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El aumento de la tensión internacional añade presión a las facturas de luz, gas y carburante
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Gas y luz se sitúan en máximos anuales

El aumento de la tensión internacional añade presión a las facturas de luz, gas y carburante

La intensificación de los conflictos entre Ucrania y Rusia y en Oriente Medio, sumado a la incertidumbre por las próximas elecciones en EEUU o por el devenir del Gobierno en Venezuela, pone en jaque los mercados energéticos

Foto: El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reúne a su consejo de seguridad tras las incursiones de Ucrania en la región rusa de Kursk. (EFE/Aleksey Babushkin)
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reúne a su consejo de seguridad tras las incursiones de Ucrania en la región rusa de Kursk. (EFE/Aleksey Babushkin)
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La intensificación de los principales conflictos internacionales están sacudiendo ya los mercados energéticos mundiales. La prueba de ello ha sido el repentino repunte de los precios del gas. El TTF holandés, mercado de referencia en Europa, ha escalado hasta los 40 euros por MWh, una cota que no se veía desde diciembre de 2023. En este ejercicio, el gas había fluctuado alrededor de los 30 euros por MWh, un precio que había permitido recuperar la normalización después del estallido de la guerra en Ucrania en 2022. Es un 72% más caro ahora que cuando tocó mínimos en febrero.

Sin embargo, los últimos acontecimientos acaecidos en ese conflicto han vuelto a despertar los fantasmas. Las incursiones ucranianas en la región rusa de Kursk han llevado al mercado a ponerse en guardia, temiendo que Rusia pudiera dejar de suministrar gas a Europa. Pese a que las reservas del Viejo Continente están actualmente en un nivel muy holgado, los miedos se han disparado hasta el punto de que Austria ha llegado a decir que podría haber un "riesgo enorme" de interrupción del suministro. Pese a ello, desde la compañía estatal rusa Gazprom aseguraban a Bloomberg que el tránsito de gas, del que Austria sigue siendo muy dependiente, se estaba dando con normalidad.

"Aunque el almacenamiento está lleno, la verdadera pregunta es si el gas llegará al punto en el que más se necesita", dijo Christoph Halser, analista principal del mercado de gas europeo en Rystad Energy, en la conferencia virtual Winter Gas Supply Outlook de Montel, diario especializado en mercados energéticos.

Esta subida del gas ya se nota en España. El mercado ibérico, Mibgas, también ha escalado hasta los 40 euros por MWh. Además, la materia prima ya está contagiando a los precios de la electricidad, que actualmente están en niveles máximos de este año, superando en muchas horas del día los 100 euros por MWh.

placeholder Logo de la empresa gasista Gazprom en San Petersburgo. (DPA/Igor Russak)
Logo de la empresa gasista Gazprom en San Petersburgo. (DPA/Igor Russak)

Actualmente, el mercado de futuros OMIP prevé unos precios de la electricidad próximos a los 100 euros por MWh en los meses que restan de este 2024. Esto es alrededor de un 25% más caro de lo que preveía hace poco más de un mes. Paradójicamente, de esta manera los consumidores españoles se garantizarán un IVA de la luz al 10%, ya que si el precio medio mensual es superior a los 45 euros por MWh, el IVA se reduce automáticamente, tal y como dicta la regulación.

Pero una vez superados esos 45 euros por MWh, el mercado de futuros está cada vez más tensionado y eso, tarde o temprano, acaba trasladándose a la factura de los consumidores. Y en esa tensión de precios, no solo afecta la situación de Rusia y Ucrania. Los inversores también miran de reojo desde hace meses al conflicto de Oriente Medio. Con los últimos acontecimientos, los peores augurios pasan por una escalada de esta guerra en la que se implique directamente Irán. Los medios de comunicación internacionales destacan que crece el miedo a que el conflicto escale, y Teherán pueda tomar represalias contra Israel por el asesinato del líder de Hamás en su país. En este contexto, las tensiones del estado judío con el Líbano y Hezbolá cada vez son más patentes.

La cuestión no es baladí, ya que Irán es uno de los países con más reservas de crudo del mundo, lo que podría provocar sanciones cruzadas que desestabilicen los mercados energéticos. "Es bastante sorprendente que hasta el momento el mercado petrolero no esté incorporando preventivamente el riesgo de lo que parece ser un conflicto muy inminente", dijo Daniel Yergin, vicepresidente de S&P Global a la cadena estadounidense CNBC el pasado 6 de agosto.

Foto: Parque eólico en Magallón (Zaragoza). (EFE/Javier Belver)

El otro país con graves problemas de inestabilidad política y social con muchas reservas petroleras que puede condicionar los mercados internacionales es Venezuela. A la vez que se dan el resto de conflictos, el país latinoamericano vive una situación crítica tras las elecciones, después de que la oposición rechace la victoria de Nicolás Maduro. Los opositores acusan al régimen chavista de pucherazo y varias potencias internacionales están tratando de buscar una solución. Incluso el presidente de Brasil, Lula da Silva, ha pedido una repetición electoral. De nuevo, una crisis en Venezuela que intensifique las sanciones podría provocar aumentos en el precio del petróleo, y posteriormente en los combustibles.

De fondo, lo que importa a los inversores es conocer el resultado de las elecciones el próximo mes de noviembre en EEUU, ya que dependiendo de quién gane, el escenario geopolítico puede cambiar tanto en Venezuela, como en Ucrania o en Oriente Medio. Una victoria de Donald Trump desataría unos efectos muy distintos que si quien se hiciera con la presidencia fuera Kamala Harris. Aunque las últimas encuestas dan una ligera ventaja a la líder del partido demócrata, nadie descarta que sea el magnate republicano quien pueda regresar a la Casa Blanca. Su posición antichavista y de apoyo a Israel o a Rusia es mucho más marcada que la que puede tener su competidora en las elecciones de noviembre.

Foto: El presidente de la Fed, Jerome Powell. (Reuters/Kevin Mohatt)

El paso de los próximos días y semanas será clave para conocer los efectos económicos de las escaladas que se están dando en los diferentes conflictos. Si se cumplen los peores augurios y los mercados energéticos siguen tensionándose, la situación de la economía mundial podría cambiar a corto plazo. Con la energía más cara, las tensiones inflacionistas se mantendrán durante más tiempo, un escenario que hace más complicado a los bancos centrales reducir tipos de interés con la fuerza que tenían previsto.

Eso, a su vez, puede provocar mayores problemas. Solo hay que asomarse al pasado 5 de agosto, cuando un simple mal dato de paro en EEUU desató una crisis en las bolsas a nivel mundial, aunque el movimiento no fue a más y rápidamente volvió la calma. Ahora, con la situación actual, está por ver si la tensión geopolítica sacude a los mercados internacionales más de lo que ya lo ha hecho.

La intensificación de los principales conflictos internacionales están sacudiendo ya los mercados energéticos mundiales. La prueba de ello ha sido el repentino repunte de los precios del gas. El TTF holandés, mercado de referencia en Europa, ha escalado hasta los 40 euros por MWh, una cota que no se veía desde diciembre de 2023. En este ejercicio, el gas había fluctuado alrededor de los 30 euros por MWh, un precio que había permitido recuperar la normalización después del estallido de la guerra en Ucrania en 2022. Es un 72% más caro ahora que cuando tocó mínimos en febrero.

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