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Los bancos reducen provisiones a mínimos desde 2007 antes de afrontar más morosidad
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DOTARÁN MÁS PROVISIONES EN DICIEMBRE

Los bancos reducen provisiones a mínimos desde 2007 antes de afrontar más morosidad

Las entidades aún no ven morosidad, y aunque barajan más provisiones a finales de año, por ahora reducen el colchón para los impagos

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La morosidad no llega. Se espera que lo haga a finales de año y, en especial, en 2023. Pero también se preveía en los dos últimos ejercicios. Por ahora, los bancos reducen su colchón de provisiones para el crédito hasta mínimos desde 2007, antes de la burbuja inmobiliaria, aunque se espera que realicen nuevas dotaciones en los próximos trimestres.

Tal y como publicó El Confidencial, los bancos tienen previsto ceder ante los supervisores y dotar nuevas provisiones a finales de año para reforzar sus balances de cara a un deterioro de la economía que incremente los impagos. Los banqueros barajan la opción de provisiones colectivas, dedicadas a sectores en problemas, en especial los afectados por la inflación. Además, cuentan con un volumen de 5.000 millones en provisiones durante el covid que no han tocado y que podrían mover.

Sin embargo, el mercado laboral aguanta y no hay atisbos de más morosidad. Se espera, por el hecho de que la inflación y la subida del euríbor presiona a las familias menos desahogadas financieramente y, en especial, a muchas empresas endeudadas. Pero, por ahora, la morosidad sigue contenida por debajo del 4% y los bancos optan por liberar provisiones.

Foto: José Ignacio Goirigolzarri (i), presidente de CaixaBank, y Carlos Torres (d), de BBVA. (EFE/Fernando Villar)

En agosto, según los últimos datos del Banco de España, el colchón de provisiones para impagos de crédito se situó en 32.989 millones de euros, lo que supone un nuevo descenso, que lleva esta cifra a mínimos desde septiembre de 2007. Es decir, en los albores de la crisis inmobiliaria que acabó disparando los impagos y las ejecuciones hipotecarias, convirtiendo los bancos en los grandes tenedores de activos inmobiliarios.

La tendencia era descendente en el periodo de crecimiento previo al covid, pero las provisiones volvieron a aumentar durante la pandemia. Las dotaciones ante potenciales deterioros del crédito alcanzaron en marzo de 2021, tras varios meses de aumentos, los 41.266 millones, y desde entonces el ‘stock’ ha descendido, hasta los 32.981 millones de agosto.

Las provisiones totales, para el crédito y para correcciones de valor de diferentes activos —por ejemplo, los inmobiliarios—, también continúan experimentando una tendencia descendente. En agosto, se situaron en 90.863 millones, que es el dato más bajo desde marzo de 2011, justo antes de la crisis del euro. Un año después, en 2012, fue cuando los bancos dispararon las provisiones por mandato del Gobierno, en lo que se conoció como los decretos Guindos, que dieron el pistoletazo de salida al rescate de Bankia y a la reestructuración del sector.

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En este caso, las provisiones totales también se fueron reduciendo entre 2015 y marzo de 2020, cuando con el confinamiento y las expectativas negativas que había en torno a la morosidad volvieron a aumentar, hasta los 106.733 millones de marzo de 2021. Desde ese momento, bajan hasta el mínimo en 11 años del pasado mes de agosto.

Los bancos manejan escenarios de recesión técnica que no implicaría un daño en el mercado laboral, clave para que aguante el crédito. No obstante, hay dudas sobre los préstamos a pymes y grandes empresas en sectores que sufren el aumento de costes por el ‘shock’ energético y la inflación, pero no pueden trasladarlo a precios por competir en mercados globales.

Además, pese a esta imagen más optimista que tratan de difundir los banqueros, los gestores españoles sí creen que habrá un deterioro del mercado laboral, según la XI Encuesta de Sentimiento de Mercado de El Confidencial.

La morosidad no llega. Se espera que lo haga a finales de año y, en especial, en 2023. Pero también se preveía en los dos últimos ejercicios. Por ahora, los bancos reducen su colchón de provisiones para el crédito hasta mínimos desde 2007, antes de la burbuja inmobiliaria, aunque se espera que realicen nuevas dotaciones en los próximos trimestres.

Tal y como publicó El Confidencial, los bancos tienen previsto ceder ante los supervisores y dotar nuevas provisiones a finales de año para reforzar sus balances de cara a un deterioro de la economía que incremente los impagos. Los banqueros barajan la opción de provisiones colectivas, dedicadas a sectores en problemas, en especial los afectados por la inflación. Además, cuentan con un volumen de 5.000 millones en provisiones durante el covid que no han tocado y que podrían mover.

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