La banca devuelve 100.000 M al BCE, pero se resiste a entrar en la guerra de depósitos
Las entidades españolas han comenzado a reducir su deuda con el banco central comunitario, aunque todavía tienen alrededor de 200.000 millones de liquidez en su ventanilla
Los bancos españoles aún ven lejos una guerra por el pasivo. Es decir, remunerando depósitos para retener y captar liquidez. El Banco Central Europeo (BCE) penaliza ahora que las entidades mantengan deuda por los préstamos (LTRO) recibidos durante el covid, pero la banca opta por asumir el coste y mantiene casi 200.000 millones en la ventanilla de Fráncfort, tras haber devuelto casi 100.000 millones.
Las entidades han reducido en 96.698 millones la deuda que mantienen con el BCE en los dos últimos meses, desde 289.668 millones en octubre hasta 192.970 millones en diciembre, según datos del Banco de España. Es decir, los bancos han aprovechado las ventanas disponibles para devolver los TLTRO III para retornar al banco central casi 100.000 millones.
La razón es que el BCE modificó en octubre las condiciones de los TLTRO III para evitar lo que se conoce como beneficios caídos del cielo. Como contexto, la autoridad monetaria respondió al shock de la pandemia inundando de liquidez la economía, tanto con compra de deuda como con préstamos a la banca en condiciones ventajosas, de hasta el -1%.
Este tipo de interés se aplicó hasta junio. A partir de entonces, se calculaba un nuevo coste que salía a los bancos a pagar, pero por debajo de lo que ingresaban por tener liquidez en el BCE cuando subió el tipo de facilidad de depósito, que empezó 2022 en el -0,5% y lo terminó en el 2%. Este arbitraje es el que se conoce como beneficios caídos del cielo, con el que ha acabado el banco central porque son ganancias a costa de su política monetaria no buscadas y porque frenaba el drenaje de liquidez que quiere imponer para combatir la inflación.
Pero los bancos necesitan liquidez para operar. Su negocio tradicional consiste en captar dinero y prestarlo, generando márgenes con esta actividad, aunque cada vez es más importante la venta de productos. Las entidades españolas están muy por encima de los requisitos regulatorios en liquidez, por eso no han subido la remuneración de los depósitos al ritmo en el que se incrementan los tipos oficiales del BCE o el euríbor, que está en el 3%.
Según datos recopilados por DBRS, los bancos españoles contaban con una cobertura de liquidez del 220% antes de la devolución de 100.000 millones al BCE, pero aún están por encima del mínimo regulatorio del 100%. Este indicador, LCR, compara la liquidez de los bancos o activos fácilmente convertibles en liquidez con el volumen que podría salir de la entidad en caso de una situación de estrés.
Aun así, la liquidez no es infinita. Por ello, si devolvieran toda la liquidez al BCE para evitar pagar por los LTRO que mantienen, los bancos podrían tener que captar liquidez en los mercados mayoristas o minoristas. Los primeros son los mercados de capitales, donde las subidas de tipos de interés encarecen las emisiones. Y los segundos son los depósitos, pero los bancos evitan remunerarlos para no entrar en una guerra por el pasivo que reduzca los márgenes.
Hasta ahora, los grandes bancos tradicionales evitan remunerar los depósitos y optan por inundar la red de fondos de inversión garantizados o de renta fija a vencimiento para ofrecer productos con rentabilidad acorde a las subidas de tipos. Son instrumentos que generan ingresos por comisiones al banco, en vez de un coste, aunque sin margen para transformarlos en crédito. Sí hay ofertas en entidades que quieren crecer, como las versiones digitales de los grandes bancos o nombres propios como MyInvestor, Orange Bank, Pibank o EBN.
En el caso de los grandes bancos, mientras mantengan volúmenes como los actuales en el BCE, pagando por los LTRO a la autoridad monetaria en vez de a los clientes, es difícil ver una guerra por el pasivo. Algunos bancos ni siquiera ofrecen la posibilidad de un depósito, por pequeña que sea la rentabilidad.
El tipo de facilidad de depósito, que está en el 2%, llegará al 3% en 2023, según previsiones de S&P, en línea con lo que espera el mercado. La agencia de rating prevé que los bancos españoles vayan devolviendo los LTRO paulatinamente, pero no cree que por ello haya un repunte de los depósitos.
"Los bancos tienen estructuras de financiación muy balanceadas", señala Luigi Motti, responsable de análisis de Instituciones Financieras EMEA de S&P Global Ratings. En este sentido, hay que tener en cuenta que los bancos han usado esta financiación del BCE para hacer arbitraje y depositar los fondos en el propio banco central. Los préstamos eran al -1% y la liquidez depositaba se penalizaba por el tipo del -0,5%. Es decir, no se empleó para dar créditos, por lo que no habrá grandes necesidades de liquidez. Por otro lado, la disminución del dinamismo económico también hace que se prevea menor actividad crediticia.
Los bancos españoles aún ven lejos una guerra por el pasivo. Es decir, remunerando depósitos para retener y captar liquidez. El Banco Central Europeo (BCE) penaliza ahora que las entidades mantengan deuda por los préstamos (LTRO) recibidos durante el covid, pero la banca opta por asumir el coste y mantiene casi 200.000 millones en la ventanilla de Fráncfort, tras haber devuelto casi 100.000 millones.