"Estamos apostando por compañías globales con poder de fijación de precios"
El director de Iberia & Latam recomienda no hacer cambios radicales en la cartera e invertir en 'investment grade' en vez de en 'high yield' en lo que respecta a la renta fija
Probablemente hace 15 años más de un inversor se hubiera mostrado reacio ante la idea de apostar por una gestora internacional. El escenario ahora es muy diferente: los fondos extranjeros presentes en nuestro país manejan un patrimonio de 252.000 millones de euros. Rubén García Páez ha vivido esta evolución en sus propias carnes. Se incorporó a Columbia Threadneedle Investments en 2007 como Director de Distribución para Iberia y Latinoamérica. Hoy, tras capear dos de las mayores crisis recientes de la economía española (2008 y 2020), el actual Director de Iberia & Latam asegura que "la industria de gestión de fondos extranjera ya está completamente asentada en nuestro país y, con el tiempo, tenderá a concentrarse".
La gestora está presente en 19 países de Europa, Oriente Próximo, la región de Ásia-Pacífico, Norteamérica y Sudamérica; con 559.000 millones de euros bajo gestión. En España, maneja cerca de 2.000 millones, según los datos de Inverco, y en el primer trimestre del año registró unas suscripciones netas de algo más de 237 millones. Hoy, con la incertidumbre y la inflación todavía muy arraigadas en los mercados, García recomienda "no hacer cambios radicales en la cartera" e invertir en "investment grade en vez de en high yield" en lo que respecta a la renta fija, ya que "no compensa asumir riesgo ante un escenario tan positivo".
"El inversor español es muy conservador. Hay estrategias que en otros países funcionan pero aquí tienen poco sentido"
PREGUNTA. ¿Qué volumen de negocio manejáis en España y cuál ha sido vuestro crecimiento desde que llegasteis a Madrid?
RESPUESTA. Abrimos la primera oficina en Madrid en 2007, justo antes de la crisis financiera. Empezamos desde cero y hemos vivido un crecimiento exponencial. Según los últimos datos publicados por Inverco, manejamos en torno a 2.000 millones en España.
P. Aterrizar en plena crisis financiera no debió ser fácil.
R. Es curioso porque, aunque a veces parezca que una crisis financiera te perjudica, no siempre es así. No sabíamos cómo de larga iba a ser ni sus efectos, pero esto nos permitió precisamente tener algo más de tiempo y aprender. Al empezar en un entorno complicado, hay algo más de paciencia. En cambio, cuando las cosas van muy bien, siempre hay una especie de necesidad de ver números rápidamente.
P. ¿Qué aprendisteis?
R. Que el inversor español es muy conservador. Hay determinadas estrategias que en otros países con una mentalidad más arriesgada de equity o renta variable tienen más sentido, pero aquí, sin embargo, cuesta más. Los productos que suelen tener más éxito son algo más defensivos, con menos volatilidad; aunque siempre hay excepciones. No obstante, aunque el inversor español sigue siendo conservador, ha habido una evolución en él. Ha ido tomando más riesgo, invirtiendo en renta variable y en fondos internacionales. Hace 15 años, muy pocos lo hacían. La apuesta principal de riesgo era el Ibex y la renta variable europea. Ahora ya se animan a comprar fondos de renta variable internacional diversificados en distintas regiones.
P. ¿Cómo conseguisteis haceros hueco en una industria de gestión de fondos tan atomizada como la española?
R. Ha sido un crecimiento impulsado, en parte, por el crecimiento de la industria de los fondos de inversión en nuestro país y, en concreto, de los fondos internacionales. En este cambio han jugado un papel importante los propios bancos, que también son nuestros clientes. Han abierto la posibilidad de meter más producto internacional. Hace 15 años, las gestoras españolas vendían casi todo el producto al cliente final. Pero ahora, tanto la banca privada como los bancos comerciales se han dado cuenta que el cliente final quiere los mejores fondos y que eso les aporta valor. Es uno de los motivos por los que ha crecido la industria internacional, porque ahora los bancos actúan también como distribuidores. En este crecimiento, también pienso que ha tenido que ver la fiscalidad. Si un inversor español invierte en un ETF, al final tiene que pagar plusvalía, mientras que con los fondos, esas plusvalías las puedo ir retrasando siempre y cuando el dinero se mueva entre fondos.
