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Cinco preguntas que hacer a tu banco para no quedarte el peor fondo conservador
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ANTE LA OFENSIVA COMERCIAL DE LA BANCA

Cinco preguntas que hacer a tu banco para no quedarte el peor fondo conservador

Los bancos insisten en vender fondos de renta fija sobre los que ha puesto el foco la CNMV. Prefieren esto que remunerar depósitos, pero hay cuestiones a tener en cuenta

Foto: Lluvia de billetes (iStock)
Lluvia de billetes (iStock)

Si va a una sucursal bancaria para pedir obtener algo de rentabilidad con su ahorro, ya que han subido los tipos de interés, es muy probable que le ofrezcan un fondo. A no ser que usted tenga mucho dinero y sea cliente vip en banca privada, no tendrá depósitos a su disposición, pero sí fondos. Antes de suscribir, hay varias preguntas que debería hacerle al banco.

La renta fija se ha convertido en la gran palanca comercial de los bancos. Después de un año desastroso en los mercados financieros, con números rojos históricos en los bonos, la banca ha disparado la distribución de fondos de rentabilidad objetiva, con TAE estimada pero no garantizada, y de fondos de renta fija a vencimiento. La CNMV ya ha iniciado una campaña para mejorar la transparencia en la distribución.

Foto: Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV. (EFE/J.J. Guillén)

Estos fondos son fáciles de construir, y al parecer también de vender, para la banca. Las entidades crean una cesta de letras o bonos del Tesoro español o del italiano y dejan la inversión a vencimiento. Una gestión pasiva que, no obstante, suele llevar aparejados costes habituales en la gestión activa. Invertir en renta fija no es mala opción actualmente, teniendo en cuenta los retornos que ofrecen los bonos, pero hay varias cosas a considerar antes de suscribir cualquier producto. Dicho de otra manera, cuestiones que se debe preguntar al banco para evitar acabar en el típico fondo superventas que destaca por sus comisiones, en beneficio del banco, pero no por su rentabilidad.

1. Horizonte temporal

Lo primero que debe saber el cliente es el horizonte temporal del fondo, y si converge con lo que busca. Es un riesgo elevado invertir en un fondo con una duración prevista de tres años si el cliente prevé retirar el dinero antes. Además de que algunos de estos productos tienen comisiones de reembolso antes de vencimiento, el movimiento de tipos de interés puede acarrear pérdidas.

Foto: Oficina de CaixaBank. (EFE/Manuel Bruque)

Pero también es mala idea lo contrario. Si un cliente tiene posibilidad de invertir a cinco años, hacerlo en un fondo de una duración inferior supone renunciar a rentabilidad. "Fondos con duraciones más elevadas tienen una volatilidad mayor, por lo que le exigimos una mayor rentabilidad que a los fondos con unas duraciones más reducidas", recuerda Borja Nieto, cofundador de Micappital.

Lo primero a mirar, insiste Guillermo Santos, socio de iCapital, es "el horizonte temporal de la inversión. No es lo mismo un mes que un año; considerar la rentabilidad de cada plazo, normalmente incremental cuando se alarga, y siempre los diferentes riesgos de cada producto".

2. ¿Cómo va a ser la gestión?

Sea renta fija o renta variable, la gestión puede ser activa o pasiva. Y no es que una sea mejor que la otra, sino que el cliente debe ser consciente de ello y entenderlo, porque va a ser la clave a partir de la cual se va a generar la rentabilidad. Los fondos que ofrece de forma masiva la banca son pasivos, con deuda que se mantendrá a vencimiento. No es la típica gestión pasiva que se indexa, sino estrategias de comprar y mantener hasta el final.

Esto supone que si el horizonte es de tres años, se sabe ya qué rentabilidad se va a obtener, salvo si hay errores en la construcción de la cartera o problemas con algún emisor, mientras que puede haber pérdidas si se vende antes por la variación de los tipos. Una gestión activa busca mejorar el rendimiento, aprovechando el movimiento de los tipos. También puede empeorarlo si el gestor se equivoca. Es más difícil predecir la rentabilidad, aunque puede ser sustancialmente mayor.

En este sentido, es importante "analizar el fondo en los distintos momentos, el comportamiento histórico, no tanto por la rentabilidad, sino por la gestión del riesgo", señala Borja Nieto, que cree que la pregunta más importante es "qué rentabilidad y riesgos está dispuesto a asumir cada cliente".

3. Tipos de interés

Una cuestión en la que debe fijarse el cliente es en los tipos de interés. Tanto el nivel del mercado, como los tipos asociados a la cartera de deuda que está comprando a través de un fondo. Esto es, las tasas internas de retorno (TIR) de las posiciones del fondo y la conjunta del vehículo. O si es un fondo de rentabilidad objetivo o de deuda a vencimiento, la TAE estimada. Porque muchos de los productos que coloca la banca tienen rentabilidades del 2% en un momento en el que la deuda en el mismo periodo cotiza por encima del 3%.

