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Perspectiva 2023: pronósticos para bolsa, deuda y el euro de los banqueros de los altos patrimonios
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Perspectiva 2023: pronósticos para bolsa, deuda y el euro de los banqueros de los altos patrimonios

Los gestores españoles han reducido liquidez para elevar su exposición a los mercados. Confían en alzas de la renta variable y la renta fija el año que viene

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La visión de los fondos españoles mejora pese a que dan por hecho que, como ha advertido el Banco Central Europeo (BCE), habrá recesión de forma inmediata. Sin embargo, ven que la inflación habría tocado techo y que mejorarán las previsiones, lo que alienta que disminuyan liquidez por segundo mes consecutivo para comprar activos de riesgo.

Así lo muestra la XIII Encuesta de Sentimiento de Mercado de El Confidencial, en la que han participado 28 entidades de gestión de fondos y banca privada, con más de 600.000 millones bajo gestión. El consenso en este sondeo es que hay margen para que mejoren las previsiones de inflación, aunque no lo ven tan claro con las de crecimiento. Sin embargo, las valoraciones ya descuentan un escenario de recesión técnica, como ha dicho el BCE, y se muestran optimistas para invertir en un periodo de desinflación.

Foto: Fotografía de la emisión de billetes de 100, 200 y 500 euros. (Reuters/Antonio Bronic)

Este es el término que se expande ahora por los mercados, haciendo referencia a que seguirá habiendo una inflación muy por encima del objetivo del 2% del BCE, que no ve controlado el crecimiento de los precios hasta 2025. Sin embargo, la inflación se iría moderando, evitando que los bancos centrales sigan siendo tan agresivos en las subidas de tipos de interés como han sido hasta ahora. Para el BCE, el pico se espera entre el 3% y el 3,5%, desde el 2,5% actual.

Con este contexto, después de un año de pérdidas generalizadas que, en la mayoría de carteras, superan el 10% en los perfiles más conservadores y el 20% en los que asumen más riesgo, los fondos y las bancas privadas tienen una visión positiva para los próximos 12 meses en las principales clases de activo por segundo mes consecutivo. Siendo uno el máximo pesimismo y diez el máximo optimismo posible, en diciembre, la renta variable española, bolsa europea, Wall Street, acciones emergentes, deuda pública, bonos corporativos y high yield tienen un promedio superior a cinco.

Esto quiere decir que hay un sesgo a pensar que habrá subidas en renta variable y renta fija. Después de los números rojos de 2022, se espera un mejor 2023. Por ello, vuelven a reducir la liquidez para poner el dinero a trabajar, como suelen decir los gestores. Para una cartera moderada que, tradicionalmente, tendría la mitad en renta variable y la otra mitad en renta fija, reducen en un mes la liquidez desde el 11,9% hasta el 9,7%.

Hay cierto consenso en las perspectivas de las grandes casas de inversión sobre que la inflación ha tocado techo y que la rentabilidad de la renta fija es atractiva. Para el inversor conservador no va a ser fácil, pese a ello, recuperarse de los números rojos de 2022. La categoría de renta fija a largo plazo en fondos españoles, por ejemplo, pierde un 7% de media entre enero y noviembre, según datos de la patronal, Inverco.

El segmento en el que hay más optimismo es el que más ha sufrido, que es el de deuda de alto rendimiento (high yield). El índice de high yield europeo de Bloomberg (Pan European High Yield Index) cae un 11% en el año, pese a la recuperación en el tramo final. Se trata del activo de renta fija con más margen para generar rentabilidades por contar con tipos de interés que llegan incluso al 10%. Pero el riesgo es que aumenten los impagos por el deterioro económico o que los tipos aumenten más de lo esperado y generen pérdidas vía precio como ha ocurrido este año.

Fragilidad de las previsiones

En realidad, aquí está el meollo de todo. La tesis central con la que trabajan gestoras y bancas privadas, tanto las españolas que participan en esta encuesta como los gigantes mundiales, es que habrá inflación elevada pero moderándose, con un pico en los tipos de interés hacia la mitad de 2023, y recesión breve durante dos o tres trimestres. Con este panorama, y teniendo en cuenta las correcciones de acciones y bonos, defienden que es momento de invertir.