"Tenemos un fondo de emergentes, pero en este momento nos inclinamos por compañías sólidas de países desarrollados"
P. El volumen de activos que manejan los fondos indexados y ETF de nuestro país se ha disparado. ¿Por qué apostar por un fondo de gestión activa en momentos de tanta volatilidad? ¿Están batiendo vuestros fondos a los principales índices?
R. Algunos sí y otros no. Con un fondo de inversión tienes acceso a una dedicación y a una estructura que tú mismo no tienes capacidad. El problema es que no todos los fondos de inversión aportan lo mismo. Hay miles de fondos, algunos excepcionales, otros malos y otros muy mediocres. Pero lo que sí que es cierto es que la gestión activa, en los últimos años, ha mejorado muchísimo en España. Cuando yo llegué en el año 98, los bancos tenían estos productos que vendían a su red de clientes y poco más. Ahora hay toda una red de analistas muy especializados en distinguir el buen fondo del que no lo es tanto. Un fondo de inversión no va a batir siempre a un índice. Hay mercados menos eficientes y más eficientes, como el S&P 500. Pero sí que creemos que, en el medio y largo plazo, si tienes una estructura en condiciones, el conocer medianas y pequeñas empresas de tecnología, por ejemplo, te va a permitir poder seleccionar las mejores y, sobre todo, tener una información adicional que en el largo plazo genere alfa (rentabilidad adicional sobre el índice).
P. Hay fondos muy buenos que, al final, no consiguen llegar al inversor final. ¿Qué estrategia estáis aplicando vosotros para llegar a él?
R. Nosotros tenemos acuerdos de distribución con todo el mercado; con los bancos más grandes y con los más pequeños. Hace 15 años te decían que no, pero ahora los distribuidores han creado unos equipos de análisis muy competitivos. Hay que tener en cuenta que todas las grandes gestoras internacionales están aquí y, por eso, los distribuidores se han profesionalizado y son completamente exigentes. Necesitan decir a sus clientes que los fondos que están vendiendo son los mejores. Por poner un ejemplo, BBVA o Banco Santander tienen equipos de especialistas dedicados exclusivamente a seleccionar los fondos globales que van a comercializar. Y hacen análisis verdaderamente exhaustivos. No todo es la rentabilidad del momento. Los fondos dependen del ciclo, y dependiendo del estilo de inversión o del tipo de compañías en el que invierta, funcionará mejor en un ciclo u en otro.
P. ¿Cuántos fondos de inversión tenéis y cuáles están funcionando mejor en estos momentos?
R. Tenemos más de 100 fondos, por categorías, por divisas… Hacemos un análisis muy profundo de las compañías en las que invertimos: vamos a sus instalaciones, hablamos con los CEOs, investigamos sus cadenas de proveedores… Uno de nuestros fondos de referencia es el Threadneedle (Lux) Global Focus. Es un fondo de renta variable global. Lo que hacemos es que, entre todos nuestros equipos en el mundo, seleccionamos una cartera de 40 o 50 acciones, las que consideramos que van a tener un mejor comportamiento en distintas circunstancias en el medio-largo plazo. Buscamos compañías que sean líderes de su sector o que tengan un producto único o muy bueno, es decir, que tengan una ventaja diferencial que en periodos complicados les pueda ayudar a seguir teniendo buenos márgenes. Apostamos por compañías globales con poder de fijación de precios.
P. ¿Por ejemplo?
R. Alphabet o Microsoft son las más típicas, todo el mundo las utiliza, pero son muy sólidas y tienen ventaja competitiva. También tenemos a Nestlé, por ejemplo, porque pensamos que muchos de sus productos, como las cápsulas de Nespresso, tienen una marca, algo que les convierte en diferencial y esto hace que en periodos no muy buenos sigan vendiendo su producto. Otra de nuestras posiciones más fuertes es la de semiconductores, y un ejemplo muy bueno es Lam Research. Esta empresa tiene procesos de producción muy sofisticados, muy técnicos y muy difíciles de plagiar. Esa es la línea que seguimos.
P. ¿Qué peso tienen los bancos en esta cartera? ¿Habéis hecho movimientos tras la crisis de confianza que está viviendo el sector?
R. No, no ha afectado porque, por lo general, es un sector en el que no venimos invirtiendo. Para que apostemos por una empresa, tenemos que ver una ventaja diferencial muy clara. Si no la tiene, significa que alguien lo puede copiar rápidamente y, por lo tanto, afectará a los resultados. En el caso de los bancos el consumidor español siempre busca productos bancarios competitivos y baratos, por lo que su fidelidad hacia el banco no es lo que más prevalece. Tú vas a pedir una hipoteca y vas al más barato. No tienes posibilidad de subir precio o mantenerlo porque no tienes algo diferencial. Por eso históricamente no los hemos incluido en nuestras carteras.
