El mejor año para recibir carbón: la nueva realidad del mineral que ha 'salvado' al mundo

Si los Reyes Magos te han traído carbón, estás de enhorabuena. Frente a la imagen de objeto indeseable que suele rodear a este mineral en el contexto de las fiestas navideñas, lo cierto es que el carbón encara los primeros días de 2023 revestido de un encanto del que no disfrutaba desde hacía muchos años.

Las turbulencias ocasionadas por la guerra de Ucrania en los mercados energéticos han infundido al carbón nuevo aliento, tras un largo periodo en que parecía condenado a languidecer, a causa de los esfuerzos internacionales por poner freno a las emisiones de gases de efecto invernadero. Solo en los últimos 12 meses, la cotización de la variedad de carbón de Newcastle (el puerto de carbón más grande del mundo, en Australia) se ha elevado alrededor de un 120%, hasta rondar los 400 dólares por tonelada. En dos años, la escalada roza el 400%.

Estas cifras son el reflejo de cómo se ha disparado la demanda de este producto, que ha sido utilizado como uno de los más obvios sustitutivos del gas natural (tras dispararse los precios de este) como fuente energética, incluso en regiones con claros planes para desterrarlo de su mix energético, como es el caso de Europa. Como indicaban los analistas de Bank of America en un informe publicado el pasado noviembre, el recurso al carbón como sustituto del gas natural, en un momento de escasez de este (forzada por los bloqueos a Rusia), ha "salvado" a la economía mundial en 2022.

TE PUEDE INTERESAR

Europa alimenta la nueva edad de oro de los productores de carbón

The Wall Street Journal. Jenny Carolina González, Rhiannon Hoyle y Juan Forero

El villano energético, del que la mayor parte de los gobiernos venían renegando desde hace años (no hay más que mirar al cierre de centrales que se ha llevado a cabo en España en los últimos tiempos), ha alcanzado la condición de héroe.

Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía sobre el mercado del carbón, la demanda de carbón en 2022 habría alcanzado una cifra récord, por encima de los 8.000 millones de toneladas, siendo la India (+7%) y la Unión Europea (+6%) las regiones que más elevaron la demanda.

Las dificultades para encontrar reemplazo a los suministros de gas que anteriormente llegaban desde Rusia han llevado a muchos gobiernos europeos a buscar alternativas, haciendo hueco nuevamente a un carbón despreciado durante años por su negativo impacto medioambiental. En ese contexto, han sido países como China y la India, con unas políticas medioambientales menos drásticas, los principales consumidores de esta materia prima.

TE PUEDE INTERESAR

Nucleares, 'fracking', carbón y transgénicos: la Europa sin Putin o la pesadilla del ecologismo

Antonio Villarreal

En 2022, sin embargo, la Unión Europea se ha sumado a esta demanda, en un momento en que, además, buena parte del suministro de carbón, proveniente de Rusia, ha quedado fuera de los círculos comerciales por los vetos impuestos por las principales economías occidentales y la dificultad para redirigirlo hacia otras regiones. En esas circunstancias, y a pesar de las dificultades económicas experimentadas por regiones clave en el mercado del carbón, como es el caso de China, los precios del carbón han mantenido una tendencia ascendente muy destacada a lo largo de todo el año.

En los últimos meses, no obstante, los mercados energéticos han experimentado cierto alivio, con bruscos descensos de los precios del gas natural y el petróleo, a causa de las evidencias de que Europa ha logrado capear las amenazas de crisis de suministro energético de forma efectiva y las señales de debilidad económica, bajando las perspectivas de la demanda. En esas circunstancias, también el carbón se ha alejado de los máximos que marcó el pasado septiembre, por encima de los 450 dólares.

TE PUEDE INTERESAR

Europa vuelve al carbón para mantener encendidas las luces en climas gélidos

The Wall Street Journal. Joe Wallace

Pese a todo, aún hay voces que apuntan a que sus precios se mantendrán elevados a lo largo de este ejercicio y, probablemente, de 2024. Es la visión que defienden, por ejemplo, en UBS. Los expertos del banco suizo advierten de que las tensiones volverán a materializarse en el mercado energético este año, a medida que Europa se vea obligada a rehacer sus reservas de gas en un momento de mayor competencia, dada la previsible reactivación de la economía china, una vez finalizada la política de covid cero.

Además, advierten, la limitación de las inversiones durante años en la producción de carbón hace poco probable un aumento próximo de la oferta, lo que debería mantener ajustados los mercados a lo largo de este ejercicio y evitará que los precios del carbón vuelvan a niveles parecidos a los que registraban antes de la crisis energética, cuando este mineral era en el mercado energético tan indeseable como suele resultar en la mañana de Reyes.