Otro récord no basta: Nvidia siembra dudas sobre el 'boom' de la IA y deja en vilo al mercado

Récord y decepción. La presentación de resultados de Nvidia este jueves, al cierre de los mercados estadounidenses, se convirtió en la mejor prueba de lo difícil que puede llegar a ser satisfacer las altas expectativas que los inversores se han creado en torno a la inteligencia artificial.

El gigante de los chips y las tarjetas gráficas se presentó ante los inversores con unas cuentas que, una vez más, sobrepasaron las estimaciones de los analistas para alcanzar cifras récord. Sus ingresos durante el segundo trimestre se situaron por encima de los 30.000 millones de dólares, lo que representa un 122% más que en el mismo periodo de 2023, con el claro liderazgo de los centros de datos, cuyas ventas alcanzaron los 26.300 millones, superando en más de 1.000 millones las estimaciones de los analistas. El margen bruto superó el 75% (cinco puntos porcentuales más que el año anterior) y el beneficio neto se situó en los 16.599 millones, un 168% más.

Todo esto refuerza la idea de que la compañía que dirige Jen-Hsun Huang es, con diferencia, la principal vencedora de la ola de inversiones en torno a la inteligencia artificial, gracias al dominio de la industria del que disfrutan actualmente sus chips. Pero esto no fue suficiente para convencer a los inversores, que propinaron a sus acciones un castigo de más del 8% en las operaciones after hours. Un revés que evidencia las dudas del mercado sobre la sostenibilidad del boom de la inteligencia artificial y que deja en vilo al conjunto de las bolsas mundiales, dada la relevancia que tiene Nvidia.

La reacción negativa de los inversores se explica por las proyecciones emitidas por el gigante tecnológico de cara al tercer trimestre del año. Nvidia ha proyectado unas ventas de alrededor de 32.500 millones de dólares en el tercer trimestre. Se trata de una cifra que supera la media de las estimaciones de los analistas (de 31.900 millones), pero que queda claramente por debajo de los pronósticos más optimistas, que se elevaban al entorno de los 38.000 millones. El débil crecimiento intertrimestral estimado (de apenas el 8,5%), unido al hecho de que las cifras de este jueves batieron las estimaciones del consenso por el rango más estrecho en año y medio, alimenta, según los expertos, los temores a que el boom de ganancias impulsado por la ola de inversiones en IA esté perdiendo fuerza.

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Además, el fabricante de chips respondió a las recientes dudas sobre su nuevo diseño, el Blackwell, reconociendo que ha habido algunos problemas en la producción que ya están en proceso de solución, pero pronosticando al mismo tiempo que generará varios miles de millones de dólares ya en el cuarto trimestre del ejercicio. Estos problemas de producción no han impedido que el efectivo en caja de la compañía se haya elevado hasta los 34.800 millones, desde los 25.984 millones que reportó al cierre del año anterior.

Los inversores aguardaban los resultados de Nvidia con enorme expectación (el Wall Street Journal ha llegado a equiparar la presentación de sus resultados con la Super Bowl de los mercados financieros), ya que buscan en ellos pruebas sobre la solidez de la tendencia de inversión en inteligencia artificial.

La importancia de la evolución de Nvidia para el conjunto del mercado deriva de su posición como principal exponente del desarrollo de la inteligencia artificial –lo que sin duda, tiene repercusión sobre gran parte de la industria tecnológica–, pero también de su relevancia en los principales índices mundiales, ya que el grupo de Huang es actualmente la segunda mayor cotizada del mundo, con una valoración que supera los 3 billones de dólares, tras disparar su cotización más de un 150% solo desde el inicio de 2024, en medio de una ola de optimismo en torno a la IA que algunas voces no han dudado en equiparar a una burbuja financiera.