P. ¿Entonces no tenéis bancos en esta cartera?
R. Sí, dos, pero están en la India. Al ser un país emergente con más de 1.000 millones de habitantes, la banca está teniendo un crecimiento exponencial. Hasta ahora, era un país muy poco bancarizado. En estos dos bancos, por ejemplo, puedes abrir una cuenta a través del móvil en menos de un día. Algo que en Reino Unido o aquí, no es tan fácil. Están creciendo muchísimo y tienen una ventaja diferencial, porque no hay muchos bancos en India así.
"Nos gusta la tecnología, y en concreto, los semiconductores. También industriales o de consumo, que son bastante defensivas"
P. Más allá de los dos bancos indios, ¿tenéis más posiciones en emergentes?
R. Tenemos un fondo global de emergentes, pero en la situación actual, con la inflación y la incertidumbre, nos inclinamos más por compañías sólidas y resultados sostenibles que, en general, están en países desarrollados. Estamos en emergentes pero de forma indirecta. L’Oreal, por ejemplo, cotiza en Europa pero tiene mucha exposición en emergentes. Creemos que es más inteligente y más conservador, más que hacer la apuesta en el país de origen, hacerlo a través de empresas sólidas y globales.
P. Vuestro estilo es más ‘growth’, ¿no?
R. Es un estilo más ‘Quality Growth’. Compañías de calidad que suelen tener más crecimiento. Las ‘growth’ puras son aquellas que crecen muchísimo, como las tecnológicas; y ‘quality’ son aquellas que crecen pero no tan exageradamente porque son más sólidas, como L’Oreal, por ejemplo. Y ‘value’ son, por ejemplo, los bancos, que están muy baratos, pero por un motivo.
P. ¿Por qué sectores apostáis más?
R. Nos gusta la tecnología, y en concreto, los semiconductores. También industriales o de consumo, que son bastante defensivas; o el sector del lujo, como Louis Vuitton. Tenemos posiciones también en alcoholes, como Diageo. Son sólidas porque la gente suele beber el mismo nivel de alcohol con recesión o sin recesión. En este caso, por ejemplo, hemos apostado por ella, entre otras cosas, porque hemos detectado que en la India se está consumiendo más whisky a medida que crecen las clases medias, pero el que se consume es local porque son los más accesibles, y la calidad es muy mejorable. Por eso precisamente pensamos que en los próximos años crecerá el nivel de penetración de alcoholes internacionales.
P. Vuestro fondo tecnológico apuesta principalmente por los semiconductores, pero 2022 fue un año catastrófico para el sector con desplomes cercanos al 50%. ¿Está remontando ya?
R. El año pasado bajaron mucho los valores de las tecnológicas pero este año ha sucedido lo contrario. Recordemos que la mayoría son globales o americanas, es decir, base dólar. Este año hemos empezado a escuchar que probablemente haya recesión en Estados Unidos, que a la Fed le quedan pocas subidas y probablemente baje… Con este telón de fondo, pensamos que el sector lo ha hecho muy bien y también nuestro fondo Threadneedle (Lux) Global Technology.
"A raíz de la regulación MiFID, de repente todos los fondos pasaron a ser verdes, por eso ha habido tantas multas"
P. ¿Qué peso estáis dando a la renta fija?
R. Tenemos el fondo Threadneedle (Lux) European Corporate Bond, y aquí el enfoque es muy diferente. Apostamos por compañías de calidad, como por ejemplo, los bancos europeos, porque no creemos que vayan a quebrar. Una de las cosas que han pasado en Europa es que, hasta hace muy poco, tenías muy buenas compañías como Telefónica o Philips, por ejemplo, pero realmente tener un bono te pagaba muy poco. Ahora tienes cupones muy interesantes del 5% o 6%. Lo que estamos recomendando al inversor europeo es invertir en investment grade en vez de en high yield, porque en este último caso hablamos de empresas con más riesgo y no sabemos todavía cómo de profunda va a ser o cuándo va a llegar la recesión, pero sí que pensamos que los diferenciales que te dan son prácticamente iguales. Por ejemplo, el European Corporate lleva un 2,50% en el año de rentabilidad, y el Threadneedle (Lux) European high yield, que es el mismo fondo pero con compañías más arriesgadas, lleva un 2,70%. Entendemos que es mucho riesgo para tan poca diferencia.
