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En buena hora invertí en la Bolsa de Sri Lanka: los mejores y peores índices de 2022
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En buena hora invertí en la Bolsa de Sri Lanka: los mejores y peores índices de 2022

En un año marcado por las pérdidas, algunas pocas bolsas como la turca, la argentina o la libanesa han destacado por generar rendimientos especialmente elevados

Foto: Un operador de mercado en la Bolsa de Nueva York. (Reuters/ Andrew Kelly).
Un operador de mercado en la Bolsa de Nueva York. (Reuters/ Andrew Kelly).

2022 ha sido un ejercicio muy desfavorable para casi cualquier estrategia de diversificación de inversiones. Las tensiones inflacionarias, exacerbadas por la guerra de Ucrania, han provocado una serie de convulsiones financieras que han alcanzado a casi la totalidad de los activos, provocando pérdidas considerables tanto en bonos como en bolsas.

Pero, por supuesto, en la inmensidad de los mercados existe siempre espacio para las excepciones. Y en 2022, entre la riada de números rojos propiciada por la crisis, existen unas pocas bolsas que resaltan por haber generado rendimientos espectaculares.

Es el caso, sobre todo, del mercado turco. El índice Bist 30 (y también la versión más extensa, el Bist 100), que agrupa los principales valores de la bolsa otomana, ha cerrado el ejercicio con avances que rondan el 120% (medidos en euros), retornos que resultarían envidiables casi en cualquier contexto, pero que llaman más la atención cuando se comparan con las pérdidas cercanas al 20% experimentadas por la bolsa global.

En lo que ha sido el mejor año de la bolsa turca en casi dos décadas, el impulso alcista ha alcanzado a la totalidad de los componentes del Bist 30, en una estampida alcista que ha tenido como líderes al grupo de insecticidas agrícolas Hektas Ticaret y a la compañía semipública de transporte aéreo de carga Turk Hava Yollari, que han firmado repuntes superiores al 430%. La aerolínea Pegasus, la minera Koza Altin o la energética Aksa Enerji son otros nombres destacados del mercado en 2022, con avances que oscilan entre el 327 y el 262%.

Las fuertes subidas del Bist 30, que le permiten recuperar niveles que no alcanzaba desde 2018 –aún se mantiene más de un 40% por debajo de sus máximos de 2013– resultan paradójicas en un país afectado más que casi cualquier otro en el mundo por una espiral de inflación que rebasa el 80% (circunstancias que el año pasado, curiosamente, lo llevaron a ser el peor entre los grandes índices mundiales). A esta grave situación, el banco central otomano, alentado por el presidente Recep Tayyip Erdogan, ha respondido con una sorprendente política de estímulos y tipos de interés a la baja, que han hecho de Turquía una anomalía mundial.

Entre los expertos impera una visión muy escéptica sobre las perspectivas de las políticas económicas de Erdogan, pero la resistencia que sigue mostrando el PIB turco, que se encamina a un crecimiento de en torno al 5% en 2022, y la expectativa de que el Gobierno redoble sus estímulos en un 2023 que será año electoral, han jugado a favor de la renta variable otomana.

Foto: Foto: EC Diseño.

Según algunos expertos, las limitaciones impuestas por el gobierno de Erdogan a la posesión de depósitos en divisa extranjera habrían dejado a muchos ciudadanos turcos sin más alternativa que la inversión en bolsa para tratar de combatir el impacto de la inflación. Algunas estadísticas señalan que la presencia de inversores particulares en el mercado turco se ha elevado en 2022 en más de un 50% y la negociación de acciones en el Bist 30 se ha incrementado cerca de un 40%, lo que estaría contribuyendo a engordar un movimiento que algunas voces alertan de que tiene visos de burbuja.

Argentina

No es casualidad que sea otro país con cifras de inflación muy elevadas y limitaciones para el flujo libre de capitales el que acompañe a Turquía en lo más alto del ránking de mercados más alcistas en 2022. El índice Merval argentino encara el cierre del ejercicio con avances que, en euros, se cifran en casi un 50%, un repunte que permite cortar una racha de tres años consecutivos en números rojos, en los que se habían esfumado casi dos tercios de su valor.

Aunque las últimas previsiones del FMI apuntan a un crecimiento de hasta el 4% del PIB argentino en 2022, lo cierto es que el país tiene poco que celebrar en el terreno económico. Recientemente, S&P rebajó el rating de Argentina en moneda local a niveles de ‘CCC-’ (calificación que entraña un riesgo considerable de impago), recalcando las vulnerabilidades financieras del país, exacerbadas por un clima político convulso.

Con todo, la bolsa local ha podido beneficiarse de la fortaleza mostrada este año por las materias primas energéticas, dada la fuerte presencia de compañías del sector en el índice Merval. Los grupos Transportadora de Gas Sur y Transportadora de Gas Norte destacan entre las apuestas más rentables en 2022, con avances que superan el 168% y el 126%, respectivamente. La petrolera YPF, con subidas del 140%, también se cuela en el podio, mientras que otras energéticas como la Sociedad Comercial del Plata y Transener han acumulado igualmente avances que rondan el 100%.

Líbano

La condición de tercer mejor mercado del año ha quedado reservada a una bolsa de menor entidad como es la del Líbano. El índice local de la Bolsa de Beirut ha cerrado 2022 con ganancias que superan el 45% y que dan continuidad a los avances cercanos al 70% que ya experimentó en 2021 y que le permitieron también situarse entre los cinco mejores índices mundiales.