Sin embargo, también son conscientes de que este escenario es muy frágil y podría romperse por varios frentes. El primero es el bélico o geopolítico, ya que se asume un enquistamiento de la guerra de Ucrania, sin capacidad rusa para hacer más daño a Occidente a través del suministro del gas, porque, además, se espera un invierno no demasiado frío, y que tampoco habrá otros focos en el mundo que vayan a más tensión, como en el Mar de China. Cualquier cosa en otra dirección alteraría la tesis de los fondos. Pero también existe el riesgo de que los bancos centrales se pasen de frenada en su lucha contra la inflación, alargando esta crisis. También hay cierto temor a que el deterioro macro afecte al mercado laboral y haya un descenso en el consumo que empeore la recesión y hunda los beneficios empresariales.

Son riesgos que dañarían las decisiones de inversión que están tomando en este tramo final de 2022, asumiendo más riesgos. En renta variable, la banca vuelve a ser el activo estrella. El Eurostoxx Banks, índice europeo que engloba a las principales entidades financieras europeas, se deja un 10% en un año en el que ha habido subidas de tipos de interés, variable que mejora la rentabilidad del negocio bancario. Aun así, las entidades se han visto arrastradas por el pesimismo generalizado, el deterioro de las perspectivas macro que podría afectar a la solvencia de los clientes con préstamos, y riesgos más focalizados, como legales o reputacionales en algunos casos, y el nuevo impuesto en el caso de España.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Andre Pain)

Pero a futuro, los fondos ven potencial de subidas más que en ningún otro sector. Los bancos superan a la tecnología, sector que ha sufrido mucho en 2022, dado que las tecnológicas europeas se han visto afectadas por la crisis de los gigantes de Silicon Valley y la rotación inicial del año, dejando fuera los segmentos de crecimiento. El otro activo por el que más apuestan los fondos es el de energía, tras el shock de inflación de este año.

Los fondos han empeorado su visión hacia los activos inmobiliarios en los últimos meses, orientándose hacia los activos cotizados. En cuanto al euro/dólar, podría haber recuperación ante la posibilidad de que el BCE sea más agresivo que la Reserva Federal (Fed). Así, prevén que la remontada del euro, que está en máximos desde junio frente al dólar, prosiga durante los próximos meses. Un pronóstico que está recibiendo el respaldo de Christine Lagarde, que se mostró mucho más agresiva de lo habitual en la última reunión de la autoridad monetaria tras subir los tipos en 50 puntos básicos, hasta el 2,5%, señalando que habrá alzas "significativas" y alertando de que "subirán mucho más porque la inflación es demasiado alta".

Con este escenario, el rally de la moneda única ha obtenido un fuerte respaldo y ya se intercambia por 1,06 dólares. Lejos, por tanto, de la paridad que perdió durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. La mayoría de las firmas se decantan así por el fin de la fortaleza de un billete verde o, al menos, por una moderación a la vista de que los tipos de la Fed estén cerca de llegar a su nivel más alto en 2023.

Una visión optimista que no estará exenta de riesgos, sobre todo por la guerra en Ucrania, que limita los avances del euro. No obstante, al endurecimiento de la política del BCE se le suma otro apoyo adicional, como son los precios más bajos del gas ante un invierno que, previsiblemente, será más suave de lo habitual, lo que es otro aliciente que se une a la sobrevaloración del dólar.

La visión de los fondos españoles mejora pese a que dan por hecho que, como ha advertido el Banco Central Europeo (BCE), habrá recesión de forma inmediata. Sin embargo, ven que la inflación habría tocado techo y que mejorarán las previsiones, lo que alienta que disminuyan liquidez por segundo mes consecutivo para comprar activos de riesgo.

Así lo muestra la XIII Encuesta de Sentimiento de Mercado de El Confidencial, en la que han participado 28 entidades de gestión de fondos y banca privada, con más de 600.000 millones bajo gestión. El consenso en este sondeo es que hay margen para que mejoren las previsiones de inflación, aunque no lo ven tan claro con las de crecimiento. Sin embargo, las valoraciones ya descuentan un escenario de recesión técnica, como ha dicho el BCE, y se muestran optimistas para invertir en un periodo de desinflación.

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