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El BCE dispara el coste de las hipotecas y el euríbor ya apunta al 1,8% en 2022
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TRAS JACKSON HOLE

El BCE dispara el coste de las hipotecas y el euríbor ya apunta al 1,8% en 2022

La alemana Isabel Schnabel volvió a endurecer el mensaje del BCE en la lucha contra la inflación, disparando el euríbor

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Las hipotecas seguirán encareciéndose durante los próximos meses, dado que el Banco Central Europeo (BCE) sigue endureciendo su mensaje. El mercado ya especula con una subida de entre 50 y 75 puntos básicos en septiembre en el tipo de interés, lo que lleva al euríbor de ‘rally’. Este lunes ha alcanzado el 1,5%, y el mercado prevé que cierre el ejercicio en el 1,8%, la estimación más alta que ha habido hasta ahora para 2022.

El cambio es brusco para las familias que tengan hipoteca a tipo variable. Con el euríbor del último mes en el 0,99% para un préstamo que tenga capital pendiente de amortizar de 120.000 euros a 15 años, y un diferencial del 1% sobre el euríbor, la cuota sería de 772 euros mensuales, según el simulador de HelpMyCash. Con el 1,5% al que ha llegado este lunes, se revisaría hasta los 800 euros, mientras que si alcanza el 1,8%, sería de 817 euros. A principios de año, con el euríbor en el -0,5%, la cuota era de 692 euros.

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Así, entre los extremos del inicio de 2022 y lo que podría ocurrir en diciembre, la diferencia en este ejemplo de hipoteca son 125 euros mensuales, lo que equivale a un hachazo de 1.500 euros anuales. Este es el camino emprendido por el BCE con el giro drástico de su política, subiendo 50 puntos básicos los tipos de interés en julio, poniendo fin a la era de tipos negativos y apuntando con sus mensajes a más alzas de forma inminente.

Su representante en Jackson Hole, simposio de bancos centrales que es uno de los más seguidos por los inversores, fue la alemana Isabel Schnabel, considerada moderada hace apenas un año y que con los récords de la inflación se ha erigido en uno de los principales halcones de Fráncfort. Recientemente, Schnabel reconoció que la eurozona podría entrar en recesión, pero que esta no sería por sí sola suficiente para mitigar la inflación, justificando una acción severa por parte del banco central. Los discursos que llegan desde el BCE están alentando las expectativas de mayor agresividad al subir tipos. Hace apenas un mes, el mercado proyectaba para 2023 el nivel para el euríbor al que espera que cierre ahora en 2022. Es decir, en unas semanas las proyecciones se han adelantado un año.

Lo que está haciendo la autoridad monetaria es acrecentar la visión entre los agentes económicos de que está dispuesta a detraer crecimiento, aunque derive en una recesión del área económica, para tratar de reconducir la inflación hacia su objetivo de controlarla cerca del 2% en el medio plazo. El IPC de julio fue del 8,9%, máximo histórico en la eurozona, y aunque se explica principalmente por el ‘shock’ energético, agudizado y prolongado por la guerra de Ucrania, la inflación subyacente alcanzó el 4%.

“Tanto la probabilidad como el coste de que la alta inflación actual se arraigue en las expectativas son incómodamente altos. En este entorno, los bancos centrales deben actuar con contundencia”, dijo Schnabel este fin de semana, y pidió determinación para que el público no dude de la meta del banco central para reducir las expectativas sobre el crecimiento de los precios.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE, y Luis de Guindos, vicepresidente. (Reuters/Rattay)

El economista jefe del BCE, Philip Lane, defendió este lunes la nueva orientación de política monetaria del BCE basada en reunión a reunión a partir de los datos disponibles, con lo que no arrojó pistas sobre la magnitud de la próxima subida de tipos. Pero sí indicó que el tipo de interés actual y el apropiado por las condiciones económicas actuales tienen una brecha importante, que debe cerrarse “a una velocidad apropiada”, “ni muy rápida ni muy lenta”, para evitar problemas en la transmisión de la política monetaria a la economía real, y para tener capacidad de modificar la política monetaria mientras se produce la senda de ajuste.

Previamente, Schnabel habló de que se necesita sacrificio para afrontar este récord inflacionario. Y sacrificio es el que van a tener que sufrir las familias con hipotecas a tipo variable, con el encarecimiento de las cuotas por la subida del euríbor, o los hogares que pretendan solicitar nuevos préstamos por consumo o vivienda, ya que los tipos están subiendo más rápido, por ahora, que las propias decisiones del BCE.

El euríbor ha alcanzado el 1,5%, pero el mercado ya lo ve en el 1,8% en diciembre, según la cotización del futuro sobre el interbancario a tres meses. Para 2023, se espera que alcance el 2,4%, nivel en que se mantendría en 2024. El aumento de tipos reducirá la capacidad de compra de los hogares y, aunque lo hará con un efecto desigual, reducirá crecimiento y frenará la demanda, rebajando las presiones inflacionistas.

Las hipotecas seguirán encareciéndose durante los próximos meses, dado que el Banco Central Europeo (BCE) sigue endureciendo su mensaje. El mercado ya especula con una subida de entre 50 y 75 puntos básicos en septiembre en el tipo de interés, lo que lleva al euríbor de ‘rally’. Este lunes ha alcanzado el 1,5%, y el mercado prevé que cierre el ejercicio en el 1,8%, la estimación más alta que ha habido hasta ahora para 2022.

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