P. También tenéis un fondo con impacto social de renta fija. ¿Por qué tipo de empresas os inclináis en este caso?
R. Sí, el Threadneedle (Lux) European Social Bond. En este caso buscamos empresas que nos gusten y que emitan bonos que tengan algún tipo de impacto social. Por poner dos ejemplos cercanos de la Comunidad de Madrid, hemos incluido bonos del canal de Isabel ll y de un hospital en proceso de digitalización.
P. ¿Qué papel juega el ESG?
R. Nosotros lanzamos el fondo pionero de impacto social, CT UK Social Bond Fund, hace diez años, antes de la llegada de la tendencia del ESG.De hecho, la gestora que compramos hace dos años, BMO (EMEA), es especializada en inversión sostenible, y esta fue una de las razones para realizar la operación. Es un tema que requiere de una estructura muy sólida. Nosotros tenemos un equipo de analistas especializados y también un auditor externo para cada fondo (INCO en Europa y The Big Issue en Reino Unido). También tenemos un comité externo que analiza nuestros fondos sostenibles trimestralmente.
P. ¿Y todas las gestoras tienen estas estructuras sólidas tan necesarias? Ha habido muchas multas por greenwashing.
R. Es cierto que muchas se han subido al carro y por eso, precisamente, ha habido tantas multas. Hace un año hubo una vorágine a nivel mundial a raíz de la regulación MiFID. De repente, todos los fondos pasaron a ser verdes. Ante esta situación, decidimos adoptar una política muy conservadora y catalogar como sostenibles aquellos que veníamos gestionando de esta manera desde hace tiempo. La cuestión es que la regulación era poco precisa, y cada gestora la interpretó de una manera. Ahora se va a actualizar. La idea es que el inversor, cuando invierta, pueda estar seguro de que está invirtiendo en un fondo sostenible, con datos.
P. ¿Qué panorama os encontráis en el tejido productivo? ¿Son sostenibles las empresas que dicen serlo?
R. Una de las cuestiones precisamente en esta industria es determinar de qué se trata, si de apostar por empresas que ya son sostenibles o por grupos que están haciendo verdaderos esfuerzos por serlo. Yo soy partidario de lo segundo. El objetivo es que todos vayamos en la misma dirección. Ahora bien, los equipos tienen que asegurarse muy bien, porque si eres una petrolera y dices que eres sostenible porque vas a comprar un huerto solar, por ejemplo, eso es maquillaje.
P. ¿Qué nivel de liquidez tienen vuestros fondos?
R. Todos tienen un objetivo de inversión y la idea es tener poca liquidez. Si tengo un fondo enfocado en el real estate o en tecnología, presupongo que es porque quieres estar en esos sectores; si quieres tener liquidez, lo tienes tú. Tenemos un nivel del 3% aproximadamente. No obstante, hay muchos fondos de liquidez que también son una buena opción.
P. ¿Cuáles son vuestras previsiones macro?
R. Estamos más cautos. Hemos reducido la parte de renta variable a neutral porque pensamos que puede haber una recesión y hemos incrementado la parte de renta fija. Pensamos que la inflación en Estados Unidos no se va a ir, por lo tanto, aunque el mercado está descontando que la Fed va a bajar tipos pronto, nosotros pensamos que es posible que no los baje y se mantenga. Si se mantiene, previsiblemente veremos una recesión a finales de año. Cuando esto pasa, normalmente los bancos centrales bajan tipos, el mercado se adelanta y sube la bolsa. Cuando veamos que llega la recesión y bajan los tipos, será un buen momento para aumentar el peso de nuevo en renta variable.
Probablemente hace 15 años más de un inversor se hubiera mostrado reacio ante la idea de apostar por una gestora internacional. El escenario ahora es muy diferente: los fondos extranjeros presentes en nuestro país manejan un patrimonio de 252.000 millones de euros. Rubén García Páez ha vivido esta evolución en sus propias carnes. Se incorporó a Columbia Threadneedle Investments en 2007 como Director de Distribución para Iberia y Latinoamérica. Hoy, tras capear dos de las mayores crisis recientes de la economía española (2008 y 2020), el actual Director de Iberia & Latam asegura que "la industria de gestión de fondos extranjera ya está completamente asentada en nuestro país y, con el tiempo, tenderá a concentrarse".