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Cómo combatir la inflación y que no se coma tus ahorros

Por EC Brands

La tasa de inflación supera ya el 10% en Europa. Para combatirla, Abanca recomienda mirar a largo plazo y construir una cartera de inversión tomando como referencia la media de los últimos 20 años, que se sitúa en el 2,1%

Los precios se han disparado. Encender ahora la calefacción, llenar el depósito del coche o acudir al supermercado es mucho más caro que hace dos años; y que hace 30, también. Si en octubre de 2020 la inflación se situó en el 0,8% interanual en España, el pasado mes alcanzó el 7,3%, un impactante aumento de 6,5 puntos en dos años. La tendencia ha sido constante, alcanzando incluso cifras históricas: en julio, el índice de precios al consumo (IPC) ascendió al 10,8%, niveles no vistos en nuestro país desde 1984, antes de la entrada en la Unión Europea.

Para analizar el calibre de este ‘boom’ de precios, empecemos por el gas. En agosto de 2020, por ejemplo, el precio se situaba en 11,2 euros megavatio/hora en el mercado internacional TTF, el índice holandés que fija el precio. Dos años después, ya cotizaba en 239,9 euros, más de 20 veces más. Los niveles ahora, aunque descienden desde máximos, siguen elevados: si en octubre de 2020 cotizaba en torno a los 14 euros, este mes supera los 112 euros.

La alimentación es otra de las preocupaciones. Llenar ahora la cesta de la compra en nuestro país es un 15,2% más caro que hace un año, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Aunque hay productos que se han disparado más: el aceite de girasol es ahora un 118% más caro; el de oliva, casi un 53%; la harina un 50%; los huevos alrededor de un 45%; y los plátanos de Canarias, un 63,5% según el informe del pasado mes de julio, que traduce el sobrecoste en más de 800 euros anuales.

Datos según el informe del pasado mes de julio, que traduce el sobrecoste en más de 800 euros anuales.

En este escenario, redoblando esfuerzos, las familias siguen guardando dinero. Según los datos del Banco de España, el ahorro de los hogares y de las empresas se ha disparado casi un 6% en el último año hasta los 53.000 millones de euros. El problema es que, precisamente, la pérdida de poder adquisitivo empuja a muchas familias a tirar de estos ahorros para hacer frente a los gastos. Y a la larga, la inflación podría conseguir que desaparecieran. “El coste de la vida sigue disparándose, y en este contexto es importante que cuidemos el dinero, porque si no lo tocamos perderá valor. Hay que entender que si mañana queremos comprar un coche o dar la entrada para una casa, el dinero que tenemos hoy va a valer mucho menos”, dice Enrique Castro, director de inversiones de Abanca.

La solución, según él, es poner a trabajar el dinero, invirtiendo en productos que puedan ser rentables a largo plazo. “Es importante ahora más que nunca mirar más allá. El entorno actual está plagado de incertidumbre y debemos ser capaces de dejar a un lado todas las noticias negativas del día a día para poner el foco en las oportunidades que se están dando”. En medio de la tormenta, Castro vislumbra que, precisamente, las subidas de tipos de interés que los bancos centrales están impulsando para sostener la inflación han abierto nuevos horizontes. “Tras muchos años con los tipos a cero, que el dinero vuelva a tener valor es una buena noticia para los inversores. Genera oportunidades en todos los activos, tanto en renta variable como en renta fija, ya sea deuda pública o crédito corporativo”.

Inflación, ¿es posible batirla?

Con la inflación marcando récord, batirla para mantener el poder adquisitivo, a priori, parece complicado. Pero esta no es la cifra en la que tenemos que fijarnos, según Castro, sino en la de los últimos años. Por poner un ejemplo, “desde 2002, la media histórica en España es del 2,2%, ese dato es el que hay que mirar, porque, aunque la caída de la inflación no se producirá de forma brusca, iremos viendo la progresión poco a poco”.

De hecho, si tomamos como referencia este 2,2%, encontramos que ya hay activos que lo baten, “desde la deuda pública española a 5 años hasta algunos créditos corporativos, algunos ‘High Yield’ -pagan en torno a un 9 o 10% dependiendo de la región- o, incluso, la bolsa, que está cotizando en Europa con una rentabilidad implícita del 10%”, explica el director de inversiones de Abanca.

En todo caso, la clave para él es contar con una cartera diversificada y seguir siendo fiel a nuestro perfil de riesgo. “No quiere decir que porque la inflación sea ahora más alta tengamos necesariamente que arriesgar más de lo que consideremos necesario. Con los perfiles conservadores ya es posible construir carteras que batan la inflación y generen rentabilidad”. Aunque, lógicamente, si la exposición al riesgo es mayor, las posibilidades de ganar rentabilidad se multiplican: “Para este tipo de perfiles más balanceados, ponemos más el foco en productos de renta variable o productos alternativos como el ‘private equity’, las energías renovables o las infraestructuras, entre otras”.

En este sentido, Abanca cuenta con un servicio discrecional de carteras en el que el cliente delega la toma de decisiones de inversión a cambio de una comisión, y, en base a su perfil de riesgo, la gestora sigue una estrategia u otra. “En concreto contamos con cuatro: Alpha Responsable, en la que nos apoyamos en criterios ESG; Alpha Exponential Future, donde miramos las megatendencias con una visión más allá del ciclo; Alpha Cíclica, adaptada a las diferentes fases del ciclo económico, y Alpha 360, creada precisamente para democratizar la inversión. Se puede acceder desde los 3.000 euros, y en ella vamos incorporando las diferentes ideas que tenemos para cada uno de los perfiles”.