Foto: Goirigolzarri y Gortázar, en la presentación del plan estratégico. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

"Lo primero que hay que mirar es a los tipos de interés. Sea de forma directa o a través de fondos de inversión, lo que queremos es asegurarnos una buena renta, y asegurarnos significa que sea fija. Por lo tanto, el razonamiento es el inverso al que utilizaremos al pedir un préstamo: si pedimos un préstamo queremos garantizarnos un tipo de interés bajo en el medio largo plazo. Si prestamos dinero —que en eso consiste comprar un bono— queremos garantizarnos que nos paguen un buen tipo de interés a medio y largo plazo", arguye Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep.

Este razonamiento, prosigue Alvargonzález, "también vale a corto plazo: por ejemplo, si el BCE va a subir los tipos durante mucho tiempo, no nos interesa plantarnos en un tipo de interés a un año que será mejor dentro de tres o seis meses. Mejor estar en plazos cortos y plantarnos en letras o pagarés a un año cuando las perspectivas de subida sean ya menores. Esto es muy sencillo de hacer utilizando fondos monetarios. Mientras están subiendo los tipos tenemos uno con vencimientos cortos y cuando ya pensamos que han subido suficiente, traspasamos el dinero a uno con vencimientos largos. Por Internet y sin tener que hacer colas frente al banco de España", añade.

4. Garantías

Los fondos de renta fija pueden buscar maximizar la rentabilidad con gestión activa, o pueden tener estrategias de comprar y mantener. En este caso, se puede prever una TAE. Esto es lo que hacen los de rentabilidad objetiva. En ambos casos, aunque sea predecible la rentabilidad, no está garantizada por el banco que vende el fondo, algo que sí ocurre en los fondos garantizados o seguros de vida ahorro.

Es necesario que el inversor entienda esto. También, la liquidez del fondo. Es decir, si el inversor puede deshacer su posición en cualquier momento, si tiene que esperar a vencimiento, o si hay ventanas para vender. Y si es con o sin coste. "La liquidez juega un papel fundamental, ya que muchas veces el cliente tiene un plazo claro de inversión, pero en la realidad vemos muchos casos donde los clientes tienen imprevistos y tener esa disponibilidad nos parece clave", expone Nieto.

En línea con esto, el cliente también debe fijarse en la calidad crediticia de los emisores. Los bancos están ofreciendo fondos que construyen con deuda española e italiana, así que el riesgo asumido depende del que tengan España e Italia. Pero los fondos de renta fija, sobre todo los de gestión activa, pueden tener deuda de empresas, y estas pueden tener riesgos muy diferentes, desde las que tienen calificación crediticia igual o mejor que España, hasta las que son bono basura. No es que haya que comprar el fondo más seguro, sino tener claro cuál es el riesgo de la cartera, y si compensa la rentabilidad potencial.

5. Comisiones

Esta podría ser la primera pregunta si el cliente se abre a comprar un fondo de renta fija a vencimiento como los que ofrece la banca. Si solo se trata de invertir en una cesta de bonos que no se van a tocar, y que el cliente podría invertir a través del Banco de España o de cualquier bróker, cada décima de comisión va contra su rentabilidad sin que haya una gestión que lo justifique.

Foto: renta-fija-variable-mercados-exito-bra

Las comisiones oscilan entre el 0,15% y el 0,6% anual. Y hay fondos de este tipo que llegan a los cinco años. La diferencia puede ser abismal, tanto para los ingresos del banco como para el dinero que perciba el cliente. "Juegan un papel clave en este tipo de fondos, al final con unos tipos de interés ajustados, unas comisiones altas van a hacer que gane más la entidad que el propio cliente", avisa Borja Nieto.

"Mejor que cualquier fondo de rentabilidad objetivo es comprarte directamente un bono que venza en el mismo plazo, que garantiza la renta, y vas a ahorrarte un 0,60% todos los años en comisiones. Encima puedes vender cuando quieras si el bono se revaloriza y quieres realizar plusvalías. La comparación entre comprar directamente un bono a tres o cinco años y los fondos a vencimiento que está colocando la banca es lo que los ingleses llamarían un no brainer (pan comido)", opina Alvargonzález.

Si va a una sucursal bancaria para pedir obtener algo de rentabilidad con su ahorro, ya que han subido los tipos de interés, es muy probable que le ofrezcan un fondo. A no ser que usted tenga mucho dinero y sea cliente vip en banca privada, no tendrá depósitos a su disposición, pero sí fondos. Antes de suscribir, hay varias preguntas que debería hacerle al banco.

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