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La banca evita ofrecer capital riesgo al cliente de clase media
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LÍMITE DE 10.000 EUROS

La banca evita ofrecer capital riesgo al cliente de clase media

La normativa ha reducido la inversión mínima hasta 10.000 euros, pero las principales entidades aún no quieren poner encima de la mesa inversiones alternativas

Foto: Oficina de Bankinter. (Cedida)
Oficina de Bankinter. (Cedida)
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El capital riesgo va camino de democratizarse, pero muy poco a poco. La normativa ha reducido desde 100.000 euros a 10.000 euros la inversión mínima en activos ilíquidos, algo que ya quieren aprovechar entidades como Bankinter o MyInvestor. Pero los grandes bancos rechazan por ahora ampliar su catálogo para la clase media.

Las entidades están enfocadas en vender carteras de gestión discrecional y fondos garantizados o de renta fija a corto plazo para generar ingresos por comisiones y cubrir una demanda de productos conservadores sin remunerar los depósitos. Así, están inundando de fondos la red de sucursales, pero sin que haya capital riesgo o alternativos entre estos nuevos productos, pese a que ahora la regulación lo permite.

Foto: Oficina de CaixaBank. (EFE/Bruque)

La presencia de inversión en capital riesgo y otras inversiones ilíquidas como renovables o inmobiliario es habitual en banca privada por varias razones. La más evidente es que en los últimos años ha aumentado la correlación entre renta fija y renta variable, hasta el extremo de profundas pérdidas de ambos activos en 2022. Normalmente, los activos alternativos están descorrelacionados de la bolsa y los bonos.

Por otro lado, años de tipos al 0% han obligado a gestores y asesores a buscar alternativas a las inversiones tradicionales. Asimismo, los bancos pueden cobrar más comisiones por estos productos. A menudo, además, se pagan las comisiones de partida, cuando se crea el producto a través del que se canalizan las inversiones.

Nadie duda de la utilidad de estas inversiones, pero lo que sí genera incertidumbre es que se puedan desarrollar productos, carteras o fondos de alternativos con conocimiento del inversor y que no haya riesgos en el futuro de malestar de los clientes. O, incluso, de demandas o problemas con el supervisor. Durante la última década, los bancos han sido especialistas en acumular en contra todo tipo de demandas, recursos y quejas.

Foto: Tienda de Yoigo. (Reuters)

De hecho, en otoño hubo una reunión entre los bancos y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de que se publicase el texto refundido de la nueva Ley del Mercado de Valores con el descenso en la inversión mínima, y las entidades mostraron sus dudas, según fuentes financieras. Quisieron tener claro cómo se pueden distribuir estos productos sin riesgo y, en general, no hubo la suficiente confianza para lanzarse.

Solo lo ha hecho Bankinter, que poco después de esta reunión y, frente al escepticismo de sus competidores, convocó una rueda de prensa para anunciar la constitución de una gestora de inversiones alternativas y el futuro lanzamiento de fondos que, a su vez, invierten fondos de inversiones ilíquidas. Está pendiente de aprobación de la CNMV, pero el banco espera que puedan ofrecer estos fondos a partir de febrero, según fuentes del mercado.

También está trabajando en esta opción MyInvestor, el neobanco de Andbank, que ultima una alianza con una entidad especializada para ofrecer fondos de inversiones en alternativos. Frente a estas dos entidades, en los últimos meses ha habido lanzamientos de fondos de capital riesgo e incluso nuevas incursiones, como la de Mutuactivos, manteniendo el límite antiguo de 100.000 euros.

Foto: Foto: iStock.

Santander, que está dando una vuelta a su gestora un año después de la llegada como CEO de Samantha Ricciardi, procedente de BlackRock, quiere precisamente incrementar sus capacidades en alternativos. Pero lo hará de cara a inversores institucionales y de banca privada. Por ahora, rechaza la posibilidad de ir a por el público minorista.

Tampoco CaixaBank, donde entre los altos patrimonios cada vez pesa más este activo. La entidad es la que ha demostrado mayor potencia de distribución de fondos, pero por ahora no va a incorporar esta oferta entre minoristas, como sí hace en banca privada. Desde la entidad señalan que cuentan con la visión de que, dado el perfil de riesgo e iliquidez de estos instrumentos, "su comercialización debe limitarse a clientes con el nivel patrimonial, conocimientos y experiencia suficientes". "En nuestro caso, el umbral de acceso es banca privada. Y para clientes con este nivel patrimonial, creemos que no tiene sentido un importe tan bajo porque no aportaría a la cartera lo que debe aportar una inversión este tipo", añaden fuentes del banco.

Fuentes del mercado señalan que BBVA y Sabadell también evitan dar el paso y reducir la inversión mínima a 10.000 euros. Y tampoco se espera que lo hagan otros bancos de menor tamaño, con lo que en un primer momento parece que solo Bankinter y MyInvestor, que estrena ahora licencia bancaria, pondrán encima de la mesa inversiones alternativas a partir de 10.000 euros.

El capital riesgo va camino de democratizarse, pero muy poco a poco. La normativa ha reducido desde 100.000 euros a 10.000 euros la inversión mínima en activos ilíquidos, algo que ya quieren aprovechar entidades como Bankinter o MyInvestor. Pero los grandes bancos rechazan por ahora ampliar su catálogo para la clase media.

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