Tampoco en este caso el buen tono del mercado libanés puede explicarse por la positiva marcha de la economía nacional. Todo lo contrario: el país se encuentra sumido desde hace años en una crisis económica, financiera y social que en 2022 se ha visto agudizado por una profunda crisis política que, incluso, ha puesto en peligro el apoyo financiero pactado con el FMI. En el mercado libanés destacan compañías como la filial de la cementera suiza Holcim, la inmobiliaria Solidere o los bancos Audi, Byblos o Bank of Beirut.

Foto: El primer ministro libanés, Najib Mikati, en rueda de prensa. (EFE/Dalati Nohra)

Si las buenas noticias han sido excepcionales en las bolsas en 2022, los números rojos han sido una pauta común que impregna a la gran mayoría de los índices mundiales de uno a otro rincón del planeta. Con todo, existe una gran disparidad entre las pérdidas inferiores al 6% (siempre medidas en euros) que registran los índices de referencia de Dinamarca, Arabia Saudí, Reino Unido, el Dow Jones estadounidense o el Ibex 35 español y los descalabros superiores al 30% que acumulan algunos de los mercados más penalizados por la crisis.

Sri Lanka

Entre estos, es el de Sri Lanka el que más sobresale por sus abultadas pérdidas, que al término del ejercicio rebasan el 50%. Significativamente, el índice All Share de la Bolsa de Colombo destacó en 2021 como uno de los mejores a nivel mundial, con alzas que superaron el 70%. Pero este año, el fuerte impacto en el país de la crisis energética, que derivó en una revuelta social y posterior tormenta política, ha provocado una huida generalizada de inversiones en un país que ha sufrido también el hundimiento de su moneda (la rupia srilankesa ha perdido más de un 40% de su valor frente al euro). Aunque agencias como Moody’s siguen confiando en el potencial a largo plazo de la economía insular, la previsión es que el PIB del país sufra este año una contracción próxima al 9%.

Foto: Situación de malestar por la crisis política y económica en Sri Lanka. (EFE/Chamila Karunarathne) Opinión
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En esas circunstancias, las pérdidas se han extendido a un gran número de sectores, con el grupo hotelero Hunas Falls perdiendo más del 98% de su valor, la compañía de servicios de consultoría EML Consultants cediendo alrededor de un 90%, o el productor de aluminio Unisyst Engineering firmando caídas próximas al 85%. Con todo, ha habido margen para movimientos positivos muy llamativos, como el del hólding industrial Lankem Developments, antigua filial de Royal Dutch Shell, que cierra el año con ganancias que se aproximan al 200%.

Ghana

También ha sido un año especialmente negativo para la bolsa de Ghana. Pese a ser un productor de petróleo, el país del golfo de Guinea se ha visto penalizado muy fuertemente por la crisis energética (al margen de que los beneficios de producción quede, en gran medida, en manos privadas, al carecer de capacidad de refino luego necesita volver a comprar el crudo a precios más elevados), que ha llevado recientemente al impago de su deuda a un país que ya partía de una situación financiera muy delicada. Así, compañías tan diversas como Unilever Ghana (la filial del grupo británico de productos de consumo), el productor de cacao PBC Limited o el hólding de inversiones Mega African Capital se han visto arrastradas por caídas que superan el 50% y que conducen al principal índice nacional, el GSE Composite, a pérdidas que superan el 40%, dejando al principal referente de la bolsa ghanesa alrededor de un 30% por debajo de los máximos que alcanzó a inicios de 2018.

Rusia

En la lista de las peores bolsas del mundo también hay lugar para la renta variable rusa. Pese a la aparente resistencia de la economía rusa a la oleada de sanciones con las que Occidente ha castigado su invasión de Ucrania, lo cierto es que la salida de capital internacional del país euroasiático está causando un daño que las propias autoridades comienzan a reconocer (recientemente, el ministerio de Finanzas admitía un déficit mayor del previsto como consecuencia de la entrada en vigor del tope de precios al petróleo). En esas circunstancias, y a pesar de las limitaciones impuestas por el Gobierno de Vladimir Putin a la venta de acciones rusas, los índices del país han sufrido su peor año desde 2014.

El índice RTS pierde, en euros, algo más de un 35%, en el año. Pese a rebotar con fuerza tras tocar en marzo sus niveles más bajos desde 2016, mantiene desde el verano una evidente tendencia a la baja que ha golpeado a casi la totalidad de sus integrantes.

Foto: Imagen: Laura Martín.

El sector financiero, muy golpeado por el cierre de los sistemas internacionales de pagos como Swift han tenido un papel protagonista en este revés, con entidades como Sberbank o VTB Bank firmando pérdidas en torno al 50 y el 60%, respectivamente. La compañía de internet Yandex, la plataforma de reclutamiento de trabajadores Headhunter Group o la minera Polymetal International también se sitúan entre las compañías más penalizadas, con recortes que llegan a rozar hasta el 70%.

2022 ha sido un ejercicio muy desfavorable para casi cualquier estrategia de diversificación de inversiones. Las tensiones inflacionarias, exacerbadas por la guerra de Ucrania, han provocado una serie de convulsiones financieras que han alcanzado a casi la totalidad de los activos, provocando pérdidas considerables tanto en bonos como en bolsas.

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