de Lotus Bakeries están convencidos de que su éxito va más allá de una moda pasajera de TikTok y para apuntalarlo mantienen una intensa actividad de márketing y una estrategia de diversificación hacia otros productos que viene ofreciendo resultados reseñables. "Su temprana entrada en el segmento de snacks saludables también ha ayudado a la empresa a crecer en la última década", explica Stranart, poniendo el foco en una división que en 2023 experimentó un crecimiento del 25% y ya origina casi uno de cada cuatro euros de ingresos de la compañía.

Pero ni la sólida trayectoria del negocio ni la sucesión de fortalezas que respaldan sus perspectivas a corto y medio plazo resulta suficiente para que Lotus Bakeries pueda disfrutar de un amplio respaldo entre los expertos del mercado. De hecho, según los registros de Bloomberg, ninguna de las siete firmas de análisis que cubren el valor aconsejan comprar sus acciones.

Precisamente, ING fue, el pasado febrero, la última en retirar la recomendación de compra sobre la compañía. En un informe citado por Bloomberg, el banco neerlandés justificaba su decisión en que tras las fuertes alzas acumuladas en los meses previos "es tiempo de un respiro". La cotización acumula un avance del 26% desde entonces.

Entre los expertos existe cierta unanimidad en que, pese a que su buen desempeño pueda justificar los niveles actuales, el mercado está asumiendo un escenario tan optimista para el negocio de Lotus que deja poco margen a cualquier desliz.

Ninguna de las firmas de análisis que cubren el valor aconseja comprar sus acciones

Y una decepción podría llegar sin necesidad de mediar una pérdida de interés de los consumidores en sus productos. Más bien, al contrario. "Su mayor fortaleza es su mayor debilidad: necesitan aumentar de manera continua y rápida su capacidad de producción para no verse limitados. El crecimiento del volumen ha sido tan fuerte recientemente que, operativamente, la empresa tuvo que implementar turnos nocturnos y de fin de semana para abordar el crecimiento continuo de la demanda. Incluso en los EEUU, la fábrica ya está llena y la empresa tiene que seguir enviando productos desde Bélgica. Yo diría que, antes de fines de 2025 o principios de 2026, este problema no se resolverá por completo" advierte Stranart.

Para abordar este problema, el grupo belga tiene en marcha diversos proyectos para incrementar su capacidad de producción, entre los que destaca la apertura de una fábrica en Tailandia con la que abastecer su creciente huella en el mercado asiático. Una vez puesta en marcha esta instalación, los expertos consideran que Lotus tendría el camino allanado para registrar tasas de crecimiento de doble dígito a medio plazo.

Se trataría de una pieza fundamental para seguir dotando de solidez a su historia de éxito en el parqué y conseguir así que los "momentos de alegría y felicidad" que viene ofreciendo a sus inversores desde hace años, más que "pequeños", resulten duraderos.