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Por qué el Ibex sufre su mayor revés en un año y medio: tres claves que movieron el mercado
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Por qué el Ibex sufre su mayor revés en un año y medio: tres claves que movieron el mercado

Aunque la Fed ha apuntado hacia un próximo inicio de los recortes de tipos, el temor a que estos vengan acompañados de una recesión pone en estampida a los inversores

Foto: Palacio de la Bolsa de Madrid. (EFE/Ana Bornay)
Palacio de la Bolsa de Madrid. (EFE/Ana Bornay)

La llegada de agosto ha terminado por derretir la confianza de las bolsas, que firman esta semana uno de sus peores resultados en el último año y medio. En el caso del Ibex, el retroceso del 4,42% convierte esta en la peor semana desde marzo de 2023, en plena tormenta bancaria que acabó con la caída de Credit Suisse.

Aunque todo parecía preparado para que fueran los bancos centrales los que dictaran el rumbo del mercado, finalmente los mensajes de estos han quedado superados por una realidad económica y empresarial que ha puesto en estampida a los inversores internacionales.

Todo esto en un entorno estival caracterizado, como es costumbre, por los bajos volúmenes de negociación, que contribuyen a agudizar los vaivenes del mercado.

1. La puerta abierta de la Fed

El miércoles tuvo lugar la que todo el mundo señalaba como la cita clave de la semana y, prácticamente, de lo que queda de verano. La reunión de la Fed se presentaba como el momento clave para que Jerome Powell y sus colegas abrieran la puerta a una próxima rebaja de los tipos de interés en Estados Unidos.

El banco central de la mayor economía del mundo no dejó pasar la oportunidad y, aunque con fórmulas poco comprometedoras, dio a entender a los inversores que septiembre será con toda probabilidad el momento indicado para el inicio de un ciclo de relajación monetaria que los inversores vienen esperando desde hace varios trimestres.

Las sólidas ganancias con las que el S&P 500 y el Nasdaq saludaron las palabras de Powell dan muestra del anhelo de los inversores por una medida que, grosso modo, debería favorecer el marchamo de la economía y aportar más liquidez a la economía.

2. Rápido deterioro de la economía

Que los días posteriores a la reunión de la Fed hayan sido testigos de sendos batacazos en las bolsas mundiales es algo que difícilmente puede ponerse en el debe de la institución norteamericana. El problema es que, en el relato ideal que se habían construido los inversores, el alivio monetario debía venir acompañado de unas condiciones económicas moderadamente favorables.

Después de cientos de augurios de una recesión que no hacía aparición, el mercado se había convencido de que la recesión había sido evitada. Sin embargo, los últimos datos, con las cifras de empleo de EEUU conocidas este viernes a la cabeza, muestran un frenazo de la actividad tanto en Norteamérica como en Europa y China que ha puesto en alerta a los inversores y cuestiona el ritmo sosegado al que se están moviendo los bancos centrales. ¿Habría sido más conveniente que la Fed actuara ya en julio?

Foto: Foto: Reuters/Leah Millis

"Los temores a que los bancos centrales se estén pasando de frenada en mantener los tipos de altos y que ello lleve a una recesión, se han instalado en el mercado ya", advierten en Consilio.

La caída de rentabilidades de los bonos y el batacazo de sectores como el bancario, especialmente sensibles a las expectativas sobre los tipos de interés, son muestras de que los inversores se están preparando para un escenario de recortes de tipos más intenso de lo que se asumía hasta ahora (JPMorgan y Citi ya prevén dos recortes de medio punto cada uno en las reuniones de septiembre y noviembre), a causa de una economía más endeble y sobre la que pesa nuevamente la preocupación por la situación geopolítica, ante el agravamiento de las tensiones en Oriente Medio.

3. Unas expectativas muy elevadas

Precisamente, la caída de los bancos resulta clave para analizar la debilidad de un Ibex que se destaca como uno de los peores entre las grandes plazas europeas, solo por detrás del Ftse Mib italiano. Las cinco entidades integradas en el índice español cierran la semana con descalabros que superan el 9,8%, a pesar de continuar su ronda de resultados récord.

Este hundimiento no muestra tanto una inquietud sobre la capacidad de resistencia del sector en un entorno económico menos boyante como la sensación de que se habían asumido a medio plazo unas perspectivas demasiado positivas que, ahora, parecen difícilmente alcanzables.

Una situación que resulta aún mucho más obvia en el caso de las grandes tecnológicas, que agudizan su descalabro de las semanas previas con un nuevo hundimiento tras la publicación de una serie de resultados semestrales que quedan lejos de resultar débiles pero que tampoco parecen suficientemente fuertes para sostener las valoraciones récord que se venían reflejando en determinados rincones del mercado.

Foto: Foto: Getty/Spencer Platt.

La disposición de los inversores a castigar las decepciones ha quedado muy patente en la respuesta dada a la actual temporada de resultados, en la que, como advertían esta semana los analistas de Morgan Stanley, se ha producido la mayor divergencia desde 2007 entre la recompensa a las compañías que superan las expectativas y el castigo a las que decepcionaban (con sesgo claramente negativo).

La llegada de agosto ha terminado por derretir la confianza de las bolsas, que firman esta semana uno de sus peores resultados en el último año y medio. En el caso del Ibex, el retroceso del 4,42% convierte esta en la peor semana desde marzo de 2023, en plena tormenta bancaria que acabó con la caída de Credit Suisse.

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