El cambio de modelo de negocio que ha hecho triunfar a las grandes tecnológicas

Durante los últimos años se ha producido un cambio histórico: en el ranking de las empresas más valiosas del mundo, las grandes petroleras y los grandes grupos industriales les han cedido su puesto a una tipología de empresa ligada al mundo digital.

Con la única excepción de Aramco, la petrolera de Arabia Saudí; y Berkshire Hathaway, la sociedad utilizada por Warren Buffett como vehículo de inversión, las empresas tecnológicas dominan el ranking de las diez compañías más grandes por capitalización bursátil de todo el mundo. En la primera posición, dominando a mucha distancia de todas las demás, se encuentra Apple. La compañía dirigida por Tim Cook tiene un valor de mercado superior a los 2.500 millones de dólares.

Junto a ella, Microsoft, Alphabet y Amazon conforman el club de las cuatro grandes tecnológicas que han logrado batir récords y mantenerse por encima de la barrera de los 1.000 millones de dólares de capitalización bursátil. Juntas, su valor de mercado supera los 7.500 millones de dólares, el equivalente a más de cinco veces el PIB de España.

El modelo de negocio de las empresas tecnológicas

Detrás de este enorme éxito comercial se encuentra un importante cambio corporativo: todos estos nuevos gigantes han apostado por crear ecosistemas amplios para sus servicios. Es decir, su objetivo ya no es vender productos de forma aislada, sino fundamentalmente resolver problemas. Así, de la venta puntual se ha pasado al modelo de conveniencia. Y ahora de la venta de productos estamos transitando hacia modelos basados en la suscripción.

Apple es un buen ejemplo de ello. Durante los últimos años esta empresa ha pasado de ser un fabricante de equipos a convertirse en todo un cerebro de contenidos y servicios digitales. En su haber, la división de servicios cuenta con más de 800 millones de suscriptores de pago. Hablamos de un negocio de 70.000 millones con márgenes de casi el 70%. Por sí misma, esta empresa sería probablemente una de las veinte más grandes de todo el mundo. Y no se trata solo de los beneficios, sino que esta división incrementa también la experiencia de uso y, con ella, el propio valor de los equipos comercializados por Apple.

Es un cambio similar al que llevó a cabo Satya Nadella cuando tomó las riendas de Microsoft en febrero de 2014. Desde ese momento, el objetivo fundamental de la empresa fundada por Bill Gates y Paul Allen fue crear un ecosistema integrado de equipos y software para empresas ligado, además, a un modelo de suscripción a productos alojados en la nube.

La estrategia fue todo un éxito: en los ocho años que Nadella ha estado al frente de Microsoft, la facturación de esta empresa se ha multiplicado por más de 2, mientras que sus beneficios por acción se han multiplicado por 3,5.

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